Pues parece que este 2018 el heavy metal está de suerte. Además del esperado nuevo trabajo de Judas Priest, “Firepower”, publicado este mismo mes de marzo, y a los que tendremos la suerte de ver este verano en España, también hemos podido escuchar lo nuevo de Saxon. “Thunderbolt”, un álbum cargado de puro sonido Saxon, recordando al de sus primeros trabajos donde eran una banda de puro heavy metal. Con “Thunderbolt”, los británicos vienen a recordarnos que siguen siéndolo y que al parecer lo seguirán siendo todo el tiempo que ellos quieran.
Tras casi 3 años desde “Battering Ram”, Saxon vuelven pisando fuerte con su nuevo trabajo de estudio, cargado de Heavy Metal, pero con variedad de estilos, a lo cual ya nos tienen acostumbrados. La banda británica liderada por Biff Byford, que cuenta con más de 40 años a sus espaldas sobre los escenarios como un referente del heavy metal, sobre todo en la denominada NWOBHM de finales de los 70 (donde tuvieron que luchar con el auge del punk en el Reino Unido), compartiendo esta con bandas como Iron Maiden o Deff Lepard, ya está aquí con su nuevo álbum, el cual tendremos la suerte de ver presentado en nuestro país en verano durante el festival Leyendas del Rock.
“Thunderbolt” es el vigésimo segundo álbum de estudio de los británicos, en el cual parecen dejar claro que no tienen ganas de bajarse de los escenarios. Por suerte para los amantes del heavy metal, vuelven a sacar un disco donde este es el género predominante, ya que a lo largo de su carrera su estilo musical se ha visto modificado en varias ocasiones, como en el sublime y “hardrockero” “Wheels Of Steel”, o sus coqueteos con el glam rock durante la segunda mitad de la década de los 80, con discos como “Rock The Nations”. Con “Thunderbolt”, bajo la discográfica Militia Guard Music, y producido por el polifacético Andy Sneap, parecen seguir la proyección que vienen trayendo desde la década de los 90, con un sonido más pesado, recordando a los inicios de la banda, aunque puedan distinguirse diferentes registros dentro del propio álbum.
Al escuchar la intro del disco “Olympus Rising”, se puede empezar a imaginar la que se avecina, con un sonido oscuro y ascendente que nos va acercando al que va a ser el primer pepinazo del disco; “Thunderbolt”. Es la pista que da nombre al disco y con todo el derecho, ya que de principio a fin es una declaración de intenciones de lo que nos espera con este álbum, como ya hicieran en su último trabajo “Battering Ram”, abriendo el álbum de la misma manera. Comienza con un potente y pegadizo riff de guitarra y una agresiva percusión por parte de Nigel Glockler en los primeros segundos, que preceden a la entrada vocal de Biff, el cual deja claro que a pesar de su larga trayectoria musical mantiene un intacto registro vocal y que quedan años de Saxon.
En la siguiente pista nos encontramos con “The Secret Of Flight”, con un sonido más clásico, en el que cabe destacar otra vez el riff principal de la guitarra rítmica, y el potente sonido otra vez de Glockler a la batería, que hacia el final del tema introduce el doble bombo tan característico del sonido heavy metal.
Con “Nosferatu (The Vampire’s Waltz)” nos adentramos en un mundo más oscuro, en el que se cambian la potencia y velocidad de los riffs y de la percusión de las pistas anteriores, por teclados y coros dejando un sonido muy Epic, y cobrando así más protagonismo si cabe la figura de Biff, que tiene un tema perfecto para lucir sus registros vocales, sobre unos coros operáticos de fondo. Esto no significa que las guitarras pasen desapercibidas, ya que la velocidad aumenta hacia la segunda mitad del tema para dar paso a un “épico” solo de guitarra.
