Crónica y fotos del concierto de Powerwolf + Amaranthe + Kissin' Dynamite - Sala Razzmatazz (Barcelona), 12 de enero de 2019

Razzmatazz revienta con Powerwolf y su misa de Heavy Metal

Datos del Concierto

Bandas:
Powerwolf + Amaranthe + Kissin' Dynamite
 
Fecha: 12 de enero de 2019
Lugar: Sala Razzmatazz (Barcelona)
Promotora: Madness Live!
Asistencia aproximada: 2.000 personas

Fotos

Fotos por Manuel Damea

Hacía frío, mucho frío, pero no impidió que, al llegar a la sala Razzmatazz, una inmensa fila de devotos metaleros esperase a que abriesen puertas. Cómo sería la cosa, que no encontré sitio para dejar el coche y tuve que ir al parking. ¡Maldita sea!

Al entrar, la sala empezaba a estar caldeada, pero aun faltaría mucha tela que cortar. Se respiraba ganas de música, de concierto, de espectáculo. Un público tremendamente heterogéneo iría llenando la sala hasta llegar casi al sold out, o tal vez sin el casi; no tengo los datos. Vi chavales con las caras pintadas que me recordaban a mí mismo hace 15 o 20 años. Vi padres y madres acompañando a sus hij@s adolescentes. Vi la parte de arriba de la sala a petar. Y también vi muchas ganas de que este 2019 venga repleto de heavy metal. Si lo del sábado puede tomarse como referencia, ¡agárrate que vienen curvas! Y eso que los grupos eran de lo más variopinto, un buen ejemplo de lo que han sido mis gustos metaleros a lo largo de los años. Empecemos.

Kissin’ Dynamite

A las 18:30 en punto saltaban a escena los alemanes. No los conocía, y aunque de las tres bandas son la que, quizá, mejor represente mis gustos musicales de la actualidad, me chocó escuchar ese hard rock glamero tan característico suyo en un bolo donde el cabeza de cartel hace power metal y los teloneros principales se van por vertientes más modernas. Pero como ellos mismos dicen, «bring back the stadium rock”, y a eso se dedican.

Con 11 años de carrera, según ellos mismos nos contaron, en el poco rato del que dispusieron tuvieron más que suficiente para decirnos que mejor que estemos al tanto de su devenir, pues seguro que tienen cosas que decirnos. De entre los nueve temas que tocaron, la que más me gustó fue “I Will Be King”, coreada por el público que estaba presente (que aunque no la conociera, como era mi caso, era fácil de tararear). Por si fuera poco, su cantante Johannes Braun salió a escena con capa real. No sé si intentaba homenajear al gran Freddie, pero aunque lo hizo muy bien (de hecho todo el grupo sonó muy bien), obviamente no llegó. Nos recordaron que tienen disco nuevo y que en otoño volverán como headliners de su propio tour. A tener en cuenta.

Setlist Kissin’ Dyinamite:

Intro
I’ve Got the Fire
Somebody’s Gotta Do It
Highlight Zone
Love Me Hate Me
Waging War
You‘re Not Alone
I Will Be King
Flying Colors

Amaranthe

Si los primeros nos llevaron back to the 80’s (su cantante podría aparecer, perfectamente, en Stranger Things), los que ahora nos ocupan nos presentaban la propuesta más moderna de la noche. Su música, de los tres estilos que escucharíamos, es la que menos me llega, pero viendo la sala es innegable que atrajeron a una gran cantidad de público (muchos de esos que decía anteriormente que habían venido con sus padres). Desde luego tienen temazos como “The Nexus” o “Hunger”, y llevar tres cantantes ofrece cierta novedad, pero tanto sampler me aburre un poco. Desde luego la capacidad de Olof “Targaryen” Mörck es obvia, pero si le pudiera aconsejar, guiándome únicamente por mis gustos, le diría que más guitarra y menos modernidades. Por si todo esto no fuese poco, el precedente que tengo, en el pasado Rock Fest, en el que nos ofrecieron un show regular, hacía que tuviese cierta pereza.

