Petardeo, sonidos 70 y se nota que The Night Flight Orchestra ha conseguido su espacio en Nuclear Blast, esto explica el fichaje de estos divertidísimos locos del funky mezclado con hard rock: Royal Republic. Impresionante nombre, un oxímoron en toda regla. Club Majesty encierra una colección de singles sin igual, cortados por el mismo patrón, y con el buen humor por bandera. Música negra, voces agudas, algo de base disco y coros por bandera, todo elegantemente realizado y en temas que apenas sobrepasan los tres minutos de duración. Grupos como este te alegran la tarde, sin pretensiones y con ganas de hacerse un nombre en el negocio. Son de Malmö y esta es su cuarta obra discográfica.
“Fireman and Dancer” es toda una declaración de intenciones y su presentación en sociedad. Puro Patrick Hernandez de la era “Born to Be Alive”. Single infalible con todas sus cartas sobre la mesa. Riffs funky y vientos para la vacilona “Bomerang”, que te pide a gritos una coreografía petarda. Sabiamente ponen las guitarras en primera línea para dejar patente que hay una base de rock duro pero que aquí lo que cuenta es pasarlo bien y pegarse unos bailoteos. Lentejuelas, peinados afros y pantalones apretados es lo que te invitan a ponerte cuando suena un corte tan redondo como “Can’t Fight the Disco”. Hay una interesante variedad entre temas a pesar de jugar con los mismos ingredientes, y todo bañado en una producción excelente en la que la base rítmica tiene tanto peso como los arreglos y la artillería de coros y vientos.
La base disco entre con fuerza en “Under Cover” en un tema absolutamente próximo a lo que hacen actualmente The Night Flight Orchestra, y con la misma calidad. Sly and the Family Stone, algo de soul y una guitarra netamente metal para ensalzar la propuesta y salir a la pista con gafas de sol y a menear una peluca afro. Bajan las pulsaciones en un “Like a Lover” con pausas y llevando un pulso pausado. Aquí hay algo de Bowie de los 80 en un corte perfecto para dar amplitud y variedad al compacto. EL ritmo no para y nos encontramos con el tema más redondo de todos: “Blunt Force Trauma” en el que entran de lleno en el material del Tigre de Gales para salir airosos. Incluso la voz de Adam Grahn llega a registros de Tom Jones. Pueden llegar a bordear la parodia, pero desengáñate, esta banda aparte de jugar con los tópicos tiene un arsenal inagotable de ideas y tienen un máster en composición. Los arreglos electrónicos le sientan de maravilla al tema, hasta el punto que maldices que termine tan pronto la canción.
Más obvia y de estribillo a voces graves es “Fortune Flavors”, aunque podría ser perfectamente otro single de éxito. El bailoteo sigue sin pausa en la cachonda “Flower Power Madness” con dejes a Stevie Wonder, elegancia y clase. En “Stop Movin” hay un tratamiento disco del tema incluyendo voces distorsionadas, pero, es que incluso en un momento hay un homenaje a la guitarra del gran Dick Dale, fallecido padre del surf guitar. En “Anna Leigh” siguen la misma tónica tirando de batería sintetizada para darle un toque más ochenta, volviendo a subrayar la enorme voz de Grahn. La despedida la pone un garaje rock intenso como es “Bulldog” dando un twist final al disco.
Estamos ante una banda fresca con ganas de hacerse un nombre en el negocio y Club Majesty apunta realmente alto. Estoy seguro que va a ser toda una revolución para su sello. No inventan nada ni lo pretenden, sencillamente dan cabida de una forma más directa a los sonidos negros de los 70, especialmente la onda disco, sólo que lo hacen a golpe de single. Es imposible aburrirse y permanecer quietos. Estaba claro que lo de The Night Flight Orchestra iba a tener sus réplicas y esta ha salido de su Suecia natal. Ya tardamos en organizar una gira con ambas bandas en un mismo cartel… Veremos si son capaces de hacer todas las voces en directo.