Cuando todavía tenemos el buen sabor de boca de la gira que Guns N’ Roses por nuestras tierras, Slash se une de nuevo a Myles Kennedy and The Conspirators para editar Living the Dream (2018), auto-editado por Snakepit Records. Tras grandes discos como los de Slash’s Snakepit o Velvet Revolver, sus últimos trabajos son buenos, pero esperemos que los rumores del nuevo disco junto a W. Axl Rose y Duff McKagan den mejores resultados.
De momento se acompaña de The Conspirators, con Frank Sidoris como segundo guitarra, el ex Faster Pussycat Todd Kerns al bajo y Brent Fitz a la batería, quien ha trabajado con Vince Neil, Alice Cooper, Gilby Clarke, Gene Simmons, Bruce Kulick o Union entre otros banda con la que, por cierto, estará de gira por nuestras tierras en 2019. Para dar imagen al disco, han vuelto a trabajar con Ronald English, quien ya se hizo cargo de la portada de su primer disco, Slash (2010).
El hombre de la chistera arranca con “Call of the Wild”, con un riff entrecortado al principio para llevar el tema con mucho ritmo, siendo una buena elección para abrir el disco. La voz de Myles camina por encima con algún eco que en, mi opinión, es innecesario. Buen solo; corto pero efectivo. “Serve You Right” habla de una historia verdadera sobre una monja y sus perversiones y abusos de poder en su convento. Un ritmo lento con Myles casi recitando por encima, con toques clásicos a lo AC/DC.
“My Antidote” vuelve a tener una intro potente con una melodía doblada a voz y guitarra que, en ciertos momentos, suena a “You Could Be Mine”. Slash usa efectos en su guitarra en la parte del verso, y en el estribillo tiene toques a lo Velvet Revolver. “Mind Your Manners” arranca con un riff muy Angus para un tema rápido, muy cerca del recientemente recuperado “Shadow of Your Love” de los Guns N’ Roses. De momento, me aventuro a decir que estamos ante un disco que creo que costara que llegue a clásico, pero que tiene sus puntos.
“Lost Inside the Girl” es la primera canción lenta del disco. La voz que usa Myles, en formato grave al principio, es lo que más me gusta de él en este disco. Sus agudos siempre me parecen lejos de la música, como si fueran grabados y sin intentar encajar. Pero he de reconocer que en este tema las dos cosas van de la mano, y es de lo mejorcito del disco. Buen riff de arranque en “Read Between the Lines”, que también es de los mejores temas del disco junto con el anterior. Los coros le dan una vida extra, y las melodías de guitarra se Slash, por debajo, llenan de una manera muy correcta.
“Slow Grind” empieza sonado a The Jam… sí, pero solo al principio, ya que después se vuelve el típico tema de Slash con un solo contestando a las voces de Myles a lo largo de todo el tema. “The One You Loved Is Gone” era, en principio, música pensada para The Walking Dead. Lleva una melodía bonita, con sonido de acústica, con un Myles impecable, demostrando que cuando baja su registro es un bestia, tal y como Axl hacía en sus tiempos. Una balada de las de verdad, que seguro será una de la favoritas del disco, con esa parte final llena de atmósferas, antes de un solo 100% Slash, al cual imaginamos con la guitarra en ristre sacando lo mejor de si para dejar casi solo a Myles a la voz antes del ataque final.
«Driving Rain” ha sido el primer single del disco, y apunto a que la anterior creo que será el siguiente. No sé si es la canción que más destaca del disco para sacarla de single. No es un mal tema, tiene sus momentos, con esa intro potente con un riff de Slash por encima de la base rítmica, y con la voz encima llegando a las subidas en el estribillo. Un punto a lo “Mr. Brownstone” pero sin el wah-wah. Después de que Fitz marque el tiempo con su voz al ritmo de sus baquetas, “Sugar Cane” vuelve a imprimir de un ritmo acelerado al disco. Los juegos vocales de un Myles le dan mucha vida a esta canción.
“The Great Pretender” es otro medio tiempo, con muchos arreglos de guitarra y con una melodía que recuerda al tema prinipal de The Godfather (1972), tema que Slash ha usado en sus directos desde hace años. Y cierra el disco “Boulevard of Broken Hearts” que empieza parecida a “Eye of the Tiger” de Survivor, para convertirse en un tema con un sonido épico, lo cual la deja en muy buen lugar para cerrar el disco.
Living the Dream es un disco que suena a Slash, donde la banda suena a banda de estudio, y donde Myles canta como siempre. No sé si eso es bueno o es malo, pero lo que sí que sé es que no decepciona en ningún momento, si bien no creo que nos vuele la cabeza como lo hizo con Slash’s Snakepit o Velvet Revolver. pero, a pesar de todo, un disco con Slash siempre acaba siendo un buen disco, y eso ya dice mucho de su carrera.
Adicto a los vinilos y a los directos. Fotografo allì donde no haya sol y suene buena musica, con ya mas de 25 años pisando salas de concierto, ha visto de todo en todas las salas. Coleccionista de lp’s y 7″ que acaban sonando en sus sesiones como dj