Satyricon – Nemesis Divina: 25 años de la piedra angular del black metal moderno

Ficha técnica

Publicado el 22 de abril de 1996
Discográfica: Moonfog Productions
 
Componentes:
Sigurd Wongraven 'Satyr' – Voz, guitarra, bajo
Ted Skjellum 'Nocturno Culto' – Guitarra
Kjetil-Vidar Haraldstad 'Frost' – Batería

Temas

1. The Dawn of a New Age (7:27)
2. Forhekset (4:31)
3. Mother North (6:25)
4. Du som hater Gud (4:21)
5. Immortality Passion (8:23)
6. Nemesis Divina (6:54)
7. Transcendental Requiem of Slaves (4:44)

Multimedia



Escucha y compra

Este disco en Amazon: Satyricon – Nemesis Divina: 25 años de la piedra angular del black metal moderno
Todos los discos de Satyricon en Amazon


“This is Armageddon.”

Con estas tres palabras al inicio del disco, Satyr deja claro que su nuevo hijo bastardo que responde al nombre de Nemesis Divina no va a dejar títere con cabeza. ¡Cuánta razón! A veces injustamente ninguneados, a veces tristemente olvidados, Satyricon han dejado huella en el metal más oscuro y su legado aún no es visto en perspectiva. Pero hoy celebramos 25 aniversario de Nemesis Divina, una obra tan perfecta como cruda.

Black metal 2.0

Viajamos a la fría noruega para citarnos cara a cara con una de esas bandas servidas de polémicas, no es necesario recordar la crucifixión de bandas y artistas que acabó con la primera ola de bandas de black metal noruego. Los motivos evidentes, muerte, asesinatos, quema de iglesias… el black metal aterrorizó a un país y de todo ello ha quedado lo más importante: la música.

Con la primera oleada de bandas de black metal tiritando en agonía, las que sobrevivieron se adaptaron y las nuevas se alejaron de las polémicas e intentaron perpetrar esa crudeza en la música así como cargaron más fuertemente unas ya de por si infranqueables letras. En ese compás de tiempo nacieron y se consagraron bandas como Emperor, Immortal y Satyricon. Un trío que, lejos de competir entre ellos, son tan diferentes entre ellos como necesarios para el black metal. Estas tres bandas elaboraron las bases del nuevo black metal, lo que consideremos la segunda ola de black metal noruego.

Si De Mysteriis dom Sathanas (1994) de Mayhem junto a A Blaze in the Northern Sky (1992) de Darkthrone marcaron el inicio del black metal noruego, Battles in the North (1995), Nemesis Divina (1996) y Anthems to the Welkin At Dusk (1997) de Immortal, Satyricon y Emperor respectivamente, forman la tríada de discos elementales para comprender la evolución y el nuevo sonido del black metal.

Los tres son discos capitales, elementales e imprescindibles en la historia del black metal. Discos ambiciosos e influyentes, con altas dosis de grandilocuencia y genialidad. Unos discos que moldearon en cierta forma el nacimiento de los subgéneros del black metal.

Satyr y Frost, el dúo

Sin miedo y sin abandonar sus principios básicos Frost y, sobre todo, Satyr siempre han avanzado y han evolucionado el black metal un paso más allá. Donde nadie se atrevió antes, allí se han colocado siempre los primeros. Lo hicieron con su asombroso debut Dark Medieval Times (1994), rizaron el estilo con Nemesis Divina (1996), se dejaron varios fans con el sonido industrial de Rebel Extravaganza (1999) y perdieron la compostura con el black ‘n’ roll de Volcano (2002). Siempre desconcertando e incluso poniendo a prueba la paciencia de los fans, pero todos los discos tienen algo en común, lo imprescindible, la calidad. Composición, interpretación, sonido y producción son siempre tan precisas que acabas por adorar todos y cada uno de los trabajos.

Satyr, con el permiso de Ihsahn (Emperor, Ihsahn), es el mejor compositor de black metal de la actualidad. Lo afirmo, rotundamente. En palabras del propio Frost:

«En Satyricon trabajo con una persona muy creativa. Pienso en él como el mejor compositor que tiene la escena del black metal hoy en día, por lo que es lógico que me dedique a eso. Completar sus composiciones y ser parte de su trabajo creativo también me impulsa a pensar de manera creativa. Tengo que completar su creatividad demostrando creatividad en mi propio instrumento. Queremos que Satyricon sea creativo, y eso debe estar presente en todos los niveles. Me ha estimulado a pensar de forma creativa y ver a otros desarrollarse y ser innovadores también me beneficia. Satyr a menudo se sienta a tocar la guitarra mientras yo toco la batería, y luego entraremos en una pista productiva y seguiremos. Entonces ambos somos creativos y es estimulante.»

Nemesis Divina

Nemesis Divina ha acabado siendo el álbum más feroz que Satyricon jamás produciría. También sería el último álbum de true black metal que crearía la banda antes de que comenzaran a agregar aspectos más industriales e incluso rockeros y mainstream de los discos posteriores.

A Satyr y Frost se les añade como novedad Kvelduv (Nocturno Culto de Darkthrone) quien releva a Samoth en la guitarra. Este cambio significó que Satyr se adueñara del bajo para acompañar su voz y Kvelduv se hiciera cargo de la guitarra principal.

Musicalmente estamos frente al disco más cruel y extremo de Satyricon. Aquí encontramos unos salvajes riffs, fríos pero majestuosos. Cada riff se entrelaza con el siguiente sin despeinarse, creando una sucesión de riffs increíbles de 41 minutos, lo que dura el disco entero. El resultado para el oyente es que estamos frente a un disco maravillosamente crudo y perfecto.

Frost se muestra tan implacable como perfecto en su labor en la batería. Sus ritmos explosivos son furiosos y agrega variedad y poder a cada parte del disco. La voz de Satyr es también en su forma más venenosa. La banda puede haber simplificado su sonido estilísticamente hablando, sin embargo, las estructuras subyacentes son complejas, cambiando en velocidad y tono con regularidad.

Hay un par de momentos menos inspirados, como el instrumental cierre titulado “Trascendental Requiem of Slaves” que es básicamente una colección de riffs sobrantes torpemente agrupados. A pesar de ello, la colección de canciones agrupadas en Nemesis Divina es bestial. “The Dawn of a New Age”, “Mother North” e “Immortality Passion” son solo ejemplos increíbles de épico black metal. En el caso particular de “Mother North”, una canción épica y grandiosa, podría redefinir por completo el black metal extremo y crudo. Un himno para todo un estilo.

No voy a ser yo quien diga que Nemesis Divina es el mejor disco de Satyricon, pues le tengo mucho cariño a los discos actuales. Pero Nemesis Divina marcó un antes y un después en el black metal.

Beto Lagarda
Sobre Beto Lagarda 1039 Artículos
Rock en todas sus extensiones