Crónica y fotos del Barcelona Rock Fest 2022 - Parc de Can Zam (Santa Coloma de Gramenet), 2 de julio de 2022

Barcelona Rock Fest 2022 (I) – La rebelión de los septuagenarios: Kiss y Judas Priest se salen en el día que Dave Mustaine resucita

Datos del Concierto

Barcelona Rock Fest 2022

Bandas:
Kiss + Judas Priest + Megadeth + D-A-D + Blues Pills + Phil Campbell and the Bastard Sons + Doro + Angelus Apatrida + Obús
 
Fecha: 2 de julio de 2022
Lugar: Parc de Can Zam (Santa Coloma de Gramenet)
Promotora: Astrorock Events, S.L.U.
Asistencia aproximada: 40.000 personas

Fotos

Fotos por Xavi Arqués

El Rock Fest… cuánto nos gusta criticarlo y cuánto lo hemos podido llegar a echar de menos en esta edición de 2022. La situación no ha sido nada favorable y las cosas no han pintado nada bien meses atrás, pero le han podido dar la vuelta como a un calcetín y ha vuelto a ser un éxito de público y de conciertos. Personalmente, he podido estar en todas sus ediciones y, muy posiblemente, esta sea en la que los cabezas de cartel hayan demostrado su estatus y lucido como nunca (y lo extiendo a todos los días del festival).

Como fan de Tarantino que soy, empezaremos por el final, por el tercer día en vez del primero, ya que hubo momentos realmente soberbios esa jornada que todavía tengo grabados en las retinas. El Covid y Ryanair (dos de los grandes males del siglo XXI) no ayudaron especialmente a que los festivales europeos (no solo patrios) hayan tenido las cosas fáciles. Y de repente amanecíamos con Mind Driller, Disconnected, los reubicados Diamond Head y Bullet en horas casi imposibles.

Pero el sorpresón del día, absolutamente inexplicable, era el misterioso cambio de Medina Azahara por Obús. Habrá cosas que deberán ser explicadas, pero quedémonos de momento con una jornada histórica.

Blues Pills demuestran que el retro rock tiene cabida en Can Zam

Llegué a medio concierto de los suecos Blues Pills y pude ver a Ellin Larsson en todo su esplendor vocal y estético. Vestía de impoluto rojo con botas blancas mientras el grupo ofrecía un retro rock de enorme calidad y de reminiscencias sesenteras. También decía eso de “Barcelona es una de mis ciudades favoritas…”. Es ella una de las vocalistas del momento, aunque también os confieso que cada disco de Blues Pills me engancha menos.

El enérgico cuarteto posee momentos de intensidad y consiguió hacer cantar al público destacando en “Bye Bye Birdie” con un gran Zack Andersson a la guitarra. De lo mejor de la velada fue ese “Devil Man”, con esa voz rota y esa alma bluesera. Incluso Ellin tuvo un momento de desenfreno en el que bajó a cantar en las primeras filas y el grupo aguantó el tipo hasta que subió para terminar la canción. Detalles bien jugados en festivales para dejar ese recuerdo imborrable. Ojalá Rock Fest opte por dar más cabida a grupos de este estilo.

Phil Campbell and the Bastard Sons ya tiran totalmente de Motörhead

Es obvio que don Phil Campbell y sus vástagos tienen claro que en un show de festival, lo que toca, es darle a la gente lo que quiere: Motörhead. Si hay una banda capaz de mantener su legado y no caer en los dichosos tributos, son ellos, puesto que Phil estuvo con Lemmy media vida. Así que “Highway Star” de los Purple de fondo para dar la entrada junto a esa eterna bandera de Gales sobre uno de los bafles.

“Iron Fist” retumbó con el añadido del extra en el sonido de bajo, y ya no hubo pausa para encarar directas “Damage Case” y “Rock Out”. Eso de poder escoger las canciones que quieren nos da gratas sorpresas, e incluso el propio Phil confesó que “Rock Out” es de sus favoritas. “Orgasmatron” te suena algo ralentizado, pero es porque la versión de Sepultura está en el inconsciente colectivo de muchos que vivimos los 90.

