Sebastian Bach, el icónico vocalista con una carrera musical que abarca más de tres décadas, regresa por la puerta grande con su nuevo álbum en solitario que ve la luz hoy mismo, Child Within the Man (2024). Tras una pausa discográfica de diez años, este esperado disco marca un emocionante renacimiento creativo para el artista. En esta nueva obra, Bach fusiona magistralmente el hard rock clásico con elementos más modernos, demostrando una vez más su habilidad para reinventarse y mantenerse relevante en la escena musical. Child Within the Man no solo ofrece una poderosa dosis de nostalgia para los amantes del rock, sino que también presenta una frescura y vitalidad que lo hacen destacar. Con una voz que desafía el paso del tiempo, Bach demuestra por qué sigue siendo una figura emblemática en la industria musical.
Desde sus inicios como líder de Skid Row, Sebastian Bach se consolidó como una figura clave en la escena musical de los 90. Su voz poderosa, carisma arrollador y letras descaradas lo convirtieron en un ícono para toda una generación de adolescentes que «se estaban asalvajando». Con éxitos como «Youth Gone Wild», «18 and Life» y «Slave to the Grind», su parcelita en el Olimpo del Rock estaba más que garantizada. Tras su salida de Skid Row, Bach continuó forjando su legado como solista, demostrando una versatilidad y una creatividad que lo mantuvieron en el centro de atención de la escena musical.
Tras la separación de Skid Row en 1996, Bach emprendió una exitosa carrera en solitario, lanzando álbumes como Angel Down (2007) y Kicking & Screaming (2011), que exploraron nuevos territorios musicales mientras mantenían la esencia del hard rock que lo caracterizaba. A lo largo de los años, Bach ha demostrado su versatilidad colaborando con artistas de diversos géneros, participando en programas de televisión e incluso hizo sus pinitos en Broadway. Especialmente significativo fue su rol en el musical Jekyll & Hyde (2000), interpretando a Dr. Henry Jekyll/Edward Hyde durante unos meses… hasta que David Haselhoff, otro que tal, ocupó su lugar.
Child Within the Man marca, como decía, un regreso triunfal de Bach a sus raíces rockeras. El álbum está impregnado de una energía y una pasión contagiosas que nos recuerda la fuerza que ha mantenido a Bach como un referente del género durante tantísimos años. Desde los riffs electrizantes de «Everybody Bleeds» y «F.U.», que son pura adrenalina y que nos transportan a la escena del Sunset Strip de finales de los 80 con su cruda autenticidad, hasta la conmovedora balada final «To Live Again», que muestra la vulnerabilidad y la profundidad emocional de Bach como compositor, cada canción en este disco es una muestra de su dominio del hard rock. Además, los esporádicos toques modernos añaden una capa de frescura y relevancia, asegurando que Child Within the Man llegue tanto con los fans de toda la vida como con las nuevas generaciones.
El segundo sencillo extraído del último álbum, «(Hold On) To the Dream», es perfecto, una obra maestra en toda regla. Esta canción, la número tres del disco, no solo destaca, sino que se erige como un corte supremo, convirtiéndola en mi favorita. Desde el primer acorde, se siente una fuerza arrolladora: las guitarras rugen con una ferocidad inigualable y la interpretación vocal es épica. A pesar de un comienzo aparentemente pausado, reminiscente de «In a Darkened Room», pronto se desata una tormenta de riffs tan deliciosamente Sabbáthicos que te dejan sin aliento en menos de un minuto.
Sin embargo, Bach no se limita a repetir la fórmula con la que cosechó tantos éxitos en el pasado. Hay un giro moderno en algunas canciones, con toques de sintetizadores que añaden una capa novedosa al conjunto. Y un capítulo aparte merece el elenco de talentosos músicos de los que se ha rodeado, incluyendo a los guitarristas John 5 (ex de Marilyn Manson y Rob Zombie, actualmente en Mötley Crüe), dos ex de Michael Jackson –Steve Stevens y la formidable Orianthi–, Todd Kerns, bajista de la banda de Slash, y Jeremy Colson, batería del Sr. Steve Vai.
Al hablar de colaboraciones, es interesante notar que en el tema «Future of Youth», donde colabora Orianthi, el riff principal evoca en ciertos momentos el clásico de Skid Row «Mudkicker». No, no creo que se trata de una coincidencia, sin más.
Las letras del álbum exploran temas profundos y personales, desde la reflexión sobre el paso del tiempo en «Hard Darkness» hasta la búsqueda de la redención en «Vendetta». Bach canta con una honestidad cruda y una emotividad conmovedora, conectando con los oyentes en un nivel profundo. La mezcla de hard rock clásico con alguna que otra pincelada más «actual» crea una atmósfera sonora única que dota al álbum de una identidad propia.
Estamos, efectivamente, ante un claro tributo a la trayectoria musical de Sebastian Bach y un recordatorio de su legado como una de las voces más emblemáticas dentro del mundillo. Con este álbum, Bach demuestra que sigue siendo una fuerza creativa a tener en cuenta, capaz de entregar la misma música fresca y atractiva que ya nos regalara hace décadas hoy, en pleno año 2024.
Más allá de ser un simple álbum de rock, Child Within the Man es una llamada a la acción y me atrevería a decir que a la nostalgia. Bach nos invita a abrazar al niño que llevamos dentro, a perseguir nuestros sueños con pasión y a nunca, absolutamente nunca (aplicaos el cuento) rendirnos ante las adversidades. En un mundo que a menudo nos presiona para conformarnos, Bach nos recuerda el poder de la autenticidad, la rebeldía y la libertad de hacer lo que a un@ le dé la gana.
Child Within the Man es un álbum que sin duda complacerá a los fanáticos de toda la vida de Sebastian Bach, quienes se deleitarán con su regreso a ese hard rock añejo. Pero también es un disco que tiene el potencial de atraer a nuevas generaciones de amantes del rock, quienes descubrirán en Bach una fuente de inspiración y una voz que (todavía) resuena con la fuerza del rock ‘n’ roll más puro.
No quisiera acabar esta reseña sin hablar sobre la portada del disco, obra del padre de Sebastian Bach, el artista David Bierk. Si bien reconozco el simbolismo y el significado personal que pueda tener para Bach, debo admitir que, a nivel personal, no me atrae en absoluto. Qué coño: es fea de cojones. Entiendo la intención del artista de plasmar la esencia del álbum y la trayectoria de su hijo. Sin embargo, la ejecución, en mi opinión, resulta (muy) poco atractiva. Perdón.
Sí, finalmente lo voy a decir claramente: Child Within the Man es un pedazo de discarral. Es más, diría que es un trabajo imprescindible para cualquier fan de la música que busque una dosis revitalizante de hard rock del de antes con un toque moderno en pleno siglo XXI. Insisto: Sebastian Bach ha vuelto con más fuerza que nunca para recordarnos por qué es una leyenda viva del rock… por muy capullo que sea.
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J’hayber.