Regarde les Hommes Tomber – Ascension

He visto por allí estos días en algún que otro medio algunas notas bajas valorando el nuevo disco de los franceses Regarde les Hommes Tomber. Bien conocedor me considero de la banda de Nantes, pues tuve el placer de descubrirlos hace ya muchos años y he seguido su evolución desde cerca. También he podido disfrutar de su black metal en sus arrolladores directos. Y aquí llega mi pregunta ¿de verdad Ascension es tan mediocre como me lo pintan?

Por saturación laboral y falta de tiempo no pude detenerme ni prestar atención al disco cuando vio la luz el pasado 28 de febrero. Era una tarea pendiente y, tras ojear ciertas impresiones, me lancé libre de prejuicios a degustar el tercer larga duración de Regarde les Hommes Tomber.

Haré una breve entrada por si alguien no los conoce. En plena oleada de black metal francés, RLHM se enrolaron en su faceta más atmosférica, incluso llegando a gestionar con dedicación una especie de post / black metal. Sus dos primeros discos fueron aclamados por los fans y la crítica underground, pues el potencial de los del País de Loira derrochaban talento por babor y estribor. Os invito a catar sus dos discos previos, os anticipo que disfrutaréis viendo como vuestra cabecita loca acaba destrozada. Con cariño.

Ascension, como buen tercer disco, tiende a marcar un antes y un después en la carrera de un banda. ¿Lograrán destaparse? ¿Caerán en el olvido? Para un servidor, RLHM se destaparon con Exile (2015) y con Ascension escalan posiciones para codearse con la crême de la escena francesa, que no es moco de pavo.

Lo primero que sorprende en Ascension es la blackenedización de su sonido. ¿No me diréis que no os recuerda a los Behemoth más potentes previos a The Satanist? Escuchado unas cuatro / cinco veces el disco os puedo confirmar que crece con las escuchas. Cada canción contiene un submundo de atmósferas tan densas como oprimentes. Si prestas demasiada atención logra atraparte tanto como agobiarte. Te queda esa sensación de falta de aire, y no, no es culpa del coronavirus. Simplemente el disco es tan intenso que necesitas coger aire. Pero intuyo que la propia banda ha llegado a esta conclusión, pues entre riffs multidimensionales, blast beats punzantes y guturales ansiosos, hay ciertas treguas sonoras que te permiten coger una bocanada de aire “fresco” para seguir con la artillería que te arrojan sin parar.

Difícil comentar las canciones, difícil separar conceptos en algo tan complejo. “A New Order” y “The Renegade Son” son dos de los mejores temas de metal extremo de este 2020. Pero si llegas sin morir al corte que cierra el disco el viaje entre megalodones habrá merecido la pena, pues “Au Bord Du Gouffre” te deja salivando durante 9 minutos. Temazo. Amen.

En resumidas cuentas, como podía imaginarme, RLHM han gestado el mejor disco de su carrera que no es poco. Ascension se postula como firme candidato a mejor disco de black metal y derivados del año. Y, si el virus lo permite, esperamos poder ver a estos atronadores animales en directo.

Beto Lagarda

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