Favoritas del público como “Stay Clean” o “Born to Raise Hell” encendieron al fan golpeado por el sol. Joel Peters cumplió muy bien a la voz y nos hizo levantar las cervezas para brindar con él. Homenaje a los pipas en “(We’re) the Road Crew” y un “Ace of Spades” que cayo pronto. Pero la sorpresa “relativa” fue la histórica “Silver Machine” de Hawkwind, la banda en la que estaba Lemmy antes de ser leyenda en Motörhead y, curiosamente, en su día, esa canción la cantaba él.

En “Bomber” echamos de menos el avión, pero cuando luego vienen seguidas “Going to Brazil” y “Killed by Death”, uno se pone menos puntilloso. Despedida con “Overkill”, con un gran trabajo de Dane Campbell a la batería, siempre rápida y exigente en este tema. Phil Campbell ha armado una especie de tributo familiar que le da para que el fan de Motörhead viva un buen rato. Siempre es lo mismo y así será, pero si alguien puede hacerlo, ese es él.

Doro: pionera, mito y obrera

A Doro la vi hacía nada en Cartagena y el show fue casi calcado, con su salida a la carrera y con entrega total cantando “I Rule the Ruins”. Tras “Burning the Witches”, sorprendió con “Revenge”. La banda estuvo impecable y muy activa, con ese fondo trasero en el que la metal queen avanza en la luz mientras la siguen todo de criaturas en la sombra. Últimamente va a la caza de estribillos machacones, pues siempre es lo que le ha funcionado, así que parece que “Raise Your Fist in the Air” va a quedar para la posteridad.

Soy de los que echa mucho de menos “Burn It Up”, pero disfrutamos con ese “Für Immer”, con esas míticas dos palabras en español, que tanto gustan a la gente. Había mucho público extranjero y se cantaron las letras en alemán también. “Hellraiser” y la ampliamente coreada “All We Are”, que contenía un homenaje al “For Whom the Bell Tolls” de Metallica. Un detalle muy bienvenido por sus seguidores.

El eterno batería Johnny Dee es todo un seguro de vida para la rubia de Düsseldorf. “Earthshaker Rock” y “All for Metal” fueron el fin de fiesta para un concierto de los que ya sabes que no te va a fallar. Doro sigue ofreciendo lo que siempre ha hecho y lo hace con mimo, con calidad y con total entrega hacia sus fans. Cada X tiempo verla es una maravilla, dos veces en una semana… pues también… ¡pero tres ya como que no!

Angelus Apatrida continúan su idilio con el Rock Fest

Para los albaceteños, tocar en el Rock Fest es como hacerlo en casa. En su última aparición en Santa Coloma arrasaron literalmente y para muchos (junto a Testament) hicieron el show del festival. Los hermanos Izquierdo se lo volvieron a llevar de calle, y ya desde “Bleed the Crown” vimos que venían a dejar bien claro el estatus y potencia que gastan por medio mundo. “Indoctrinate” y “One of Us” no dieron descanso alguno para disfrute de las primeras filas.

Parlamentos estudiados y breves para dar todo protagonismo a lo sónico, recuerdos a su procedencia albaceteña y sigo enamorado de ese logo con la doble A de anarquía que llevan a modo de logo, en rojo sobre fondo negro. Está mal eso de comparar, pero para un servidor su thrash está muy por encima del de bandas nacionales e internacionales.

Mucha clase en ese “Vomitive” tan técnico y la rabiosa “Of Men and Tyrants”. Nos recordó Guillermo que su nuevo disco fue número 1 en España y nos regalaron “Childhood’s End”, seguida de “Violent Dawn”. Walls of death y circle pits fueron una constante, pero os reconoceré que su concierto no fue tan perfecto como el de su anterior visita, pero es que eso fue de 10…

Terminarían con un gran final a cargo de “Give ‘Em War”, “Sharpen the Guillotine”, dotada de esos pasajes más calmos, y “You Are Next” del disco de 2021 The Call. Grandísimo concierto y un plus más de entrega y fuerza que los anteriores. La verdad es que contar con Angelus Apatrida dentro de nuestras fronteras sigue siendo toda una bendición.

