I Have Seen the Future and It Doesn’t Work (2019) es el álbum debut de Shock Narcotic, una banda de grindcore que cuenta entre sus filas con miembros actuales y ex miembros de bandas como The Dillinger Escape Plan, Child Bite, The Black Dahlia Murder y Battlecross, además de la colaboración en varios temas del vocalista de Full of Hell Dylan Walker. Estamos ante 14 temas, para un total de solo 19 minutos de desagradable grindcore mezclado con caóticos elementos de hardcore y de metal. Y todo ello, cortesía de Housecore Records, la dicográfica de Phil Anselmo.
Y vosotr@s os preguntaréis: ¿Qué puede explicarnos una banda en solo 19 minutos de trabajo? Lo primero que tenéis que tener en cuenta es que estamos ante un trabajo que es de todo menos estándar pues, entre tanta violencia, la banda flirtea con la ocasional incursión de elementos que uno podría definir como experimentales. Es decir: cambios continuos e inesperados, fragmentos hablados, extraños riffs de guitarra, cantos limpios inusuales, etc. Alrededor de todo esto, el resto de la música es agresiva, mayormente rápida y siempre agresiva. Los riffs son gruesos y rápidos, y se entregan con una variedad apocalíptica y una intensidad intrincada. Cada canción tiene su propia identidad y, aunque las canciones pasen como una exhalación ante tus oídos (la pista más larga apenas dura dos minutos), estamos ante una colección de pistas bastante redonda.
Las voces son ásperas y hostiles, pero, en ocasiones, tal y como ya he explicado unas líneas más arribar, son atípicas; el registro vocal de Shawn Knight (Child Bite) es bastante diverso. Los coros de Dylan Walker hacen que su presencia salvaje también destaque en ocasiones.
Pensar que estamos delante de un cruce entre Napalm Death y Pig Destroyer es un punto de partida para adentrarse en el universo de Shock Narcotic. Agrega a esta mezcla una pizca de los Full of Hell más desagradables, dos cucharadas soperas de los riffs más potentes de una banda como Every Time I Die, y luego cúbrelo todo con un frosty de hostilidad opresiva, y obtendrás una exquisita tarta cuya guinda se llama Shock Narcotic.
A pesar de las comparaciones anteriores, I Have Seen the Future and It Doesn’t Work es grindcore para personas a las que no les mola escuchar grindcore , y solo por eso, porque sorprenderá a propios y extraños, estamos ante un álbum la mar de recomendable.
Diseccionar una a una canciones que duran unos segundos no tiene demasiado sentido, así que solo os diré una cosa: existe una cover band de Melendi, se llaman Milindri y les dejan tocar en directo. Si su batería sale cada mañana a la calle a comprar una barra de cuarto sin miedo a ser apedreado, fijo que todos tus sueños se harán realidad.
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J’hayber.