Revisando errores: Architects – The Classic Symptoms of a Broken Spirit (2022)

Hace justo un año se publicó el último disco de los británicos Architects. La exploración de nuevos sonidos colapsó en el panorama del metalcore, fue como un jarrón de agua fría como se suele decir en estos casos. Tras Holy Hell (2018) se vislumbró un cambio y un acercamiento de la banda hacía terrenos más mainstream. Eso normalmente es un azote para los fans, quienes necesitan un tiempo para comprender y valorar con suficiente calma la transición.

Hasta ese momento, Architects no era más que otra banda de metalcore adueñada de los horarios de media tarde en los festivales. Banda de recintos pequeños/medianos o simplemente teloneros de otras bandas más grandes. Con este último disco, la banda de Sam Carter ha escalado con una facilidad pasmosa a los mejores horarios, posiciones más altas en festivales y en tours por Europa en recintos envidiables. En este 2023, Architects han crecido exponencialmente hasta el punto de que ya muchos los consideramos un cabeza de cartel a la altura de Parkway Drive.

Con esta nueva crítica trato de hacer justicia a mi propia desgana y a esta “prisa” que los medios tenemos habitualmente para revisar trabajos nuevos. Cuando The Classic Symptoms of a Broken Spirit (2022) llegó a mi vida no estaba preparado para ello. No lo entendí, no conecté con la banda y odié su cambio. Si bien es cierto que ya nos dieron pistas en For Those That Wish to Exist (2021) ya nos orientó hacia este nuevo futuro, un servidor no fue capaz de verlo con suficiente distancia como para tener una visión alternativa a esta evolución.

El disco se publicó el 21 de octubre de 2022. Un año justo en el que he cambiado, he entendido esta necesidad de cambio. Si yo cambio como persona y moldeo mis gustos, ¿acaso una banda no puede cambiar?. Tengo que admitir que en estos 365 días y revisando mis estadísticas de música escuchada durante este período, The Classic Symptoms of a Broken Spirit y For Those That Wish to Exist ocupan mi primer y tercer disco más reproducidos. Canciones como “Deep Fake” o “Tear Gas” me las he aprendido de carrerilla y son la banda sonora de mi 2023.

Todo arranca con “Deep Fake”, una canción super melódica con un estribillo muy resultón y con un break en los 2/3 increíble. Además contiene una de las mejores frases del disco “We’re fighting with a shadow in the dark”. “Tear Gas” entra con dureza, riff afilado con una batería machacona hasta que Sam Carter destripa los versos con calma pero con dureza. Sin guturales y con un estribillo a múltiples voces muy efectivo. También ésta es una de las mejores canciones del disco.

Paseando por lo que a priori son tres canciones menores me sorprende que la gente no adore “Spit the Bone”, una de las canciones con el sonido más moderno que la banda ha creado nunca. También tengo que destacar los geniales estribillos de “Burn Down My House”, una de las piezas más pesadas del disco.

“When We Were Young” fue el primer adelanto de la banda y ha acabado siendo la canción más querida del disco. Una oda a la juventud de una banda que ha madurado y empieza a envejecer. A nivel creativo es sin duda una de las canciones con más punch de la carrera de la banda. Melodías, dureza contenida, temática… un verdadero himno. En palabras de Dar Searle, el batería:

“Es una canción que reconoce lo que se gana y lo que se pierde al envejecer. A medida que el mundo se despliega a nuestro alrededor podemos sentirnos abrumados por su infinita complejidad. Cuando tenía 20 años creía que lo tenía todo claro, hoy estoy seguro de que nunca entenderé la realidad. A medida que envejecemos perdemos la inocencia y, aunque el fatalismo y el cinismo pueden introducirse en nosotros, también empezamos a centrarnos en la gratitud por la existencia y por aquellos a quienes amamos.”

Tras el himno, la banda no se queda corta con una “Doomscrolling” impresionante que sigue la dinámica establecida en las primeras canciones del disco. Regresa la dureza con una “A New Moral Low Ground” que también posee un estribillo magnífico. Pero si prefieres algo más lento te puedes entretener en “All the Love in the World”. Y para cerrar tenemos “be very afraid”, una veloz canción con un Dan Searle brutal tras los bombos y un Sam Carter más gritón.

Y tras este nuevo repaso al disco, comentar que simplemente es hacer algo de justicia por mi prematura y poco afortunada revisión del disco hace un año. A veces no estamos en el momento adecuado con el mood adecuado. Pero por eso somos humanos y sabemos reconocer nuestros errores. En este caso, mea culpa, pues el último disco de Architects es realmente un disco ENORME.

Beto Lagarda

Rock en todas sus extensiones