«A mi me encanta este disco… Absolutamente. Es divertido puesto que cuando sacamos Dead Winter Dead “Christmas Eve Sarajevo” llegó a ser un gran hit en Estados Unidos y la canción “Dead Winter Dead” fue un gran éxito en Europa. La formación que grabó Dead Winter Dead y que hizo el posterior tour del Wake of Magellan en Europa era fantástica. Pero las cosas cambiaron… Zak Stevens abandonó el grupo, Al Pitrelli entró en las filas de Megadeth y estuvo allí unos cuantos años. La Trans-Siberian Orchestra empezó a desarrollarse y a hacerse cada vez más grande.
Cuando grabamos Poets and Madmen estábamos en un periodo de transición, pero, curiosamente, estábamos muy bien de ánimos y también motivados. Estábamos en formato cuarteto: Johnny Lee, Chris Caffery, Jon Oliva y yo mismo. Lo hicimos entre los cuatro. Fue muy interesante y todo funcionó entre nosotros sin tensión alguna. Cuando estábamos en el estudio para grabar este disco de verdad que nos sentíamos la mar de bien y a mi me siguen gustando mucho aquellas canciones. Me encanta “Commissar”, “Surrender” es una gran composición o “Gotta Get Back to a Reason” es otra de muy buena. A nivel compositivo estamos hablando de una gran obra, de inicio a fin.
A todo esto, hay que añadir un cambio de sello, que muchas cosas eran nuevas, que también estaban sucediendo, muchas cosas a nuestro alrededor. Entiendo lo que me dices y que muchos fans del grupo te digan que no querían ver terminar al grupo de esta forma. Pero también te digo que el disco era muy potente, lo que pasó es que fue grabar el disco, ir de gira y terminar con la banda. Jon Oliva tuvo que cantar todas las partes vocales, y repito: me parece un disco excelente. Cada uno puede tener su opinión, y esa es la mía y estoy muy feliz con ese álbum». (Jeff Plate, batería de Savatage en exclusiva para Science of Noise)
Soplaban tiempos de cambio en esa tríada de genios formada por Jon Oliva, Bob Kinkel y Paul O’Neill (recordemos que los dos último no formaban parte del grupo como tal). El disco de 1995 Dead Winter Dead les marcaba el camino y sabían que Savatage era un proyecto que debían dejar en el cajón pues ellos querían grandes recintos y ser una banda (MUY) grande. Tras tantos años con el grupo, y tras los golpes del destino y el infortunio, habían creado la Trans-Siberian Orchestra con la que se harían de oro y platino en América del Norte, pero para ello tocab sacrificar la banda de su vida. La decisión estaba tomada, pero quizá les quedaba un disco de contrato bajo el nombre de Savatage…
Savatage pensando en la Trans-Siberian y en formación cuarteto
El caso es que Poets and Madmen se aleja bastante de lo que fueron Dead Winter Dead y The Wake of Magellan. Es todo más directo, no hay un trabajo de composición y de concepto tal como en los dos anteriores discos. Es más netamente heavy metal especialmente porque dejan a Jon Oliva solo como vocalista cuando llevaban años tirando de coros y de muro de sonido. Zak abandonó amistosamente, también Al Pitrelli que entraba en Megadeth por lo que se quedaban en formato cuarteto. Yo lo veo como un disco de circunstancias, a un altísimo nivel, como siempre, pero que con un par de vueltas de tuerca y con otro vocalista y guitarrista sería un disco de entre los mejores del grupo.
Es el álbum que pocos esperábamos y recuerdo sensaciones encontradas, pero lo bueno de Savatage es que esta despedida, un poco a medias, sigue siendo antológica y el disco ha envejecido de una forma asombrosa. Por momentos lo veo más como el primer disco de Jon Oliva’s Pain más que de Savatage, pero amigas y amigos, estamos hablando de una de las más increíbles bandas de heavy metal de todos los tiempos, y la calidad sobresale en cada uno de los temas que conforman locos y poetas. El único pero que le pongo al disco es que, como ya he dicho, Jon Oliva no comparta voces con otro vocalista puesto que creo que eso le hubiera dado una profundidad al disco mucho mayor. Con Damon Jiniya o Zak Stevens aquí hubiesen ayudado a hacer otra obra cumbre.
La enésima obra conceptual de O’Neill y Oliva
Todos los discos de Savatage desde mediados de los 80 tienen de fondo una historia de fondo sobre la que componen toda su obra, y no son historietas que cumplen, son historias profundas, trabajadas y en muchos casos memorables. Por vez primera el título de la obra no es ningún tema del disco y es la parte de una canción de Handful of Rain, concretamente “Symmetry”. Tras adolescentes entran la noche del fin de verano a un antiguo sanatorio mental abandonado y descubren entre la oscuridad, viejas fotos y expedientes al fotógrafo y periodista Kevin Carter. Es una historia inspirada en la tristemente celebre foto de Carter, la que le dio la fama mundial y la muerte, pues le llevó al suicidio.
