Tradicionalmente, los historiadores han hecho coincidir el inicio de la Edad Media con la caída del Imperio Romano, en el año 476 de nuestra era. No obstante, los procesos históricos son algo más complicados que un simple “hoy cae el Imperio Romano y mañana me levanto en la Edad Media”. A la decadencia y a la debilidad de un imperio del que somos culturalmente herederos (por lo menos los que vivimos en el sur de Europa), se le unió la propagación de una nueva fe. Esta nueva creencia, si bien había empezado siendo seguida por una minoría de proscritos, acabó dominando todo el imperio, cambiando así la filosofía de vida, basada en el conocimiento y la erudición, de todos sus habitantes y sumiendo a todo el continente en un largo erial intelectual que se dilató durante un interminable milenio, hasta la aparición de los primeros grandes pensadores del pre-renacimiento.
Todos estos temas aparecen, a modo de disco casi conceptual, en el nuevo trabajo de los helenos Rotting Christ, publicado bajo el sello Season of Mist el pasado 24 de mayo. Pro Xristou (Προ Χριστού, “antes de Cristo” en la lengua materna de los hermanos Tolis) nos habla de esta época en la que algunos se resistieron a la cristianización del continente.
A grandes rasgos, el trabajo consta de diez cortes, de los cuales el primero es una intro instrumental de menos de dos minutos y los otros ocho tienen una duración media de algo más de cinco minutos y medio. La tónica general sigue la que dejó The Heretics, su anterior trabajo, en 2019. Lejos de lo que habría sido un disco de black metal convencional, Pro Xristou es una colección de medios tiempos en los que se entremezclan de forma muy efectiva las atmósferas y la épica de aquellos que, en su momento, se resistieron a la imposición del cristianismo en el viejo continente.
Así pues, el disco se inicia con “Pro Xristou”, un tema corto y con tintes épicos en los que una voz recitada invoca a diversas deidades de la antigüedad clásica, tales como Zeus, Hades o Prometeo, pero también a entidades procedentes de otras culturas, como Asmodeo, Shiva o Baal.
A partir de aquí, encontramos, como dijimos más arriba, una serie de medios tiempos de los que pondrían la nota discordante “La Lettera del Diavolo” y “Saoirse”. A la tónica de las notas al aire, presente a lo largo de todo el disco, y que hacen pensar en himnos o invocaciones, también tenemos excepciones en “The Farewell” y “Pretty World, Pretty Dies”, que contienen riffs más a lo black metal, a modo de reminiscencias de la primera época de la banda. Finalmente, no hemos de dejar de notar que “The Sixth Day” es un trabajo de reciclaje (¿alguien dijo autoplagio?) de “My Salvation”, tema presente en Among the Fires of Hell, el trabajo que Sakis Tolis publicó en solitario en 2022.
En cuanto al contenido, lo más relevante del disco lo encontramos en “The Apostate”, tema que rememora la figura de Juliano el Apóstata, último emperador romano de religión pagana que se caracterizó por su frontal oposición al cristianismo y su intención de restaurar la religión clásica en el imperio. Al final del trabajo, encontramos “Yggdrasil” y “Saoirse”. La primera de ellas hace referencia al árbol en cuyas ramas se encuentran situados los diferentes mundos según la mitología nórdica. El segundo es un vocablo irlandés que significa “libertad”. Con estos dos temas cerrando el trabajo nos trasladamos a otros rincones de Europa que también fueron cristianizados en su momento. No todo tiene que ser Grecia y Roma.
Pro Xristou es un trabajo con raíces de black metal pero con una intencionalidad muy diferente. Lejos de la contundencia y de la agresividad propias del género, el disco combina las indispensables guitarras rugientes con coros, narraciones y voces femeninas, cosa que enriquece notablemente una base nada mediocre. Más allá de la mera brutalidad, este nuevo trabajo de Rotting Christ invita a la reflexión e incluso (y resulta muy pintoresco que se diga esto de un disco de metal extremo) a la relajación. Sakis Tolis, mente creativa del proyecto, ha sabido evolucionar durante las más de tres décadas que lleva sobre los escenarios y ha tenido el acierto de adaptarse a circunstancias tales como el deterioro de su propia voz. Si bien Pro Xristou puede sonar extremadamente repetitivo a lo largo de sus cuarenta y seis minutos de duración (y la prueba más palpable es que los riffs de “Like Father, Like Son” y “Pix Lax Dax” son meros calcos el uno del otro) sí que se puede decir que es un trabajo maduro, reflexivo y no exento de filosofía.
Soñador en tiempos de hierro, solitario corredor de larga distancia, disfruto tanto de leer un libro en el más absoluto silencio como de la música más salvaje imaginable. Y a veces escribo algo.