Aunque ya han pasado varios meses desde que Sleep publicase su nuevo álbum, una espera de 20 años bien puede valer como para reseñar el álbum algo tarde, y más tratándose de uno de los mejores trabajos de 2018 y uno de los trabajos más brillantes de stoner y doom de la década.
Tras las primeras apariciones en vivo de los californianos en 2009 y tras un silencio de 20 años solo roto por el remake titulado Dopesmoker (2003) y por el lanzamiento del tema “The Clarity” en 2014, a principios 2018 se gestó el milagro en forma de álbum. Anunciado el día antes de su publicación sin ninguna promoción ni campaña publicitaria, The Sciences impactó sin previo aviso en la comunidad no solo stoner, sino también en la comunidad metalera mundial. Estamos hablando de Sleep, la banda más icónica del stoner doom de todos los tiempos.
El trío de San José se muestra con este increíble plantel formado por el cantante y a la vez bajista Al Cisneros (también conocido por liderar OM), Matt Pike a la guitarra (ídem en High on Fire) junto al batería Jason Roeder de Neurosis que se sumó Sleep en 2009. Lanzado a través de la discográfica de Jack White, Third White Records, The Sciences consta de cinco temas enormes y una intrincada intro, todo ello en más de 50 minutos de atropello sonoro.
Teniendo en cuenta el grado de madurez alcanzado de los tres artistas en estos 20 años, ¿Qué podemos encontrar en The Sciences? Lo principal son los riffs arenosos, pesados y densos, con notas alargadas hasta la extenuación. Encontramos un Matt Pike colosal a cargo de su LesPaul que ya es una extensión de su cuerpo y alma, pues su doble ración de 2018 con Sleep y High on Fire le hace digno del galardón al mejor guitarrista del año. También podemos comentar que la producción es mucho más cuidada que cualquier otro disco del pasado, lo que le da el mejor sonido posible de Sleep, los riffs suenan poderosos y más nítidos que nunca. Y como último, un gran homenaje a Black Sabbath tanto en el sonido como en las letras.
Arrancando con el tema homónimo e instrumental que sirve de introducción, un tema con sabor noise con un alto grado de distorsión, aquí ya se muestran las cartas de lo que vamos a recibir en los próximos 53 minutos. “Marijuanaut’s Theme”, largo, pesado, denso, con un sonido Black Sabbath increíble. Los monolíticos riffs de Pike y Al se funden y logran golpearte la cabeza. El doom arenoso que profesan aquí te logra hacer dudar de si Iommi está al mando creativo de tan impecables riffs. Un tema inmenso.
Siguiendo con “Sonic Titan” con sus más de doce minutos de riffs, un tema antiguo e inédito rescatado para este trabajo, con este dato y si conocéis Sleep’s Holy Mountain ya podéis imaginar como es la canción, una hipnótica y pesada canción que cruza y abraza los límites entre el stoner rock y el doom metal, y lo mismo encontramos en “Antarticans Thawed”, una epopeya de épicas dimensiones de más de 14 minutos de duración. “Giza Butler” es un homenaje claro al bajista de Black Sabbath y “The Botanist” de poco más de seis minutos que cierra el disco a base de solos abrasadores con claras alegorías a la marihuana, hierba fundamental en el sino y sonido de la banda de San José.
Sleep tenía el complicado reto de toda leyenda viva, el dar como mínimo lo que todos esperan de ellos y con The Sciences no solo lo logran, sino que agigantan su historia para entrar en la cima del metal y les deja como abanderados de la enorme y genial herencia de Black Sabbath.