Megadeth recupera toda la credibilidad tras años oxidados en el hangar

¡Milagro! Milagro absoluto… No daba ni un duro por el show de Megadeth pues hace más de una década que parecía que Dave Mustaine estaba completamente apagado. Eterno luchador, ha superado problemas de tendones en la mano y un cáncer, pero desprenderse de David Ellefson fue un golpe duro para sus fans, que un poco, no esperaban ver al líder de Megadeth en una forma muy superior a lo que hemos ido viviendo estos tres últimos lustros.

Salieron los americanos a por todas con un sonido casi perfecto y al ritmo de un “Hanger 18” estelar, pieza que contiene hasta siete solos y que combina las guitarras del jefe con la de Kiko Loureiro. Mustaine iba de impecable blanco y su imagen sigue siendo legendaria, junto a su voz, que no dio síntomas de fatiga. Tras el muro de Marshalls que suele llevar aparecían las imágenes del hangar 18, radares y demás.

Muy grandes en “Dread and the Fugitive Mind”, tema arriesgado que contrastó con la comercialidad de la cinematográfica “Angry Again”. Incluso la presentó como merecía, situándonos en cuando apareció en el mundo del séptimo arte. En los primeros planos de las pantallas sí veías que el tiempo ha castigado a ese pelirrojo de malas pulgas, que también va dejando cada vez más terreno al ex de Angra para los veloces solos del grupo.

Maravillas como “Sweating Bullets” (algo descafeinada), “Dystopia” y la guitarrera “Trust” nos llevaron en volandas, y a esas alturas, el público estaba encantado con lo ofrecido. Pero fue en “Symphony of Destruction” cuando se lió… Acaeció entonces uno de esos momentos 100% Mustaine en el que se cabreó con los técnicos de Judas que andaban probando sonido en el escenario de al lado. Mustaine paró el concierto un rato y les dijo de todo. ¡Si es que un concierto de Megadeth hay que verle cabreado! Nada nuevo en este festival… solo hay que recordar la mítica bronca de Dee Snider a un técnico de Europe o la elegancia del vocalista de Thunder años ha.

Salió en escena James LoMenzo para atacar el bestial riff de bajo de “Peace Sells… but Who’s Buying” seguida de una de las sorpresas monumentales de la noche: ¡“Mechanix”! Era la primera vez que la tocaban en esta gira, y justo en el Rock Fest terminan el tour, por lo cual es toda una rareza. Recordemos que este tema fue el embrión de “The Four Horsemen” de Metallica. Y cuando mejor lo pasábamos… terminaron con una versión aplastante de “Holy Wars… The Punishment Due”, dejando “Silent Scorn” de The World Needs a Hero como despedida. Sí, esa instrumental que tiene una trompeta y un ritmo marcial de batería.

Si os digo que no veía tan bien a Megadeth desde hace 20 años, no creo que exagere… La nueva formación funciona, y especialmente la batería de Dirk Verbeuren le ha dado al grupo un plus de calidad, pero en el fondo es el propio Mustaine que parece encontrarse en un momento espectacular, rodado y con mucha energía. ¡Sería el show del festival, pero… es que luego venían Judas Priest y Kiss!

Judas Priest enamora con un repertorio de ensueño

Tantas veces pudiendo verles en directo… y por fin me hacen cumplir un sueño que creía que no se daría nunca: ver en directo “One Shot at Glory”, empalmada previamente con “Battle Hymn”. Hubo mucha ceremonia de luces y grandiosidad, con el logo del grupo semi-inclinado con luces rojas y amarillas. Halford está en buena forma a pesar de que vuelve a gastar un delay exagerado que repite hasta tres veces lo que canta.