Todo se disipó cuando las primeras notas de “Maximize” empezaron a sonar. Lo primero, y de nuevo, sonido brutal. Puesta en escena más que digna, y ejecución de los seis miembros muy buena. Elize se destapó como la líder, al menos espiritual y estéticamente, del grupo, mientras que el también Dynazty Nils Molin demostró que su chorro de voz es para tener en cuenta. Seguramente el mejor cantante de los tres sobre el escenario (no me atrevo a decir que también de la noche. ¿O sí?). Henrik, por su parte, haciendo sus guturales igual que su puesto en escena, de forma perfecta. La base rítmica no desfalleció ni un segundo, gran labor la de ambos.

Tuvimos que esperar hasta el quinto tema para reconocer uno de sus grandes hits, la mencionada “Hunger”, una de las más coreadas de la noche. Esta dio paso a la belleza. Elize se quedó como única cantante en el escenario para interpretar “Amaranthine”, aunque a mitad de canción Nils le acompañó. Aunque en los conciertos las baladas suelen aburrirme, esta vez quedó muy bien, muchísimo mejor que en el Rock Fest.

Supongo que cantar así tiene su desgaste, porque tuvimos un interludio… “interesante”. Con todo el grupo descansando, Johan Andreassen salió, birra en mano, para interactuar con el público. Tras enseñarnos sus gayumbos tirando a horteras, supo ganarse a los asistentes más jóvenes.

El show acabó, tras otro mini descanso, con “Call Out My Name” y “The Nexus”, de nuevo la más coreada de la velada. Muy bien por ellos, se ganaron mi respeto (tampoco era difícil, cualquiera que se dedique a hacer música lo tiene). Elize demostró ser una de las frontwomen más en forma del panorama, esta vez dejándose de cambios de ropa y yendo de cara a barraca. No defraudaron los Amaranthe.

Setlist Amaranthe:

Maximize
Digital World
365
1.000.000 Lightyears
Hunger
Amaranthine
GG6
Helix
Drop Dead Cynical
Call Out My Name
The Nexus

Powerwolf

Los alemanes Powerwolf empezaban a surgir justo en el momento en el que yo dejaba el power para abrazar el hard rock, así que hasta que no me tocó reseñar su Sacrament of Sin (2018), no sabía de ellos más que su nombre. Por suerte casi un año antes había creado, junto a algunos locos, Science of Noise y, como esos locos se van por otros estilos, me tocó hacer la review del disco y salí de un error imperdonable. Pero vayamos a lo que toca.

Se estaba acabando de montar el escenario y Razzmatazz estaba a punto de reventar. Como decía al principio, no sé si llegó al sold out, pero si no, muy poco le faltaría. Tanto es así, que la riada de gente me llevó desde mitad de la sala hasta atrás de todo, justo delante de la mesa de mezclas. Si al entrar ya parecía difícil llevarse una púa para mi colección (que consta de ¡una púa!), ahora era imposible, por mucho que las marcas de ropa deportiva quieran hacernos creer lo contrario.

Una lona negra con el logo de la banda, las letras P y W, escondían el escenario, pero las primeras notas de “Lupus Daemonis” dieron inicio a la santa misa metalera. El telón cayó y el escenario era brutal, muy en la onda del de Avantasia de su gira del Ghostlights. Medio cementerio medio iglesia derruida, los teclados de Falk Maria Schlegel (que durante toda la noche, al igual que en los videoclips del grupo, demostraría una necesidad imperiosa de protagonismo y una entrega total hacia su labor) y la batería de Roel van Helden estarían en un nivel superior, mientras que los hermanos Greywolf y la tremenda presencia de Attila Dorn estarían a pie de escena. Entre ambos, una escalera por la que permanentemente subirían y bajarían los miembros de la banda.

“Fire and Forgive” desató la locura entre el público y constató que ya no tengo edad para irme al foso si voy a estar rodeado de veinteañeros ansiosos de saltar. Attila, que no es que se mueva demasiado por el escenario, demostró una voz y un poderío tremendos. No le hace falta saltar y brincar, como sí hacía, por ejemplo, el mencionado Falk, para captar todas las miradas de un público ansioso del ritual al que asistía.”Army of the Night” y “Incense and Iron” siguieron con la locura, demostrando que Powerwolf son los más grandes en lo suyo (bandas clásicas aparte) sin discusión. ¿Qué otra banda de power peta, hoy en día, Razzmatazz?