“They Played Rock and Roll” es sin duda la canción más importante del disco, ya que este viene dedicado a la memoria del bajista y líder de Motörhead, Lemmy Kilmister, fallecido unos años antes del lanzamiento de “Thunderbolt”. Sólo hace falta escuchar unos segundos de la canción para que el sonido nos recuerde inevitablemente a la banda de nuestro querido Lemmy, con una velocidad en la batería cercana al speed metal, recordando a Mikkey Dee. Aunque esto último no lo compartiría el bueno de Lemmy, quien siempre despreció esta etiqueta, diciendo que “ellos tocaban rock’n’roll”, hecho que da nombre a este quinto corte. Durante el tema se puede incluso escuchar la voz de Lemmy diciendo la famosa frase, y sobre todo en la intro y en el final apoteósico del tema, se pueden distinguir ciertos guiños a “The Ace Of Spades”, uno de los temas más conocidos de la homenajeada banda liderada por Lemmy.
En “Predator”, uno de los temas más duros del disco, se puede volver a escuchar una potente intro con guitarras agresivas y la percusión marcando mucho la base rítmica. Cabe destacar en este corte una segunda voz por detrás de la de Biff, con un sonido gutural más propio del Death Metal, lo cual cobra sentido cuanto descubrimos que el autor de estas voces es Johan Hegg, de la banda escandinava de death metal Melódico Amon Amarth, demostrando una vez más la cualidad que tiene Saxon de mezclar estilos sin perder su característico sonido. En “Sons Of Odin” por el contrario la velocidad vuelve a bajar dejando un sonido más doom, en el que por primera vez el bajo de Carter toma gran protagonismo en el disco marcando continuamente el ritmo de la canción, en la que hay diferentes cambios de intensidad tanto en las guitarras como en las vocales por parte de Biff, cosa que domina a la perfección.
“Sniper” es el tercer pepinazo del disco junto con “Thunderbolt” y “Predator”. Con un potentísimo y “trashero” riff inicial de guitarra deja claro desde el principio el tema que nos espera. Saxon como banda precursora del posterior sonido Thrash que cobraría tanta popularidad en los 80 con bandas como Anthrax, Metallica o Megadeth, las cuales han nombrado a Saxon entre sus influencias, no podía no dejar un sello de este sonido en el disco, y así lo dejan claro en “Sniper”, mi pista preferida del disco.
En “A Wizard’s Tale” se vuelve a un sonido más Saxon, puro heavy metal clásico en el que destaca el sonido metálico del ride en la batería de Glockler durante los versos del tema. Hacia la segunda mitad de la canción se puede escuchar un bridge con las dos guitarras tocando a la vez, muy característico del sonido Heavy que representa a la banda.
En el penúltimo corte del disco tenemos “Speed Merchants” precedido del sonido de motos acelerando y derrapando en la carretera, temática que siempre ha ido de la mano con el heavy metal, siendo imposible no recordar a la película contracultural de finales de los 60 “Easy Rider”, y su maravillosa banda sonora. En este corte la velocidad vuelve a aumentar dejando de nuevo un sonido muy Motörhead, en el que destacan una vez más los agresivos riffs de guitarra y la velocidad y potencia de la percusión.
Para acabar, lo que parece una canción de agradecimiento a todo el equipo que acompaña a la banda durante sus aventuras en la carretera. Cierra el disco este corte llamado “Roadies’ Song”, con un sonido 100% Saxon para despedir otro impecable trabajo de la banda agradeciendo el trabajo inadvertido de todos los “Roadies” que lo hacen posible.
Poco podemos decir negativo de este disco, y de esta banda, en el que una vez más demuestran por qué son una de las bandas más grandes en el mundo del HEAVY METAL, a pesar de la experimentación criticada por algunos que han adoptado en algunas etapas de su carrera. Dejan claro que hay Saxon para rato y que es obligatorio marcar alguna fecha en el calendario para poder verlos en directo presentando este “Thunderbolt”. Por mi parte, ¡Nos vemos en Leyendas del Rock!
Como rockero nacido en Canarias y en los 90 (¡El Nu Metal mola!), me pasé la infancia luchando en todos los recreos para poner mis discos; “…And Justice For All” siempre era uno de ellos.
En esto del rock desde que escuché por casualidad Deep Purple, a lo que siguió Led Zeppelin y ya no hubo vuelta atrás. Pasión por la música desde niño, prácticamente todos los estilos que derivan del rock, aunque un poco hater con el Glam. Guitarrista amateur, batería frustrado, y con ganas de adentrarme en este mundo como algo más que un hobby.