Barcelona vivió en fiestas cercanas a la navidad un regalo con clase y nostálgico, pero a la vez, con grandes dosis de presente. Coreleoni es un proyecto que ya lleva dos discos con versiones de Gotthard regrabadas por su mismo creador: Leo Leoni, el líder de la banda suiza. Pero hay muy pocos cantantes que puedan recrear el feeling y la enorme calidad de Steve Lee. Puede que muchos consideren incluso el actual cantante de Gotthard no termine de convencer cuando ataca el material más clásico. El que sí cumple y se lo lleva de calle es Ronnie Romero que con este directo demuestra que está en un estado colosal. Puede jugar a ser Dio, a ser Steve Lee, pero lo que nunca había notado es que puede ser David Coverdale sin esfuerzo alguno. Ayer Romero demostró de lo que es capaz, pero también hubo algún detallito raro (por decirlo de alguna manera).
Maxxwell sorprende para bien
La sala estaba a la mitad y la cortina negra ocupaba la mitad del espacio. No era un concierto súper-promocionado y el hecho de estar entre amigos le dio a la velada un plus de cercanía y calidad. Antes de que repartieran cera y clase estuvieron los suizos Maxxwell demostrando que como banda entretienen y agradan. Excelente nivel desde “She Is Mine” y sonando bastante másmetalque hard rock. Son melódicos, sí, pero también harto contundentes. Gilberto Melendez hace de maestro de ceremonias y su español de acento sudamericano le permitió mucha proximidad con una audiencia que rugió con “Back Again” y un “Monsterball” que me recordó a los Rage de la etapa End of All Days. De verdad que el abanico de registros vocales del vocalista es impresionante.
Coreografía por parte de los dos guitarras y bajista dando color y juego. Para introducir “The Temple” aludió a que la Razamatazz es conocida como el templo del metal en Barcelona. Giro estilístico en “Metalized” con el grupo llegando a sonar a Primal Fear con Cyril y Hef disfrutando de lo lindo sobre escena. “Partykings” era el tema que abría el disco Tabula Rasaen el que debutó el vocalista. Nos preguntó si nos gustaba la fiesta y nos avisó de que el combo tenía temas clásicos de tiempos en los que él no estaba todavía con ellos, como “Heads or Tails”, llegando a conseguir que el público cantase y todo. Hubo grandes momentos con material tan potente como “Slapshot” y “Don’t You Bite” para cerrar, ya descamisados, con “Queen of the Night”, otro muy buen tema. Me esperaba, de verdad, la enésima copia de Gotthard pero me encontré con una veterana banda capaz de tirar de power metal alemán y hacernos disfrutar Otro tema es que el estilo esté ya más que trillado.
Coreleoni reviven los inicios de Gotthard con clase a borbotones
Siempre motiva escuchar el “Jailbreak” de los Thin Lizzy antes de ver al grupo, que entró con las luces mortecinas y sonando música clásica. Algo de pompa siempre va bien para recibir a dos pesos pesados como son Leo Leoni y Ronnie Romero. Pero también a ese carismático Igor Gianola a la segunda guitarra, un habitual de Udo. Clase a raudales en “Standing in the Light” y demostración vocal de maestro por parte de un Romero que se sale literalmente. Aparte, como frontman ha dado varios pasos adelante. La timidez reside ya en el camerino para siempre. Antes del “Love for Money” se marcan un “We Will Rock You” eléctrico con una imitación de Mercury impresionante. Leoni disfruta y en primera instancia, en los solos, se queda él delante mientras la banda, muy solvente, acompaña a la perfección. Hay coros pregrabados y el grupo hace pequeñas coreografías. Grandes en “Open Fire”, especialmente, y en “Angel”, dando visibilidad a ese gran disco llamado Dial Hard, uno de los mejores de Gotthard. Precisamente en “Angel” las tesituras Coverdale de Romero me parecieron tan exageradas como excelentes. Hizo cantar a los presentes.
Leo sonríe y disfruta con la gente y el grupo. No diré que está más feliz que en su banda madre, pero poco le falta. Promocionaron el material propio con “Queen of Hearts” para luego dejar a la concurrencia alucinada en “Firedance”. Saltó Igor entre el público mientras vimos que descansaban Leo y Romero. Pero no era así. Apareció Ronnie de la nada a mi lado cantando el estribillo del “Heaven and Hell” mientras la gente estaba distraída con el guitarrista. Hizo acto de presencia el talk box del líder para apoyar los coros de “I’m a Traveling Man” mientras el genial vocalista confesaba que David Coverdale es su vocalista favorito. Es impresionante calzarte las botas de Dio, Lee, Coverdale y Mercury en una noche. Y siguieron rozando la excelencia con ese “Cheat and Hide” con ese riff tan cercano a Kiss.
Cuando interpretaron material tan excelente como “Mountain Mama” y “Sister Moon” nos recordaron los tiempos del Frosted, precisamente con ese disco les conocí. “Make My Day” siguió electrificando la noche para luego complacer a la audiencia con la petición de “Let It Be”, que corrió a cuenta de Leoni y Ronnie en exclusiva. Aquí vimos el único lunar de la noche: “esta es extra eh, por el mismo precio”. Hubo un par más de referencias a lo monetario por parte del vocalista dando la sensación de mercenario de lujo, como si el chico fuera al mejor postor. Ahora estará junto a Michael Schenker sustituyendo a Graham Bonnet. El solo de batería de Alex dio descanso al resto para enlazar con “She Goes Down” y “Fist in Your Face” (amago a “Sweet Child O’ Mine” incluido) con Leoni tocando la guitarra detrás de su nuca, y siempre luciendo su espléndida sonrisa. “Quinn the Eskimo”, versión de Bob Dylan, terminó la primera parte de una forma brillante.
Sólo dos bises, pero nos fuimos a la hora y tres cuartos. “Hunter” resultó brillante, presentaron a la banda con los “oéoéoé” de rigor y despacharon la noche con una intensísima “I’m on My Way”, con homenaje a Steve Lee incluido. Impresionante final recurriendo, otra vez, al Dial Hard, un disco a reivindicar. Merecido aplauso mientras de fondo sonaba la banda sonora de El Padrino. La noche nos dejó claro que Ronnie Romero va a hacer historia y que posiblemente sea el mejor cantante de hard rockde su generación. También dudas sobre si Leoni se lo llevaría para Gotthard, pero también, por los comentarios, dio la sensación de que el chileno está abierto a todo. Son ya dos discos de Coreleoni y es algo sorprendente para un líder que tiene una banda espectacular. Veremos si hay continuidad, pero también quedó claro que Leo Leoni es un excepcional compositor y que el fin de gira estuvo a la altura. Los que se lo perdieron… lo siento, fue una noche espectacular.