Los cinco componentes iban cada uno a lo suyo, ejecutando muy bien cada uno su instrumento. El sonido seguía siendo muy bueno, aunque en alguna ocasión el teclado se oía demasiado bajo. Los temas fueron cayendo uno tras otro, y en una de las excursiones de Schlegel a la parte baja del escenario, Attila le hizo cantar la melodía del próximo tema. Los oh oh oh ooooooh dieron paso a una magistral “Demons are a Girl’s Best Friend” justo antes de que nos preguntasen cómo se matan los vampiros. Se matan con una cruz, igual que la que surgió al fondo del escenario, esta hecha de luces, para adornar la puesta en escena. Sonó demoledora.

Aún nos quedarían 8 temas en la holy heavy metal mass, y la tónica fue igual. Gran comunión (nunca mejor dicho) entre músicos y público, sonido atronador, himno tras himno… hubo hasta un cambio de telón de fondo y un paseo de (cómo no) Schlegel ondeando una bandera con la P y la W. Todo estaba cuidado al detalle en esta misa. ¡Si hasta el staff iba vestido de monje! De todo esto, quiero destacar la balada (y es la segunda vez que lo hago en esta crónica). Los monjes trajeron un piano a primer plano del escenario en el que el bueno de Falk se sentó para interpretar una “Where the Wild Wolves Have Gone” que sonó absolutamente brutal y que acabó con nieve fake llenando el escenario y las primeras filas. Pelos como escarpias. O gallina de piel, para los más ofensivos.

Y así, con algún despiste de Attila en los nombres de las canciones y los temas que les restaban por tocar, llegamos a lo que él mismo denominó el final de la misa, con “We Drink Your Blood”. Pero era una misa un poco rara, pues aún sonó “Lupus Dei”. Ahora sí, final del primer bloque concierto. Antes, y para que quede dicho, hubo el típico pique de oés entre una mitad de la sala que apoyaba a Falk y la otra que apoyaba a Attila. Por supuesto hubo cánticos al grupo y a sus miembros, y tras un “Agnus Dei” que sonó por los altavoces, volvieron con “Sanctified with Dynamite”. Para el siguiente tema, “Coleus Sanctus”, preguntaron en primer lugar cuantas mujeres había en la sala, y déu n’hi do para preguntar luego cuantos hombres. Esta era nuestra canción, pues nos instaron a levantar una mano, sólo una, abrirla y con ella agarrarnos la entrepierna. Era la penúltima, pues con “Werewolves of Armenia” acabó del todo, al son de “Wolves Against the Wold” sonando por los altavoces. Poco a poco los miembros fueron despidiéndose en lo alto del escenario hasta que en staff, ya sin ser monjes, empezó a desmontarlo todo.

12 de enero. Ni dos semanas llevábamos de 2019 y ya habíamos visto una brutalidad así. Si la tónica del año tiene que ser como lo vivido en Razzmatazz, vaya 2019 nos espera.

Y decían que el power estaba muerto…

Setlist Powerwolf:

Lupus Daemonis
Fire and Forgive
Army of the Night
Incense and Iron
Amen and Attack
Let There be Night
Demos are a Girl’s Best Friend
Killers with the Cross
Armata strigoi
Blessed and Possessed
Where the Wild Wolves Have Gone
Resurrection by Erection
Stossgebet
All We Need is Blood
We drink Your Blood
Lupus Dei
Agnus Dei
Sanctified with Dynamite
Coleus Sanctus
Werewolves of Armenia
Wolves Against the World

Xavi Prat
Sobre Xavi Prat 399 Artículos
Llevo en esto del heavy más de media vida. Helloween y Rhapsody dieron paso a Whitesnake y Eclipse, pero Kiske sigue siendo Dios. Como no sólo de música vive el hombre, la literatura, Juego de Tronos y los tatuajes cierran el círculo. Algunas personas dicen que soy el puto amo, pero habrá que preguntarles por qué.