Sabor algo agridulce el que me dejó este primer concierto de la temporada. Después de un mes entero sin pisar una sala (lo que parece imposible después de casi no haber salido de ellas durante el otoño), el periodo primaveral empieza fuerte con un buen puñado de citas interesantes. La primera de ellas era este prometedor encuentro con el death metal sinfónico y el black metal que nos iban a ofrecer dos bandas con tablas sobradas como son Septicflesh e Inquisition. Y todo bien, pero quizá si hubiéramos sabido que estábamos ante una gira en que las dos bandas actuaban como co-cabezas de cartel, gozando del mismo tiempo de duración, hubiéramos mitigado algo la decepción que supuso encontrarnos con un set cortísimo de los griegos, lo que confundió a la mayoría de presentes. Además, la poca asistencia, el abuso de instrumentos, voces y pasajes pre-grabados y un sonido algo irregular hicieron que el buen concierto de Septicflesh y el muy buen concierto que dieron Inquisition quedaran un poco en segundo plano, y muchos fans acabaron yéndose a sus casas un poco contrariados.
Odious
Pero bueno, empecemos por el principio. Los encargados de par el pistoletazo de salida a la velada eran los egipcios Odious, un grupo bastante desconocido para mí que empezó su descarga ante una treintena de personas que daban a la Sala Razzmatazz 2 un aspecto desolador. A medida que completaban los treinta minutos que duró su actuación la sala se fue llenando sin demasiadas prisas, y aún así no creo que lograran convencer demasiado a aquellos que llegaron temprano y les prestaron toda su atención. Su black metal/metal extremo de tinte oriental tiene un problema serio en directo: la práctica totalidad de sus melodías proceden de teclados o de otros arreglos, y sobre el escenario había una guitarra, un bajo, una bateria y un cantante, que en muchos casos se limitaban a acompañar con fraseos bastante básicos las alegres y culebreantes melodías que sonaban por los altavoces sin que nadie las tocara.
Aun y no sonar mal esta propuesta tan enlatada mi chirrió bastante, y más viendo que tampoco decidieron aprovechar la oportunidad de combatir el frío recibimiento del público con algo más de brío o una puesta en escena especialmente poderosa. Por el contrario, se mantuvieron muy estáticos y, en consecuencia, esa misma respuesta es la que recibieron a pié de escenario. Los egipcios demostraron ser una banda digna, eso sí, con una propuesta interesante en estudio, pero su concierto creo que será rápidamente olvidado por aquellos que les vimos hoy en Barcelona.
Setlist Odious:
Dungeon Keys
A Picture Of Dead Art
New Mystery
Crystal Clear
Alzar
Hot Blood Fumes
Inquisition
Lo primero que llama la atención de Inquisition, si no los has visto antes, es que son solo dos tíos: Dagon a la guitarra / voz e Incubus parapetado tras los parches. Unos plafones con cadenas de ADN cubrieron la batería de amplificadores y delimitaron un amplísimo espacio en el que Dagon se pudo mover a sus anchas, alternando un micrófono y otro a ambos lados del escenario con bastante parsimonia. La segunda cosa que llama la atención es como, siendo solo dos tíos, fueron capaces de sonar mucho más llenos y convincentes de lo que lo hicieron Odious. Y mira que no hay bajo, no hay teclados, no hay arreglos, no hay coros y, por no haber, Dagon ni tan siquiera usa un simple pedal de guitarra. Así que durante la hora y diez que duró su concierto no oímos otra cosa que una batería atronadora, una voz grave y robótica y una guitarra sin el más mínimo matiz. Y fíjate tú por dónde, sonó fantástico y convenció a todo el mundo.