Me alegro de que mantengan un tema de su última obra como es “Lightning Strikes” y que se atrevan con “You’ve Got another Thing Coming” tan pronto. La imagen de Andy Sneap y Richie Faulker tocando juntos recuerda a la sempieterna estampa de Downing con Tipton. Hill sigue a lo suyo, pegado en Loctite al suelo, siempre en segundo plano, llevando el pulso de un “Freewheel Burninng” con escenas de carretera acordes con ese temazo que en su día fue un acercamiento al thrash metal.

Ese mismo motor rugió para dar paso al “Turbo Lover”, con esos mecanismos y engranajes en la pantalla gigante de fondo. El logo del tridente iba cambiando de ángulo de inclinación y dispararon un extra de chorros de humo. Y otra de las grandes sorpresas de la noche fue otra joya del Painkiller: “Hell Patrol”, de exigencia vocal enorme y en la que Scott Travis pudo lucir pegada.

Luego vino ese momento de intro doblada de guitarras en “Victim of Changes”, extensa y muy contundente en ese devaneo progresivo, con un Faulkner estelar. Se dio paso luego a la primera de las versiones: “The Green Manalishi (with the Two Prong Crown)” de Fleetwood Mac. Antes de la versión, Halford nos hizo cantar con sus tradicionales “ieeeeoos, ieeeeeos”. Lo que siguió fue la maravillosa versión del “Diamonds and Rust” de Joan Baez. Fue en version eléctrica, la original, pero qué lejos queda de la inmensa calidad que le imprimía Ripper Owens en la versión acústica. Pronto hablaremos de esta canción en Science of Noise, palabra…

Y tiempo para que Scott Travis tomara el micro y nos presentara una de las entradas de canción más míticas de la historia: “Painkiller”. Apabullante versión en la que Halford se curva para sacar toda la voz que puede. Descanso y bises, que iban cargados de dinamita…

El mítico “The Hellion” de fondo para lanzar “Electric Eye” y la moto de Halford sobre escena para “Hell Bent for Leather”. Esa entrada con la moto sigue siendo uno de los grandes momentos escénicos de la historia del heavy metal. Rob hizo esa especie de paso de pato mecánico en el “Metal Gods” y gran final con joyas de la corona: un “Breaking the Law” con una Union Jack de fondo y la festiva y rockandrollera “Living after Midnight”.

Enorme concierto de Judas Priest en el que destacó especialmente el maravilloso set list, el sentido del ritmo, los detalles escénicos y una muy buena forma general. Halford lanzó un grito final que decía: “Judas Puta Madre Priest”, mientras en el fondo quedaba una frase muy optimista: “Volveremos”. Ojalá todas las bandas en el ocaso de sus días brillen con tanto fulgor.

Kiss siguen siendo el gran espectáculo del rock ‘n’ roll

Y llegamos al gran momento y al gran bolo del festival: Kiss. Fueron muchos los niños que aguantaron medio adormilados para ver el gran espectáculo de los neoyorquinos, y muchos de ellos no llegaron más allá de la tirolina. Es triste ver que los cuatro héroes de cómic fueron los únicos que trajeron pirotecnia en tres días de festival… algo muy sintomático, pues nos da la idea de que este elemento va en decadencia…

En fin, que queríamos lo mejor… ¡y tuvimos lo mejor! La jugada maestra fue mostrarnos a los cuatro personajes avanzando entre bambalinas, y de repente… cae el telón y nos bajan del techo tocando el “Detroit Rock City”. Absolutamente magistral, con ráfagas de fuego y petardos por doquier. “Shout It Out Loud” fue un segundo plato tremendo en el que los fans se dejaron la voz. Cabe decir que había mucho fan de Kiss pintado, pero también mucho fan pintado, o a medias, o muy mal… En fin, que cada uno haga lo que le plazca, pero no deja de ser curioso.

Los que creíamos que Paul Stanley había perdido la voz y que podía ser un gran naufragio… nos equivocábamos, pues estuvo pletórico, igual que el demonio Simmons. Petardos en una de las más clásicas: “Deuce” y recuperaron el “War Machine” del disco Creatures of the Night, de la que pocos recuerdan que Bryan Adams es co-autor del tema. “Buenas noches” dijo Paul y luego encaró una de las más añoradas: “Heaven’s on Fire”, uno de los mejores temas de su etapa desenmascarada.

