Denim and Leather es la cúspide de Saxon, su cuarto disco y otro gran éxito repitiendo y mejorando lo conseguido con Wheels of Steel y Strong Arm of the Law. Es también la antesala de su directo The Eagle Has Landed, uno de los directos más emblemáticos de la historia del rock. Fue en estos días cuando Saxon decidieron darle un plus a su directo y cargar un águila de diez metros con focos de aviación. La ocasión lo merecía puesto que el repertorio que conformaría el disco les daba para dar un salto, proporcionado por los pingües ingresos. Sus álbums de esos días eran de oro en las islas británicas.
Sería también el fin de la formación clásica pues el baterista Pete Gill abandonaría la formación debido a una lesión en su mano. Eran días en los que la NWOBHM empezaba a entrar con fuerza desplazando al punk que quedaba desfasado igual que le pasó al rock progresivo cuando empezaron las tachuelas y los imperdibles. Eran días en los que la MTV empezaba a demostrar su fuerza total. El caso de Saxon es que quedaban en tierra de nadie puesto que la MTV no estaba hecha para los grupos de heavy rock británicos. Estados Unidos buscaba caras bonitas, chicas monas de comparsas y dinero en videoclips. Ellos parecían delincuentes de poca monta, rudos y pendencieros, pero optaron por intentarlo con resultados algo… digamos que complicados.
Tenían tres días de estudio libres en los Basing Street Studios y su discográfica les instó a que se metieran allí y que sacaran un nuevo single al estilo “747 Strangers in the Night”, que tan bien les había funcionado. Esa sesión fue absolutamente fructífera pues facturaron dos singles antológicos: “Never Surrender” y “And the Bands Played On”. Biff no quería ni meterlos en el nuevo disco, pero ya que eran exitazos, la discográfica se mantuvo inflexible. Luego volaron hasta Suecia para grabar en los estudios de ABBA, pero no tuvieron suficiente tiempo para todo. El bajista Steve Dawnson siempre se quejó de que les faltó tiempo para poder mejorarlo, muy a pesar de que el disco es historia viva de los 80.
El disco
Imposible no caer rendido a los pies de Saxon cuando entonan “Princess of the Night”. ¿Su mejor tema? Muy posiblemente sí. Es la mejor apertura de disco posible, un clásico por antonomasia de lo que es el heavy metal y de la NWOBHM. Himno atemporal por el que derramar cerveza y abrazarte con extraños que te rodean. Si te fijas el sonido es algo opaco y a día de hoy las guitarras suenan bastante mas fuertes de cuando fueron grabadas. Es el darlo todo en directo y dejarse la garganta. La “princesa de la noche” es una locomotora que hacía el trayecto de Londres a Glasgow tiempo atrás.
Siguiendo con la excelencia hay que pararse en la maravillosa “And the Bands Played On”. Fundamental pieza de la historia del rock en la que los fraseos constantes de guitarra llevan el tema en volandas. Biff le da el plus vocal con algunos añadidos en los efectos. La base rítmica avanza y los múltiples detalles de guitarras completan un tema perfecto. Poco se entiende un concierto de Saxon si no suena, y la canción va acompañada de unos tremendos juegos de luces. Relataba la letra el espíritu y experiencia de tocar en Moscú en el Monsters of Rock de 1980.
El tercer himno por antonomasia es la que da nombre al disco. Podrían haber empezado con esta, pero el momento creativo era tal que la dejaron para el final. Cuero y pantalones tejanos… Poco hace falta que añadir. Es un himno a medio tiempo, épico y potente en el que vuelves a dejarte la garganta. No solo definieron una estética, sino que un momento vital y una forma de vestir. Con esta tríada ya podemos ir a dormir… Si quieres quedarte en los detalles ojito al bajo de Dawson. Es un tributo a sus fans y a sus formas de vestir.
“Midnight Rider” versa sobre su experiencia de tocar en la gira americana de 1980. Hay la cadencia clásica del grupo con un gran estribillo y con ese fundamental bajo que tanta cohesión da al combo, siempre de la mano de Steve Dawson. Una excelente serie media con un bonito desarrollo de guitarras por parte de Quinn y Oliver. “Out of Control” sigue siendo uno de esos temas tapados, pero puramente definitorios del sonido Saxon.
Mismas premisas para el “Rough and Ready”, que se inicia con el característico silbido de Byford. Aquí hay una base que mezcla el estilo de los Who con chispazos de la era glam rock por mucho que el riffeado y la base sea puramente su sonido. Posiblemente eso hace que se distancie un poco de lo que es su sonido clásico y que sea un corte bastante olvidado más allá de que sigue siendo un reflejo claro de la época, del sonar más duros y de que llevaban el poso de los estilos anteriores con los que crecieron.
Tras los cuatro temas más reconocibles de este disco, la quinta más querida y recordada sería el “Play It Loud”. El grupo estaba volcado en lo que son los directos y eso les inspiraba a la hora de componer y en el escribir las letras. Sus experimentos con los amplificadores y esa búsqueda del sonar más potentes inspiró esta canción que todavía sobrevive en sus puestas de directo. “Toca fuerte en tu comunidad de vecinos”. Estribillos que han quedado desfasados pero que en esos tiempos tenían todo el sentido.
En “Fire in the Sky” hay una aproximación absoluta a Motörhead, especialmente por esa base rítmica tan poco pulida y machacona y con una línea de bajo perfectamente audible y de la escuela del tío Lemmy. Hay un tema que no está en el disco pero que merece ser reseñado pues estuvo en la cara B de uno de los singles y es un festín de rock n’ roll acelerado y decibélico: “Bap Shoo Ap”. Carnaza de directo a altísimas revoluciones. Se puede encontrar en varias reediciones de Denim and Leather.
Veredicto
Denim and Leather es historia viva del rock y simboliza el ascenso a los cielos del heavy rock. Es la resistencia de unos músicos a las presiones de las discográficas que buscaban singles y les sugerían a grupos como Iron Maiden, Def Leppard o Praying Mantis que lo enfocaran todo más hacia terrenos más melódicos o más punkies. El éxito de “747 Strangers in the Night” les cambió las cosas a Saxon y a partir de entonces pudieron dedicarse a indagar en lo que les gustaba. Y a pesar de que no quisieron entrar en la MTV ni ceder a sus exigencias, el paso del tiempo les hizo pasar por el aro para poder llegar a entrar en la rotación de los vídeos… Pero esa historia ya la contaremos más adelante. Aquí había un disco histórico y un águila que iba a emprender el vuelo.