Rivers of Nihil – When Owls Know My Name

Nuestra Nota


9.5 / 10

Ficha técnica

Publicado el 16 de marzo de 2018
Discográfica: Metal Blade Records
 
Componentes:
Jake Dieffenbach – Voz
Adam Biggs – Voz, bajo
Brody Uttley – Guitarra, teclados, programación
Jonathan Topore – Guitarra
Jared Klein – Batería, coros

Temas

1. Cancer / Moonspeak (1:44)
2. The Silent Life (6:34)
3. A Home (5:19)
4. Old Nothing (4:44)
5. Subtle Change (Including the Forest of Transition and Dissatisfaction Dance) (8:34)
6. Terrestria III: Wither (3:49)
7. Hollow (5:13)
8. Death Is Real (6:09)
9. Where Owls Know My Name (6:42)
10. Capricorn / Agoratopia (7:50)

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Rivers of Nihil llevan desde el año 2009 dando guerra y editando material de gran calidad. Su anterior disco Monarchy (2015) les dio un gran empujón en su carrera tras un par de geniales EP’s y su primer larga duración The Conscious Seed of Light (2013) que les hizo entrar en el circuito del death metal a nivel internacional.

Este 2018 nos presentan su nueva obra que lleva por título When Owls Know My Name, un nombre sugerente que encierra una maravilla de la música extrema. Tras un par de avances muy jugosos salió el disco entero colgado en infinidad de plataformas digitales e incluso el sello Metal Blade Records lo subió a su canal de Youtube de forma íntegra para nuestro disfrute.

El disco empieza de manera suave con unos sintetizadores y teclados que mezclados con una delicada voz desconcierta bastante. Acto seguido entra “The Silent Life”, canción que sirvió para presentar el disco en sociedad y que aúna todos y cada uno de los ingredientes que forman la música de los americanos. Múltiples cambios de ritmo con riffs enormes y técnicos pero en su justa medida sin abusar de recursos que en muchas ocasiones cansan al oyente. Después de un vendaval de metal extremo llegamos al punto jazzy en el que por primera vez hace acto de presencia un instrumento no muy común en este tipo de música: el saxofón. Una parte que enamora y te hace volar sin necesidad de alas, pero vamos, no dura mucho y nos vuelven a asaltar para después volver con un solo de saxo de pura locura.

La siguiente “A Home” también fue uno de los adelantos para presentar el disco y aunque parece una canción suave, nada más lejos de la realidad. Se trata de una canción exquisita con partes muy progresivas, riffs muy elaborados con un abuso de la cuerda de más calibre. Pero si piensas que hasta aquí pueden llegar en lo que a metal extremo nos referimos llega el hostión padre con “Old Nothing”. Su riff principal es de lo más brutal que han escrito nunca y no paran ni un segundo, tan solo en una parte intermedia para luego terminar a lo grande y de manera épica. La batería alcanza unas velocidades desorbitantes con el doble bombo y ejecuta unos blast beats impresionantes. Como no, la producción ayuda y mucho a poder apreciar todos los detalles que tiene la música de Rivers of Nihil que no son pocos. Además, las atmósferas que consiguen en cada uno de los cortes son espectaculares que junto a solos sencillos pero llenos de sentimiento nos abducen y nos evocan paisajes recónditos inspirados por su grandísima y genial portada, obra de Dan Seagrave.

Se tornan algo más suaves y delicados con “Subtle Change” con unas guitarras acústicas bastante etéreas que dan paso a unos ritmos más pausados, voces limpias que no desentonan para nada con todo el conjunto. Nos muestran su vertiente más prog, no siendo muy habitual a lo largo del disco pero que les queda espectacular.

“Terrestria III: Wither” empieza con unos sintetizadores envolventes y unas guitarras que van guiando al resto mientras el saxo de forma suave se adentra en tu mente clavándose sin remedio. La delicadeza con la que ejecutan esta canción te hace incluso pensar que no estás escuchando el mismo disco. Ah amigo, pero de pronto atacan con una parte de lo más industrial y oscura que te hunde más en su mundo. Su intensidad se va acrecentando mientras van añadiendo elementos que la enriquecen con un gran gusto. Podría ser perfectamente la música de una película o un videojuego.

De forma etérea y mágica aparece “Hollow” para despertarnos del letargo que supone la canción anterior y vuelven a su versión más conocida. La voz toma un protagonismo especial en esta canción demostrando Jake Dieffenbach que es un gran cantante con una fuerza brutal. Nos encontramos otro solo marca de la casa donde impera el feeling que el tocar rápido. Su música está tan llena de matices y cambios que puede aturdir un poco a las primeras escuchas pero cuando captas su esencia te enganchan.

Death Is Real” es un claro ejemplo de su potencial donde los ritmos contundentes y marcados toman las riendas de la tralla que están desplegando. Rompen las dinámicas, se aceleran, cambian y reconstruyen hasta absorberte con su lado más progresivo. Su final, delicado e hipnótico da paso a la que para mí es su mejor canción del disco que da título a este y que es deliciosa, tiene altas dosis de epicidad y unas partes instrumentales muy variadas. Vuelve a aparecer el saxo en el momento más jazz de todo el álbum aportando un punto de frescura que sorprende.

Para el final nos tienen preparada una oda atmosférica que empieza con unas desconcertantes voces. “Capricorn / Agoratopia” es perfecta para cerrar este espectacular disco aportando un punto de calma. Pero no pueden estar tranquilos mucho rato y asaltan de nuevo con unos dobles bombos acelerados y unos riffs infernales, técnicos y melódicos. Su final con el saxo de nuevo es pura magia.

Sencillamente espectacular y está a muy poco de ser perfecto. El único punto negativo que le encuentro sería su extensa duración llegando casi a la hora, por lo que se puede hacer algo pesado de escuchar entero aunque se puede disfrutar en pequeñas dosis y así analizar los múltiples matices que encierra Where Owls Know My Name.

Robert Garcia
Sobre Robert Garcia 427 Artículos
Death, thrash, djent, dark, progresivo, doom, black, experimental, jazz, clásica, electrónica... La música me mantiene vivo, es una droga que da sentido a este extraño sueño llamado vida. Músico autodidacta, guitarrista, cantante y enfermo de escuchar y escuchar música sin parar.