El ritmo del directo era espectacular, los efectos visuales y pirotécnicos medidos para continuar con “I Love It Loud” y para presentar luego una de las más nuevas: “Say Yeah”. Paul siempre se ha encargado de decirnos que es un futuro clásico, pero… el tema necesita algo más que su voluntad. “Cold Gin” sonó a gloria y luego Thayer tuvo su momento de disparar rayos desde su guitarra, haciendo de space man. “Calling Dr. Love” y “Lick It Up” fueron una auténtica fiesta en la que cantamos al unísono el machacón estribillo, tan festivo.

De las joyas del baúl el “Tears Are Falling” del Asylum, toda una rareza, y bien por rescatar la maravillosa “Psycho Circus”, que marcó ese momento de retorno a mediados de los 90. El solo de Eric Singer incluyó esa grúa hidráulica con derroche de humo y ya Simmons salió con su clásico bajo-hacha, se hicieron las luces verdes y escupió sangre roja. Uno de los numeritos clásicos que va acompañado del vuelo y de cantar el “God of Thunder” desde lo alto del escenario.

Ese número da tiempo para preparar la tirolina de Stanley, que canta pasando desde el escenario a la torre de sonido. Allí canta un “Love Gun” con coros perfectos y va de vuelta a la vez que ataca la discotequera “I Was Made for Lovin’ You”. Delirio colectivo, lásers y bola de disco gigantesca. Eso dio paso a “Black Diamond”, que vino apoyada por toneladas de pirotecnia. Luego ya tocaban los bises.

Una de las más habituales en los puestos de privilegios es “Beth”, cantada por Singer, con la bonita estampa de ver al gato tocando el piano. Fue en versión corta pues se lanzaron directos a por “Do You Love Me” en la que aparecieron balones gigantes para que los fans jugaran con ellos mientras la despedida la ponía el “Rock and Roll All Nite”, y la fiesta fue total. Aplausos y bocas abiertas mientras sonaba “God Gave Rock and Roll to You” de Argent de fondo.

Absolutamente magistral. ¿Y estando en tan buena forma deciden ponerle punto y final? Veremos si hay otra gira más o ya empiezan los castings para manejar a unos nuevos Kiss más jóvenes apadrinados por Stanley y Simmons. Pase lo que pase, el show (el negocio, más que nada para ellos) tiene que continuar.

D·A·D entretienen a una carpa que va justita de fuerzas

Tocaba ir a la carpa a pesar de que las fuerzas empezaban a flaquear. Siempre es un buen momento para disfrutar de los daneses Disneyland After Dark y los bajos imposibles de Stig Pedersen, siempre muy visuales. Empezaron fuertes, aunque con un sonido mejorable en “Riskin’ It All” y la tremenda “Jihad”, uno de esos temas clásicos infaltables de su obra más conocida.

Defendió Jesper bien el apartado vocal y el combo empezaba a sonar potente a la vez que Pedersen empezaba a hacer de las suyas, como el subir sobre la batería de Laust Sonne. “Everything Glows” les funcionó para una carpa entregada, aunque algo desangelada. Antes de abandonar el edificio disfruté de ese cow punk que es “Riding With Sue”, pude ver ese bajo de dos cuerdas luminoso y esas torres de amplificadores, que son toda una declaración de intenciones a su personalísimo sonido y estilo.

¿<i>Rock Fest 2023</i>?

Y llegados a este punto… ¿Qué pasará el año que viene? ¿Volveremos a tener Rock Fest? La gente quiso comprar la entrada para el año que viene, pero ni hay fechas ni entradas, así que esa es la gran pregunta… Más allá de la posible respuesta, está claro que el Rock Fest ha podido sacar adelante una edición casi imposible.

Jordi Tàrrega
Sobre Jordi Tàrrega 1372 Artículos
Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.