A veces pensamos, presas orgullosas de nuestra infinita ignorancia, que en el mundo de la música, y más concretamente ese género que nos apasiona por igual a ti, que estás leyendo estas líneas, y a mí, que las estoy escribiendo, ya no es posible innovar. Quizá sea cierto y, tal como reza aquel capítulo de The Simpsons, la música alcanzara su perfección en 1974. Este texto está dedicado a quienes no tuvieron (tuvimos) la suerte de haber recalado aún en este planeta para ser partícipes de semejante acontecimiento.
Después de haber demostrado una sobrada valía con sus tres trabajos anteriores, Blackmailed Existence (2016), Learning to Die (2019) y To Expect Nothing (2021), los barceloneses Reaktion publicaron el pasado 12 de julio su sorprendente cuarto trabajo de forma totalmente independiente y bajo el título de Justice Flies.
Y digo “sorprendente” porque no es para menos. La historia de este cuarto disco arranca en el momento en el que Xavi, batería de la banda, encuentra entre un montón de basura un ejemplar de Las moscas (1943) de Jean-Paul Sartre, obra de teatro basada en la Orestíada del dramaturgo griego Esquilo. A partir de la lectura de estas Moscas nace la idea que finalmente acabó materializándose en el presente trabajo.
Por hacer un resumen rápido y somero, tanto Las moscas como la Orestíada recrean el mito griego cuyos protagonistas son Orestes y Electra, encargados de vengar la muerte de su padre Agamenón, quien, a su regreso de la Guerra de Troya, ha sido asesinado por su esposa Clitemnestra y por el amante de ésta, Egisto. La diferencia entre ambas, además de en esos 25 siglos que las separan, estriba en que la obra de Esquilo tuvo como objetivo explicar el origen del Tribunal del Areópago, encargado de juzgar los crímenes de sangre en la antigua polis ateniense (y por ende, la sumisión del hombre civilizado a una serie de normas llamadas leyes), mientras que la de Sartre (y, por lo tanto, también el presente trabajo) enfatiza la posición irrevocable de una Electra nada dispuesta a negociar con sus propios principios. El disco conceptual, la opera thrash y la reflexión filosófica, están servidas.
Las letras escritas por Xavi F. Vidal para este disco están acompañadas por una banda sonora al más puro estilo thrash metal de la banda, esto es, abundan los ritmos rápidos, los riffs arrolladores y, si bien en este Justice Flies hay algo más de espacio para las partes melódicas que en trabajos anteriores, esto, lejos de quitar interés al disco, se lo suma y lo hace más rico en matices. A esto hemos de añadir la increíble versatilidad de Iván Lara, que nos regala agudos, voces rasgadas y guturales como si hubiera nacido haciéndolas, y la inclusión de partes corales, elemento siempre importante en cualquier tragedia griega.
Justice Flies está claramente dividido en dos actos, cada uno de ellos encabezados por sendas intros. En el primer acto, una voz en off nos pone en situación de la misma forma que uno de los actores lo hacía siglos atrás en el teatro de Epidauro. En el segundo se narra el reencuentro entre Electra, autora intelectual de la venganza, y su hermano Orestes, mano ejecutora de la misma.
A partir de aquí, se inicia “The Arrival in Argos”, que narra la llegada de Orestes a su Argos natal (en Esquilo, la ciudad es Micenas) con un medio tiempo muy épico y muy rápidamente sucedido por un veloz y agresivo riff thrashero. A continuación, la malvadísima Clitemnestra confiesa su crimen obligada por su propia hija en “The Confession of the Magnicide”, tema igualmente ágil y especialmente agresivo, pero que incluye las primeras partes melódicas y corales. “The Party of the Dead” es un tema musicalmente más ochentero que recrea el funeral de Agamenón y la decisión de Electra de vengar a su padre.
El primer acto finaliza con “The Will to Escape”, un tema con más groove que thrash y que por una parte aporta una cierta calma, un freno, a lo visto hasta ahora, y por la otra nos describe la sensación de angustia de esa hija incapaz de vengar sin ayuda la muerte de su padre.
Tras el fraternal reencuentro, comienza el segundo acto con “The Fallen of the Mask”, un tema casi death metalero con el contrapunto coral que ya hemos mencionado antes. En cuanto a la trama argumental, este tema pone todas las cartas sobre la mesa y anuncia un final inevitable. “The Revenge at Last” añade un punto psicodélico a un tema de speed metal puro y duro que explica la ejecución de esa venganza.
Los dos últimos temas del disco, una vez acabada, en cierto modo, la trama principal, añaden un trasfondo filosófico a la ejecución de Clitemnestra a manos de sus propios hijos. En “The Everlasting Fight” vemos a una Electra atormentada por el remordimiento representado por las moscas que la acosan. El tema cabalga entre el thrash y el power de una forma bastante acertada y añade un interludio lento, épico y coral. Finalmente, “The End” es un temazo de siete minutos, de esos que hay que escuchar con calma. No es un tema especialmente agresivo, y eso va en consonancia con el perdón que los dioses otorgan a Electra y a Orestes y con el reposado final con sonido de pájaros que simboliza el tranquilo regreso de todas las cosas al lugar que nunca hubieran dejado de ocupar. No obstante, las moscas del remordimiento nunca acaban de desaparecer.
Que una banda de thrash lance un disco conceptual basado en la obra de uno de los intelectuales más importantes del siglo XX no es algo que debiera pasar desapercibido a los ojos de nadie. Si, además, este disco contiene el sinfín de matices y recursos que contiene este Justice Flies, no cabe duda de que podemos hablar de una banda que está creciendo, que no tiene reparos en arriesgar y cuya creatividad no sabemos hasta dónde llegará. Justice Flies es un trabajo inigualable, maduro y, mutatis mutandis, a la altura de lo que en su momento fueron otros discos conceptuales como Seventh Son of a Seventh Son (1988) o Dante XXI (2006).
Soñador en tiempos de hierro, solitario corredor de larga distancia, disfruto tanto de leer un libro en el más absoluto silencio como de la música más salvaje imaginable. Y a veces escribo algo.