Riverside disipa toda Duda en Barcelona: futuros reyes del prog

Los polacos Riverside y su líder Mariusz Duda me parecen, y de largo, una de las mejores agrupaciones de la actualidad. Podría llegar a decir que Wasteland es el mejor disco editado en los últimos 15 años, pero llegar a grabar una pieza tan absolutamente magistral dentro del metal progresivo emocional se cobró un peaje superlativo: la muerte de su guitarrista Piotr Grudzinski. Eso sumió al grupo en un aura de tristeza absoluta y consiguieron hacer algo increíble de la fatalidad. Ahora parece que el duelo ha pasado, y afortunadamente para sus seguidores continúan, Maciej Meller, guitarrista, es miembro fijo del grupo y han decidido pasar página hasta el punto de que no tocan ni una canción de Wasteland. Para su salud mental… era necesario.

Recinto a tope, muchas ganas y con los vientos a favor de que Riverside sean algo realmente grande. Han pasado de Salamandra a Razz 2 y me sigue pareciendo que este grupo está destinado a seguir creciendo de una forma imparable, pues su última obra ID.Entity es una absoluta maravilla. Tampoco renuncian a su pasado y el grupo es capaz de recuperar piezas antiguas, pero en un alarde muy prog, juegan a tocar las canciones de forma diferente, con diferentes arreglos e incluso metiendo pasajes de otras canciones pretéritas en las actuales. Eso es un poco Dream Theater, por mucho que ellos ya consideren que la etiqueta progresiva se les queda pequeña.

Lesoir cumplen como teloneros

Siendo francos, poco sabíamos de Lesoir, quinteto muy profesional con dos chicas en teclados y voces que se embarcaron en la difícil faceta de tocar con flauta travesera, real en cortes como “Mosaic”. Mucha movilidad de instrumentos con cambios constantes e incluso jugando con bases pregrabadas en una “You Are the World”, cargada de acústicas. Buenos momentos prog e incluso bajando a reminiscencias folk muy étnicas, caso de una “Babel”, que iba otra vez con flauta inclusive. “Dystopia” es un ejercicio muy a lo Pink Floyd en el que el grupo demuestra posibilidades y cambios de instrumentos entre sus integrantes. No sorprenden especialmente, pero poseen un aura muy lograda bajo luces azules.

“The Drawer” confirmó su rock progresivo elegante, pero realmente nos convencieron ampliamente con ese “Two Faces” en la que Maartje rememora un poco a las grandes vocalistas femeninas de los 90. No son un grupo novel y sus cuatro discos así lo atestiguan. Pura escuela holandesa que agradeció en sobremanera la entrega del público catalán. Bien, Lesoir, pero suena todo a grupos que ya hemos escuchado con anterioridad, y eso termina lastrando un concierto que, en el fondo, convenció ampliamente al respetable. Impresionaron esos momentos en los que Maartje y Eleën tocan los teclados y el grupo consigue ese trance hipnótico.

Setlist Lesoir:

Push Back the Horizon
Mosaic
You Are the World
Somebody Like You
Babel
Dystopia
The Drawer of the Chest in the Corner Is Empty
Two Faces

Riverside miran hacia adelante y pasan página

De entrada, hay que decir que los polacos no llevan nada pregrabado, algo que realmente, a los que nos gusta la música en directo, apreciamos. Mariusz iba con su coleta, armado con su bajo y con una indumentaria negra con franjas rojas, muy a lo Mosso d’Esquadra. Los cinco octógonos empezaron a proyectar luz en la intro de teclado de Michal Lapaj hasta que el líder espetó un “Hola, Barcelona” para dar paso a la brillante “Addicted”. Canciones tan rotundas y accesibles como esta pueden llevar a Riverside hasta cotas de popularidad enormes. Digamos también que el bajo sonaba a volumen Steve Harris…

“02 Panic Room” es la primera referencia a su catálogo más pasado, y la disfrutamos como niños. Sonidos progresivos de la estela Steven Wilson que incluyeron ese mannequin challenge en el que el grupo se queda petrificado. Nada mal para un inicio de concierto… Mariusz hizo referencia a que han pasado tres años ya desde su última visita, y justo me la perdí por Covid, aunque en esos momentos no sabía que tenía esa enfermedad, y yo que hacía bromas sobre la misma… “Landmine Blast” fue la primera incursión a su nueva obra, de marcado bajo y mucha frescura. Aromas orientales, final generoso y extenso para luego caer en brazos de “Big Tech Brother”, en la que los detalles técnicos fueron soberbios, especialmente el riff marcado de teclado de Lapaj.

Luego hubo otro parlamento para decirnos que les encanta “cuando la audiencia es el quinto miembro del grupo”, pero la platea ya estaba ganada de antemano y el “Left Out” fue todo un regalo, combinando en tiempos calmos luces rojas, luego blancas y con esos riffs coreables de “Uoooo, uoooo”, con la gente dándolo todo. En canciones como esta, ya percibes que Riverside tenía algo especial desde hace muchos años… Nos avisó el “mosso d’esquadra” que iban a tocar canciones con arreglos diferentes y que les apetecía variar lo que suena en los discos… que para eso está el directo: para jugar. Así que metieron un fragmento del Wasteland en la rotunda “Post-Truth”, otra de las nuevas. Definitivamente los momentos en los que Duda canta solo, acompañado por guitarra o teclado, y luego vuelve a arrancar todo el grupo, con todo, son estelares.

“The Place Where I Belong” fue otra Buena muestra de que lo que han grabado hace poco es realmente potente y muy bello. Pocas bandas en la actualidad se pueden acercar a lo que ofrecen los de Varsovia. Se divirtió su líder con el concepto de aniversario, pero anunció que una canción ya ha cumplido muchos años, y luego sonó a gloria: “We Got Used to Us”. Otra vez ese momento bañado en luces lilas en el que voz y teclado te aúpan hasta lo más alto. De lo mejor de la noche… y decir esto ya es mucho para Riverside. “Edonist Egoist” tiró de grandes coros, y las palmas de los presentes acompañaron la canción, una de sus definitivas. Trance hipnótico de belleza absoluta con un grupo rozando la perfección en directo.

Terminaron el set general con “Friend or Foe?”, con esos teclados ochenteros tan escandalosos como buenos. Guardaron lo mejor del último disco para el final y se lo llevaron de calle. Más allá de que te puedan gustar o no, canciones como esta te harían bailar toda la noche, y lo mejor es que el poso progresivo está allí. Absoluta maravilla que en directo suena a gloria y gran papel del guitarrista Maciej Meller. Los bises empezaron con “Self-Aware”, también de su última obra, de cadencia pegadiza y soberbia, además de un teclado muy Deep Purple. Mariusz se dedicó luego a preguntar cuántos éramos de Barcelona capital, y cuántos les habíamos visto antes, para finalizar con una preciosa “Conceiving You”, en la que se puso la capucha y nos regaló esos momentos susurrados y con un final extenso.

Riverside confirman el secreto a voces de que son el grupo llamado a recoger el testigo de Porcupine Tree y de Steven Wilson. Pasarán los años y veremos que desde el 2010 al 2030 vivimos una era dorada de bandas progresivas que empujaron el estilo hacia cotas maravillosas, y que los polacos, fueron punta de lanza en esa empresa. La gracia de todo es que Riverside pueden llegar a crecer mucho más allá de lo que entendemos dentro del rock progresivo, y que desde Muse, no había habido un grupo con semejante potencial. El día que lleguen al gran público nos tiraremos de los pelos, por lo que disfrutemos de ellos hasta que todo explote.

Setlist Riverside:

Jordi Tàrrega

Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.