Un mechero Zippo, un paquete de Marlboro y una gabardina completan una intrigante e hipotética historia en la que el fotógrafo no concluye pone fin a su vida y termina en un sanatorio. La historia avanza hasta llegar al habitual nivel del grupo, pero… Hay más. Todo aquél y aquella que en su día compró el disco, cuando sacó el booklet la cayó una foto de una chica en bikini con una frase en el reverso… En otro aporte de genialidad del grupo de Tampa, de la historia central te crean un spin off en el que puedes bucear. Hubo unos tiempos en los que comprar un disco era mucho más que música, y si querías buscar todos los significados ocultos podías pasar semanas entretenidas… Otro día contaremos esta historia…
El disco
SI hay que hablar de excelencia posiblemente deberíamos saltar directamente al tercer tema que es “Comissar”. Piano de base y una cadencia de las que sientan cátedra. Aquí sí que hay los juegos de coros. Es un clásico del grupo con todas las de la ley con las guitarras de Caffery chirriando y con un tratamiento crudo que se nota especialmente en las voces rasgadísimas de Jon Oliva. Hay algunos solos y riffs de Pitrelli que se expusieron en el disco, así como los coros de todo un John West. Lo que luce especialmente de esta composición es que es algo que solo puede acceder Savatage. Es una mezcla perfecta entre un musical de Broadway con heavy metal.
La obra maestra es el tema central del disco: “Morphine Child”. El tema es tan excelso que el día que volvió Savatage en Wacken la tocaron para sorpresa de sus fans. Los juegos vocales de Oliva son maravillosos. Elegancia y genialidad en un tema extenso en el que todos lucen con gran protagonismo en los detalles de Jeff Plate tras las baquetas. La podrían haber guardado para la Trans-Siberian, pero el acierto fue dejarla en Poets and Madmen. Sigue poniendo el vello de punta esos puentes a varias voces y la rasgadísima voz de Jon cuando ataca eso de “I’m the Morphine Child…” rompiendo la canción con un tiempo a charlestón. No hay banda en el mundo que pueda componer algo así, y los solos de guitarra homenajean al divo caído y hermano menor del mayor de los Oliva. El mismo que rechazó ofertas de Ozzy Osbourne y tantas bandas de primera división que le suplicaron entrar en filas. Canon polifónico de guinda al pastel… Si lo has visto en directo sabes que son palabras mayores.
Pero lo bueno del disco es que hay mucha tela por cortar y ya de inicio ese “Stay with Me Awhile” está a la altura de la mayoría de todos sus himnos. Es una pieza que te sitúa en Gutter Ballet. Savatage es el grupo que hizo que el piano fuera el instrumento principal en el heavy metal, entre muchos de sus grandes logros. Es como una balada endurecida con voz agónica y riff de teclas blancas y negras. Todo es aquí teatral, bello, pero grueso y metálico, a la vez que pesado.
El resto del disco navega entre la calidad y la sensación de cumplir y eso se nota en temas como “There in the Silence” por mucho que la serie media de Savatage sea insultantemente alta. Aquí es cuando digo que un cambio de vocalista les hubiera funcionado perfectamente, pero prescindieron de ello. Caffery y Pitrelli vuelven a estar asombrosos y el riff base es espectacular, pero los fans buscan en Savatage la excelencia. En “Drive” hecho de menos a Zak Stevens si bien vuelve a ser una elegante canción breve, aunque efectiva.
Los momentos del Streets en acústico y balada-medio tiempo empiezan a campar a sus anchas con “Man in the Mirror” y “The Rumor”. Ambiente de musical bañado en oscuridad con retazos metálicos y grandes dosis de elegancia. Hay protagonismo para el bajo de Johnny Lee Middleton, pues en Savatage el bajo suele mandar en muchos de sus clásicos, excelentemente acompasado por teclados y batería. En la primera hay bases que serán utilizadas por Trans-Siberian Orchestra, lo que te muestra un poco que, a pesar de todo, utilizaron el disco como un banco de pruebas.
La balada ha sido siempre uno de los fuertes del grupo y “Surrender” no podía ser menos, por lo menos… de inicio. Hay toda la fuerza y esos juegos tan suyos en la línea vocal que cristalizan en coros y esas guitarras tan suyas. Un tema puramente Savatage de los 90 con ese cambio endurecido y de corte sinfónico. Una de las piezas más completas y trabajadas del disco con pasajes de todo tipo. El bajo vuelve a comandar una de las oscuras piezas como es “Awaken” en la que la expresiva garganta de Oliva le da esa fuerza teatral.
La belleza queda en la despedida con una de las baladas puramente Savatage en la tradición de “Believe”, “Sleep” o “If I Go Away”. Piano, voz y el resto de instrumentos acompañando con sentimiento. El tema avanza habiendo juegos de voces, partes narradas, pasajes influenciados totalmente por la música clásica y sorpresivos cambios de tiempo que te llevan irremediablemente a lo que es la Trans-Siberian Orchestra que a partir de su tercer trabajo ya sonaba a lo que suena “Back to a Reason”. El bonus lo pone una versión del clásico del Streets “Jesus Saves”.
Veredicto
Sigo predicando en el desierto con Savatage desde que los conocí. Más allá de que sean mi grupo favorito y de que no es un grupo fácil en el que entrar, y de poder el llegar a ver lo que les hacen especiales y diferentes al resto, envidio a todas y todos aquellos que todavía no los han descubierto, pues tienen un festín familiar de música y clásicos del estilo que más nos gusta. Quizá os parecerá clasista pero cuando alguien es fan de Savatage lo miro con otros ojos. Entiendo que ha llegado a un estadio mayor de buen gusto musical y que nuestra afinidad será bastante completa. Ahora que el grupo cada vez que gira (bajo el nombre de la Trans-Siberian Orchestra) y les ven cerca de un millón de personas en directo, entiendo que los fans de la banda no estábamos equivocados.