Ni me atrevo a mencionar qué pasó en tal o cuál canción: no estoy lo suficientemente versado en su música como para decir: «coño, este riff es el de ‘Embraced by the Unholy Powers Of Death And Destruction'» o «mira aquí el estribillo de ‘Vortex From The Celestial Flying Throne Of Storms'». El hecho es que su black metal monolítico y cañero de clara inspiración noruega y con muchos toques melódicos resulta indudablemente potente y resultón, sin hacerse para nada pesado a mínimo que conozcas algo su catálogo y puedas identificar riffs molones aquí y allá. Porque canciones buenas, si te va el rollo que hacen y que, todo hay que decirlo, no cambia ni un ápice entre un tema y otra, tienen un buen puñado, desde la inicial «From Chaos they Came» hasta «Infinite Stellar Genocide», pasando por «Hymn For A Dead Star» o «Command Of The Dark Crown». Eso sí, es posible que para aquellos que les descubrieran hoy, los pétreos setenta minutos que se pasaron soltando gruñidos y blast beats sobre el escenario se les hicieran un poco largos.
Visualmente resultaron moderadamente entretenidos aunque Dagon no sea el tío más movido ni hablador del local. Las luces rojizas y la generosa cantidad de humo que soltaron ayudaron a crear una apropiada atmosfera nublosa y oscura que hizo sufrir a unos fotógrafos que dudo que podamos presumir de haber sacado aquí nuestras mejores fotos. Al fondo de la penumbra, y parapetado tras una estructura de batería bastante abultada, el rubio Incubus demostró que es un maquinote con las baquetas en las manos, ocupando todos los recovecos que podían quedar vacíos en su sonido y certificando que, muchas veces y si lo hacen bien, menos es más.
Inquisition se bajaron del escenario entre aplausos y, ante la sorpresa de un público que ya empezaba a desfilar hacia la barra comentado la jugada, aún se volvieron a animar con otro tema y acabaron por cerrar con la muy atmosférica outro, una revisión de la misma pieza con la que empezaron. Aunque confieso que por momentos a mí también se me hizo un poco largo, la pareja americana se marcaron un muy buen concierto del que seguro que salieron con algun que otro seguidor extra. A mí, personalmente, y a pesar de ser una banda de la que no era particularmente fan, me convencieron totalmente.
Setlist Inquisition:
Intro: The Force Before Darkness
From Chaos They Came
Hymn For A Dead Star
Dark Mutilation Rites
Ancient Monumental War Hymn
Command Of The Dark Crown
The Realm Of Shadows Shall Forever Reign
Vortex From The Celestial Flying Throne Of Storms
Embraced By The Unholy Powers Of Death And Destruction
Astral Path To Supreme Majesties
Desolate Funeral Chant
Infinite Interstellar Genocide
A Magnificent Crypt Of Stars
Septicflesh
Curiosamente, me dio la impresión que para el concierto de Septicflesh había menos público que con Inquisition. Quiero pensar que lo que ocurrió es que la mayoría estaban más apelotonados en las primeras filas, con lo que la sensación de espacio en la mayor parte de la sala se incrementó notablemente. Evidentemente, también es posible que hubiera cierta cantidad de gente que hubiera venido a ver al dúo americano y se fuera a casa después de su actuación, pero me extrañaría que fueran tantos como para que se notara de esa manera. En todo caso, esto puso de manifiesto que el concierto había pinchado bastante a nivel de asistencia, y no conté muchas más de 150 personas dispuestas a disfrutar de la actuación del cuarteto griego, liderado como siempre por los hermanos Antoniou, siempre imponentes visualmente gracias a su aspecto desafiante.
Su descarga empezó como un cañón: «Portrait Of A Headless Man» es mi corte favorito de su nuevo y brillante Codex Omega, y además sonó poderosa y majestuosa, con Spiros demostrando que tiene un vozarrón absurdo y que es un frontman con mucho gancho, «my friends, my friends» mediante. Detrás de los parches, el ex-Decapitated Khrim no dejó pasar ningun momento para demostrar su habilidad y potente pegada, mientras que Dinos Prassas, que como es habitual sustituye a Sotiris a la guitarra cuando la banda sale de gira, acabó por ser el componente más movido de todos. «The Vampyre From Nazareth» y «Martyr» siguieron manteniendo el nivel de tensión al máximo, pero algo ocurrió justo antes de la gran «Prototype» que hizo que la banda se tuviera que retirar durante un tiempo más largo de lo normal mientras salían del paso con unos sonidos inquietantes de fondo que acabaron usando como recurso, repetidamente, en casi cada cambio de canción, lo que en algunos casos cortó un poco el ritmo.
