Rock Brasil 40 anos: El regreso del rock a los escenarios cariocas

No solo Europa está reabriendo las puertas a las actividades culturales. Los países sudamericanos también han retomado parte de su rutina, más concretamente Brasil, aunque aquí -y para muchos-, la pandemia terminó hace mucho tiempo o ni tan siquiera existió. No corresponde a nosotros juzgar a nadie, así que nos pondremos manos a la obra. Lo nuestro es hablar sobre el buen y viejo rockandrolla.

El festival Rock Brasil 40 anos es el primer evento test post-pandémico y cuenta con bandas que, durante las últimas cuatro décadas, han escrito la historia del rock brasileño. Un evento que, además de los conciertos sobre el escenario principal, también cuenta con pocket shows, exposiciones, presentaciones teatrales con temas relacionados con la historia del rock brasileño, y todo ello girando alrededor de las cuatro décadas en cuestión.

Fernando Magalhães Instrumental

Por suerte para nosotros, nos topamos con una de las mejores noches del festival, nada más desembarcar en Río de Janeiro. En el escenario principal tuvimos como teloneros a una banda liderada por Fernando Magalhães, guitarrista de Barão Vermelho, conduciendo al público con maestría y notable virtuosismo. Interpretaron todos los clásicos brasileños de los últimos 40 años en versiones instrumentales, y no solo y exclusivamente de su banda, sino también hicieron versiones de bandas como Legião Urbana, Paralamas do Sucesso, Kid Abelha y Lulu Santos, entre otros. Convirtiendo el evento en un gran y animado karaoke para un público nostálgico con sed de alegría.

Plebe Rude

Tras la presentación de apertura y una rápida en el backstage para encontrarse con viejos amigos y hacer nuevos contactos, llegaba el momento de la Plebe Rude que, para gran parte del público, era el concierto principal de la jornada, el que no había que perderse.

La banda, incluso después de dos años de inactividad sobre las tablas y siendo solo el segundo concierto desde entonces, demostró estar en forma, en sintonía, preparada para cuando se disparara el chupinazo. Esa charla (excusa) de “no sé si podemos ofrecer un gran espectáculo, estamos parados por la pandemia…”, fue toda una farsa, por llamarla de alguna manera. La Plebe se comió la noche y los «plebeyos» más apasionados, que disputaban codo a codo tomar un sitio delante del escenario, se fueron más que contentos.

Clemente Nascimento, icono del punk rock brasileño, lleva la voz cantante en el tema “Brasilia”, exponiendo líricamente el verdadero rostro de la capital brasileña, acompañado de la distorsión y la voz de Philippe Seabra. En la secuencia tuvimos “Johnny Vai à Guerra”, una letra tan completa que el videoclip de la canción bien podría ser un cortometraje. Seabra toma la delantera en la segunda voz, André X con el pie apoyado en la vuelta, despliega su postura punk y Marcelo Capucci demostró porqué hace una década se hizo cargo de la cocina para nunca salir.

En un escenario erigido junto a Candelária, lugar conocido no solo por su belleza arquitectónica sino también por la matanza de niños de la calle, ejecutados a sangre fría simplemente por existir, simplemente por ser quienes eran, menores infractores de una sociedad que no les ofreció siquiera una opción. Allí, Clemente, un punk de piel negra fue la mejor representación de esa ironía, fue la voz que cantó contra las injusticias en un contexto que expone el horror y la belleza, tal y como se mencionó anteriormente, exponiendo lo que somos, el país de las contradicciones.

Seabra, antes de comenzar “Años de luta”, demostró toda su alegría por estar una vez más ante un público. La letra de la canción en cuestión es una perla, un juego de palabras que recuerda canciones y letras de otros artistas que también marcaron una época, hechos actuales que se entremezclan con errores pasados ​​y que se repiten de nuevo, pero que al final culmina en un mensaje positivo y esperanzador de cara al futuro.

Clásicos como “A ida” y “Censura”, del disco Nunca fomos tão brasileiros (Nunca fuimos tan brasileños), el disco must have de la banda, provocaron gritos de «¡Fora Bolsonaro!» entre el público y acto seguido, coincidencia o no, la canción “O que se faz” («El que se hace») entra en acción. El mensaje de Seabra volvió a ser contundente, “¿Prefieres vivir de rodillas o morir de pie?”. Otra letra contundente que te deja con lágrimas en los ojos. Brasil está a la deriva, está en peligro, desordenado, confuso, miserable… y rico al mismo tiempo.

Otra cuestión que siempre marcó al grupo fue llevar al gran público obras de bandas que no han salido del underground brasileño. La canción “Luzes”, de los extintos Escola de Escândalos, es una de ellas, pero no la única. Poseedores de una arteria punk rock, la banda también toca “Medo” de los míticos Cólera y “Pátria Amada” de Inocentes. Ellos también tienen el honor de haber sido la primera banda, allá por los 80, en hacer una canción ambientalista, “A serra”, que en ese momento ya mostraba preocupación por la deforestación del Amazonas.

Un espectáculo completo, con una cantidad de canciones que podríamos tirarnos horas diseccionando frase a frase, detallando y absorbiendo. Disputas religiosas, políticas, sociales e incluso coloniales. Hay incluso una canción llamada “Descobrimento da América” que muy bien se podría convertir en la banda sonora de las protestas del 12 de octubre.

Camisa de Vênus

Misión casi imposible la que tenía el grupo que cerraba la velada, Camisa de Vênus. Subir al escenario después de la actuación apisonadora de la Plebe Rude es, como mínimo, jugar por un empate, sabiendo que una victoria será casi imposible. Con todo el respeto a la indiscutible historia de la banda, pero aunque tocaran todos sus clásicos, no ganaron el partido, pero dejaron al público bastante animado en la húmeda noche carioca con su rock ‘n’ roll macarra, un rockabilly pionero en la historia de Brasil, más aún si tenemos en cuenta que todo eso fue hace 40 años. Un banda siempre liderada por el polémico vocalista Marcelo Nova.

Abrieron la noche con “Simca Chambord” y, sin tiempo para respirar, detonaron “Hoje”, uno de los clásicos más celebrados de la banda, especialmente para los punk rockers y rockabillys más nostálgicos.

Como se dice en España, para gustos, colores. Fue en este clima que Camisa presentó temas de su reciente trabajo, “Agulha no palheiro” y “Gegê cadê getúlio”, composiciones características, con un ADN 100% compatible.

Para no perder el ritmo “Bete Morreu”, otro de sus hits con historias escabrosas, subió aun más los ánimos en el centro de Rio. Dos guitarristas “disputando” riffs, Robério Santana y sus típicas líneas de bajo. Más adelante, y entre una u otra nueva canción, tuvieron tiempo de atacarnos con “Deus me da grana” y “My Way”.  Pero fue con “Only the End” que cerraron su set de forma sugerente.

Como dijo Nova a lo largo de la presentación y en la entrevista posterior al espectáculo, el rock está de vuelta… si es que alguna vez se fue. Rock Brasil 40 anos y por muchos más.

Mauricio Melo & Gustavo Melo

Mauricio Melo