Crónica y fotos del Ripollet Rock - Parc Dels Pinetons de Ripollet (Ripollet), 24 de Agosto de 2018

Ripollet Rock 2018: una edición agridulce

Datos del Concierto

Ripollet Rock

Bandas:
Royal Hunt + Crazy Lixx + Serenity + Hard Buds + We Exist Even Dead
 
Fecha: 24 de Agosto de 2018
Lugar: Parc Dels Pinetons de Ripollet (Ripollet)
Promotora: Associació Ripollet Rock
Asistencia aproximada: 5000 personas

Fotos

Fotos por Manuel Damea

Nuestra Previa

Los que hemos trabajado en puestos (más o menos) comerciales, o simplemente de cara al público, sabemos que por estas tierras se lleva mucho eso de querer todo lo que sea gratis, aunque no se vaya a usar o, quizá, ni siquiera nos guste. Es algo cultural, lo llevamos en el ADN, y apuesto a que seguirá así durante generaciones.

Pero, ¿por qué digo todo esto? Pues porque el festival que hoy nos toca reseñar, el mítico Ripollet Rock, lleva 26 años siendo gratuito, y aunque, según me dijeron, este año había muchísima menos asistencia que en pasadas ediciones, lo del primer párrafo parecía que se cumplía. Cinco grupos de hard rock y heavy metal de los cuales sólo pude ver cuatro, bastante gente pero una frialdad en el público que me sorprendió.

Sí, había gente de todo tipo, desde los amigos y familia de alguno de los grupos hasta abuelitas (literalmente) o chiquillos corriendo, pero en ningún caso hubo demasiada interacción con los grupos más allá de cuatro aplausos mal contados y algunos oés. No sé si es habitual en el festival, es a la segunda edición que voy (y la primera fue aquella en la que tocó Edguy y que se celebraba en un campo de fútbol), así que poco más puedo decir al respecto.

Eso sí, quiero destacar la buena organización. No me esperaba yo ver tantos puestos de merchandising, caseta para firmas, dos barras muy bien llevadas y puestos de comida, todo esto en un espacio mucho mayor al que yo recordaba de hace unos 15 años o así. Así que, a pesar de todo, lo primero es felicitar (y agradecer) a la organización. Y lo segundo es ir a por las bandas. Que quede dicho que no puede ver a Serenity, así que para inventarme cosas, prefiero no decir nada de ellos, ni para bien ni para mal.

We Exist Even Dead

Los Weed, como ellos mismos dijeron que se les conocía, jugaban en casa. Lo sabían ellos, lo sabían sus seguidores y lo demostraron todos juntos. Bien, esto de lo poco que puedo decir con coherencia, ya que un amante del hard rock y el power metal tiene poca credibilidad reseñando a un grupo de música tirando a lo extremo.

El sonido ni fue el mejor del mundo (los coros ni se oían, y eso que estaba en primera fila), pero la actitud que demostraron y la alegría de estar ahí encima que transmitieron son innegables. El grupo de seguidores/amigos/familia que se había reunido (unos cuantos para ser la primera banda) se lo pasó bien, no sé si tanto como ellos encima del escenario, pero percibí muy buen rollo durante el rato que tocaron. Seguro que alguno incluso se rompió el cuello, como demandaban desde el escenario.

Sonaron nueve temas que, aunque no sé clasificar demasiado bien, dejaron claro que los chicos tienen tablas más que sobradas y que saben lo que se hacen. “The Swarm”, “White Lotus”, “Grizzlies”, “Decrowned”, “Skyline”, “Meet No End”, “Self-Reflected”, “False Gods” y “Unlimited” fue lo que sonó y de lo que disfrutamos.

Sin ser yo un amante del estilo, lo que puedo decirte, querido noiser, es que si el metal extremo y modernillo es lo tuyo, tengas a estos chicos en el punto de vista, pues darán que hablar.

Hard Buds

Desde Girona nos llegaba el rock and roll más clásico, más acedecero y, a priori, una música perfecta para un ambiente festivo, como es la fiesta mayor de un pueblo. Y aunque estuvieron acertados (a pesar de los problemas de sonido), me dejaron frío. Bueno, digo dejaron y no sé si es lo más acertado. Quizá, simplemente, me contagié del ambiente que he descrito al principio, pero la sensación no fue la de fiesta y juerga que implica su música (excepto por el bajista, que disfrutaba como él solo).

Nos presentaban Thunderstorm (y parece que la llamaron, pues los rayos y relámpagos aparecieron, poniendo épica a todo aquello), y con el tema homónimo empezaron. “Are you ready”, “Take it easy”, la versión de Airbourne “Runnin’ Wild”, “It’s Rock and Roll”, “Wake me up” y “Fireballs” completaron el setlist.