Es innegable que Septicflesh llevan unos cuantos años en un estado de forma excelente, contando sus últimos discos como, a mi gusto, los mejores de su carrera. Y parece que ellos también están de acuerdo con esta apreciación, ya que el concierto se basó enteramente en canciones de sus cuatro álbumes ´más recientes, con especial atención, como no, en Codex Omega (2017), del que sonaron, además de las mencionadas anterioremente, la gran «Enemy Of Truth», la muy trallera «Dante’s Inferno» y la final «Dark Art». Todos ellos son temazos, aunque los momentos más celebrados, como no, llegaron cuando atacaron temas cortes más clásicos como «Communion» o, sobretodo, «Anubis», ante el que Spiros animó exitosamente a la gente a corear su icónico punteo. Personalmente, de todas maneras, la que yo más disfruté fue el pepinazo que es «Prometheus», reafirmándome en la opinión que Titan es mi gran debilidad.
Aunque en general sonaron bien y disfruté notablemente de su actuación, hubo algunos puntos que no me acabaron de convencer. Para empezar, creo que hubo momentos en que la batería quedó algo engullida por los demás instrumentos, restándole el poder que podría haber tenido y que se manifestó con mucha más fuerza en las partes lentas y bombásticas, siendo todo un poco descolorido en las más ligeras. Además, no deja de ser algo extraño que una banda con un componente sinfónico tan protagonista no lleve ni un triste teclista en directo, con lo que acabamos encontrándonos con una situación parecida a la que vivimos con Odious (aunque quizás no tan flagrante), y algunas de las partes más icónicas y coreadas procedían de una cinta pre-grabada.
Por último, el hecho de que al cabo de sesenta minutos de reloj los cuatro componentes de la banda se bajaran del escenario para no volver fue algo inesperado y decepcionante para aquellos que no se habían mirado los setlists de la gira, y la verdad es que todos nos quedamos con ganas de mucho más. Incluso al acabar, cuando Spiros se bajó a darse un baño de masas entre un público ávido de selfies, se notaba en su cara un cierto sentimiento de conciencia y culpabilidad. La verdad es que, teniendo en cuenta que se presentaban como cabezas de cartel, y creo que así lo entendió y esperaba la mayoría de la gente, no acabo de entender el porqué de un repertorio tan corto.
Es curioso porque recuerdo que hace exactamente un año (día arriba, día abajo) también estuve en esta misma Sala Razzmatazz 2 viendo otro concierto de death metal sinfónico que igualmente pinchó bastante a nivel de asistencia: el de Fleshgod Apocalypse y Carach Angren, que por cierto fue un bolazo. Será que no estamos ante los años de gloria del género, pero de nuevo acabamos con una entrada menor de lo esperado y en consecuencia, un ambiente que no llegó a calentarse del todo en ningun momento a pesar del esfuerzo que pusieron las bandas. Así que, aún y haber sido una velada disfrutable, dudo que podamos marcar este concierto como uno de los más destacados de esta temporada que acaba de empezar.
Setlist Septicflesh:
Portrait Of A Headless Man
The Vampire From Nazareth
Martyr
Prototype
Pyramid God
Enemy Of Truth
Communion
Prometheus
Dante’s Inferno
Anubis
Dark Art
Siempre me ha encantado escribir y siempre me ha encantado el rock, el metal y muchos más estilos. De hecho, me gustan tantos estilos y tantas bandas que he llegado a pensar que he perdido completamente el criterio, pero es que hay tanta buena música ahí fuera que es imposible no seguirse sorprendiendo día a día.
Tengo una verborrea incontenible y me gusta inventarme palabras. Si habéis llegado hasta aquí, seguro que ya os habéis dado cuenta.