Tras cinco años de silencio discográfico, llega el esperado nuevo disco de Rob Zombie. La espera ha valido la pena, pues The Lunar Injection Kool Aid Eclipse Conspiracy es, posiblemente, el mejor disco de Rob en 20 años. A ver, tampoco era algo difícil superar sus últimos cuatro discos que, pese a no ser todo lo que uno puede esperar de un artista de su talla, no pasaban de mediocres.
Des de The Sinister Urge, el ex White Zombie ha destinado más energía en su carrera como director de cine de Serie B a su faceta como banda de rock. Y bueno, parece que al fin ha recapacitado para ofrecernos el disco que todos esperamos con ganas.
The Lunar Injection Kool Aid Eclipse Conspiracy tampoco es un disco excelente, pero tiene todo lo que podemos requerir de un disco de Zombie. Canciones con gancho adornadas con su música industrial – groove y esos momentos rellenos estrambóticos salidos de los argumentos de sus films.
El nuevo disco tiene algo importante y destacable como es el hecho que no te aburras cuando estás con él. Pues algo recurrente en sus últimos trabajos era que el aburrimiento reinaba a partir del ecuador de cada disco. Canciones como “The Triumph of King Freak”, “The Ballad of Sleazy Rider”, “Shadow of the Cemetery Man” y “The Satanic Rites of Blacula” son de lo mejorcito de Rob en 20 años. Canciones que superan y mucho la media de cortes de este disco.
Personalmente no me gusta el uso de nombres tan largos para las canciones, pero bueno, es algo totalmente personal. Esa mezcla de nombre inventado con adornos superfluos no me parece muy acertado, al igual que el nombre del disco, demasiado largo. Para mi, es disuasorio a la hora de encarar una escucha neófita.
Y siguiendo en las canciones del disco, poco más a añadir. Más allá del cuarteto antes citado, el resto son seis nexos de unión entre cortes grandes que rozan el minuto de duración y las seis canciones restantes son de notable impacto. Todo lo que puedes esperar de canciones “secundonas” de Rob Zombie.
Buen y esperado retorno de Zombie que nos regala un disco muy a la altura de su calibre como músico y nos regala una bocanada de aire nuevo para endulzar su carrera que parecía haberse encallado hace ya unos lustros.