No soy fan de Skid Row ni nada parecido, pero sí que me atrae mucho la idea de moverme en un ambiente diferente al que se vive en un concierto de mis géneros favoritos. Por eso, mi crónica, la escribo desde un punto de vista diferente al de un seguidor de este tipo de bandas.
Para empezar, puedo decir que me sorprendió ver que había tanta gente aficionada a este grupo y aunque la mayoría estaba entrada en los cuarenta, había gente de todas las edades, con una apariencia un tanto macarrilla de principios de los noventa.
Double Crush Syndrome
A las 20:00 no había más de 100 personas cuando empezaron a tocar Double Crush Syndrome, que eran unos grandes desconocidos para mí y, por así decirlo, un melón por abrir. Más tarde descubrí que el líder de este trío alemán es Andy Brings ex-guitarrista de Sodom.
El concierto comenzó con mucha energía, al más puro estilo punk, con mucho guitarreo y con poses mientras tocaban. Las pintas que llevaban eran bastante estrafalarias. Una mezcla entre Misfits y Marilyn Manson. El cantante, con una camiseta de malla y los labios pintados de rojo pasión, el bajo (Slick Prolidol) con una cresta de pinchos y el batería (Julian Fischer), de quien tuve dudas de si era una mujer o no. Lo que sí que os puedo decir es que me encantaron en vivo. Andy Brings hacía constantemente guiños al público hablando en un muy aceptable castellano y haciendo un teatrillo antes de cada canción. Incluso hubo una pequeña tentativa de striptease en el momento que se quitó la camiseta. Al final del concierto. y antes de cantar «Gimme Everything», bajó del escenario y se paseó entre el público.
Al final de su turno, mi sensación fue la de que no había visto a una banda con solo tres años de vida. Lástima que solo tengan un disco de repertorio, ya que el bagaje de su líder les da una energía en el escenario, que ya la querrían muchas bandas con más años a sus espaldas. Consiguieron que las 300 personas que habían ido a ver a Skid Row acabaran coreando y jugando con los cantos en su última canción.
Setlist Double Crush Syndrome:
She’s a Pistol
2Yeah! Pain!
On Top of Mount Whateverest
Blood on my Shirt
Can’t You Be Like Everyone Else
Die for Rock N’ Roll
Gimme Everything
Skid Row
Después de la descarga de adrenalina anterior, no sabía qué esperar de un grupo que empezó con Bon Jovi y que arrastra un cierto fenómeno fan, sobre todo entre las mozas de principio de los 90, cuando formaba parte del grupo Sebastian Bach, su mítico y excéntrico cantante.
Skid Row lleva años cambiando piezas, siempre las mismas, y parecía que no encontraba la gente adecuada para cubrir los puestos de batería y vocal. Parece ser que la batería la tienen bien cubierta desde el 2010 con Rob Hammersmith y en el apartado vocal, con la incorporación de ZP Theart (ex Dragonforce), han ganado mucho. En el concierto demostró estar a la altura del grupo y demostró tener carisma y feedback con el público.
EL concierto empezó con «Slave to the Grind» y desde la primera a la última nota el 90% de los asistentes no pararon de cantar las canciones y de gritar a pleno pulmón los estribillos de todas y cada una de las canciones. Para mí, que estoy acostumbrado a grupos que cantan en idiomas que muchas personas no saben casi ni que existen, es impresionante que el público se sepa las canciones de pe a pa.
Otro dato que quiero comentar es la estética del grupo. Pensaba que sería una estética más macarra, pero me sorprendieron gratamente y me di cuenta que se han sabido adaptar a los tiempos. Mención especial tengo que hacer sobre Rachel Bolan, que salió al escenario con cara de pocos amigos, unas gafas Ray-Ban oscuras y una cadenita que iba desde su pendiente hasta su nariz, casi como las que aguantan las carteras de muchos metaleros. Realmente solo era una pose, o como dicen ahora (estreno termino, jajaja) postureo, ya que al poco rato se quitó las gaficas e incluso cantó una versión de The Ramones, «Psyco Therapy», que, por cierto, quedó súper cañera e hizo como un poco de paréntesis antes de entrar en la última fase del show.
Por el camino ya habían caído temas míticos de la banda como «18 and Life» o «Sweet Little Sister». ZP Theart ya se había ganado al público con su voz y con un par de falsetes, y gracias a estar lanzando constantemente agua y botellas al público. La última canción, antes de acabar con la parte oficial del setlist, fue «Monkey Business» y aquí es donde nos obsequiaron con una especie de jam session en el que hubo duelo de solos entre Dave Sabo y Scotti Hill, y una tentativa de solo de batería.
Ni dos minutos tardaron en salir a escena para tocar tres bises que realmente valieron la pena. Nunca pensé que me apenara que la ley anti tabaco funcione, ya que con «I Remember You», eché en falta los mecheros encendidos para acompañar esta balada, de las que ya no se hacen, y que me recuerda a mi época de final del instituto. Justo después tocaron la única canción grabada en el siglo XXI que sonó en el concierto, pero que encajó perfectamente entre las tres del bonus, ya que terminaron con «Youth Gone Wild», gran himno de los 90.
Tremendo concierto se marcaron los señores de L.A.. Pensaba que darían más pena que otra cosa, pero la sensación que tengo es que saben dar caña, no como otros grupos de su generación. También creo que con su nuevo cantante pueden llegar a dar el salto que necesitan para el próximo material que graben, ya que tocar el 90% de las canciones del concierto de sus dos primeros álbumes quiere decir que necesitan nueva inspiración. Aunque tienen algo, que muchos grupos quisieran: fans entregados que les han seguido durante décadas.
Setlist Skid Row:
Slave to the Grind
Sweet Little Sister
Piece of Me
Livin’ On a Chain Gang
Big Guns
18 and Life
Makin’ a Mess
Rattlesnake Shake
Phsyco Therapy (Ramones cover)
Quicksand Jesus
Monkey Business
I Remember You
Whe Are the Damned
Youth Gone Wild