Seth – La France des maudits

No me consta que por esos lares hayamos hablado alguna vez de esta banda francesa, así que antes de meterme de lleno con lo que es ya su séptimo larga duración, voy a daros un par de breves pinceladas sobre ellos.

Seth se formaron en Burdeos en el año 1995, muy influenciados por el black metal escandinavo y la LLN (Les Legions Noires), una especie de Inner Circle noruego a lo francés encabezado por bandas como Vlad Tepes, Torgeist, o Torture. Después de una demo y un EP, debutaron tres años después de la mano de la también francesa Season of Mist (…and Oceans, 1343, Arcturus) con Les blessures de l’âme, un disco que sobre todo llamó la atención por usar el francés como lengua en un género más acostumbrado a ser recitado, o escupido, en lenguas germánicas. A partir de ahí (estando inactivos entre 2005 y 2011), y de la mano de formaciones como Deathspell Omega o Blut Aus Nord abanderaron la llamada ola del French black metal, siendo actualmente una de las bandas de metal extremo más aclamadas y reconocidas del país vecino.

Este nuevo La France des maudits sigue la estela dejada por su anterior La morsure du Christ (2021), que fue compuesto muy condicionado por una imagen de gran impacto visual como fue ver envuelta en llamas la catedral de Notre Dame. En esta nueva aventura volvemos a tener París como punto de partida, pero esta vez siendo la capital gala la piedra angular del disco. Seth nos trasladan a aquellas calles que fueron espectadoras de la convulsa revolución francesa de finales del siglo XVIII y que aquí nos sirven perfectamente como telón de fondo. Seth le canta a las rebeliones pasadas pero de una manera siniestra y blasfema. No me mal interpretéis, La France des maudits no es un ejercicio histórico ni nada por el estilo, las cabezas de Robespierre, María Antonieta, y Luís XVI ya rodaron hace unos cuantos siglos, pero esa oscura época de la historia de Francia va como anillo al dedo, o guillotina para monarquía, para lo que aquí nos proponen Seth.

El inicio con “Paris des maléfices” es arrollador, conteniendo aquí todos los ingredientes para convertirlo en un temazo: riffs cortantes, melodías embrujadas, góticos teclados, y un Saint Vincent bien metido en su papel, escupiendo lamentos en un atractivo lirismo. Seth aúnan en su música a partes iguales intensidad y agresividad, con melodía e imaginería gótica, ganando sobre todo cuando se sumergen en terrenos más sinfónicos y épicos, como en “Dans le cœur un poignard” o “Insurrection”, éste último, una oda a la libertad: “Plus jamais à genoux!!”

Seth manejan muy bien la ambientación y saben dotar a su música de ciertos aires cinematográficos que visten perfectamente, de manera siniestra y romántica al unísono, esos tiempos pasados de aquel turbulento París, definición que encajaría perfectamente en “Et que vive le Diable!”, uno de los cortes que más me han gustado.

En la edición especial se incluye, aparte de una guillotina en miniatura que sirve para guardar el CD, la cover “Initials B.B.” (que también hizo Iggy Pop) del parisino y provocador Serge Gainsbourg, músico, poeta, pintor, guionista, actor…, uno de los artistas más reconocidos del pop francés y padre de la actriz Charlotte Gainsbourg. Me encantan las versiones que son llevadas a un terreno totalmente diferente, y Seth la clavan con esta.

En fin, black metal muy bien ejecutado y elegante, lleno de pinceladas sinfónicas, teatrales, y melódicas, es lo que nos presentan los franceses con su recomendado último disco. Por último, hay que destacar el atractivo cover art, obra del fotógrafo Andy Julia (Alcest, The CNK, Anorexia Nervosa), y señalar como dato curioso que la fecha de lanzamiento elegida por Seth coincide con el aniversario de la toma de la Bastilla, es decir, el día nacional de Francia. Aprovecho también para recordar que la banda estará acompañando a Rotting Christ y a Borknagar el último trimestre del año en una veintena de fechas por Europa, con parada el 23 de octubre en la sala Salamandra de L’Hospitalet.

Jaime Arjona

Pota Blava y fanzinero de los 90. La música siempre ha sido una de mis grandes pasiones, y aunque el Metal es mi principal referencia, no he parado de moverme por diferentes estilos sin encerrarme a nada. Con los años el escribir también se convirtió en otra pasión, así que si junto las dos me sale la receta perfecta para mi droga personal. Estoy aquí para aportar humildemente algo de mi locura musical, y si además me lo puedo pasar bien…pues de puta madre.