La impresión es que el Ripollet Rock no era el lugar idóneo para escucharlos y que en una sala menor, más cerca del público, su música impactaría más. Pero oye, otro grupo que descubrí, que además me hizo pasar un rato agradable y encima sin pagar entrada. Bienvenidos sean… y apuntaos sus giras. Seguro que en familia son la risa.

Crazy Lixx

Bien, el plato fuerte para el que escribe. Los Lixx no son mi grupo preferido, ni siquiera el grupo de hard rock escandinavo de nueva hornada que más me gusta, pero indudablemente me divierten, tienen cosas que me encantan (por mucho cliché del que tiren) y, la verdad, me apetecía mucho verles. Además, su Ruff Justice  (2017) es un disco más que bueno.

Sin demasiada dilación y tras una intro muy en su línea, saltaron a escena con “Wild Child”, single de su último trabajo. Tras unos 5 o 6 segundos ya se vio que ahora sí, ahora el sonido era otro. Aquello sonaba la mar de bien. El bajo era atronador, al igual que el resto de instrumentos, y la actitud de los cinco componentes fue espectacular. Se notan las tablas, pues se necesitan para lidiar con un público más bien poco entregado.

Nos dijeron que están en medio de la grabación de su siguiente álbum, pero que si les llaman desde España tenían que venir (en esta ocasión no nos ganaron), e hicieron un concierto tocando buenos temas como “Children of the cross”, “Whiskey tango” o “21 til I die”, pero me faltaron algunas canciones que, no sé si por el tiempo que tenían o porque no les dio la gana, dejaron fuera, como “Riot Avenue”, “Hunter of the hearts” o “All looks, no hooks”. Para gustos los colores, claro, y de largo fue lo mejor de las cuatro bandas que vi, pero incluir alguno de esos temas hubiese hecho que fuera un concierto mejor.

Al final se me hizo corto. Ni bises ni nada, sólo algún que otro comentario de Danny Rexon acerca de las sustancias que se fumaban por allí, que seguro que no eran tabaco, y cuatro fans enloquecidos. Me lo pasé bien, y ya por este concierto el Ripollet Rock ya valió la pena.

Destacar, finalmente, que mientras tocaba Royal Hunt, estos suecos estaban firmando y había una cola inmensa. Algo deben tener…

Royal Hunt

Si has llegado hasta aquí no te sorprenderá que diga, por enésima vez, que me dio la sensación de que el público estaba frío frío, así que me daba miedo como caería una música como la que practica Royal Hunt. Vi varias camisetas del grupo, y es cierto que en ocasiones puntuales sí hubo más movimiento entre los asistentes, pero mis miedos se hicieron realidad. Royal Hunt no (me) pegaban nada en el festival. Sí, el sonido era excelente, el mejor de la noche con muchísima diferencia. Los músicos, de un nivel altísimo, destacando por encima de todos el sr. D. C. Cooper, que demostró unas tablas y unas poses mega guays más que contrastadas, pero me dejaron tremendamente frío.

Al quinto tema aún no había sonado “Kingdom Dark”, “Running Wild” o “Flight”, y sí un elenco de temas poco movidos, con demasiada presencia de teclados pseudo ambientales (más allá de la importancia que tienen en su música) y poco gancho, en general.

Como digo, en alguna ocasión sí que hubo cierta comunión público – banda, más que en cualquiera de los otros conciertos (para eso eran los cabezas de cartel), pero no supieron acabar de ganarse a los asistentes.

Como con Hard Buds, la impresión es que estaban en un sitio que no les correspondía, y que en otro tipo de sala (más pequeña, más acogedora), su estilo triunfaría por todo lo alto. Allí, a mí y a unos cuantos más nos dejaron fríos.

 

No quiero acabar la crónica sin agradecer de nuevo el esfuerzo que pone la asociación para, cada año, montar un festival gratuito. No es fácil, ya nos lo dijeron en una entrevista, y el mérito es enorme. Si desde Science of Noise podemos hacer algo para ayudarles, aquí estaremos. Sólo espero que para futuras ediciones puedan traer un cartel más acorde con lo que el público demanda en este tipo de festivales.

 

Xavi Prat
Sobre Xavi Prat 399 Artículos
Llevo en esto del heavy más de media vida. Helloween y Rhapsody dieron paso a Whitesnake y Eclipse, pero Kiske sigue siendo Dios. Como no sólo de música vive el hombre, la literatura, Juego de Tronos y los tatuajes cierran el círculo. Algunas personas dicen que soy el puto amo, pero habrá que preguntarles por qué.