Finales de los años 90. El metal anda bastante a la deriva y muchos grupos no saben muy bien por donde tirar. Aún faltaba tiempo para que llegase fuerte Internet a muchas casas del mundo y el efecto nostalgia todavía no nos había invadido. Tocaba experimentar, rehacer, mezclar sin ningún tipo de miedo. Empezaron a salir grupos como Korn, Limp Bizkit, Disturbed, etc. creando el denominado nu-metal pero que de nuevo poco tenía, simplemente se habían apropiado de influencias de aquí y de allá para dar forma a una música más moderna y que a los más puristas, a día de hoy, sigue rechinando en sus cerebros y siguen haciendo campaña para destruir todo lo que no sea metal de verdad (imposible sacar nada en claro con este tipo de gente).
Los más jóvenes seguro que no tenéis ni idea pero antes, los fines de semana, nos íbamos con los colegas al centro de Barcelona a tomar unas birras y dar una vuelta por la calle Tallers a mirar que había por las estanterías de las tiendas de discos y si te daba el venazo comprarte algo. Teníamos revistas y algún que otro programa de radio y el típico amigo que te iba recomendando cosas pero poca cosa más. Preguntabas al de la tienda y a veces tenía idea y otras pues no y el hecho de comprar un disco por su portada era algo habitual. Esa sensación de no saber bien lo que estabas comprando tenía su encanto y la adrenalina corría por nuestras venas a todo trapo.
Recuerdo perfectamente el día que compré este disco. Nunca antes había oído hablar de este grupo, ni de las máscaras ni nada relacionado con ellos. Pero fue ver esta portada en el rincón del metal extremo de Revolver, cogerlo y flipar con las pintas de los tíos de la portada. ¿Serán los músicos del grupo? Pues no lo sabía, pero deduje que sí. Se lo mostré a un amigo y asintió con la cabeza, así que en mi mano se quedó y conmigo se vino.
Tras pasar por la tienda era de rigor ir a tomar algo para poder abrir lo comprado y poder deleitarnos con ese aroma especial que desprende algo nuevo y mirar el libreto en busca de cualquier detalle. Me gustó mucho y a día de hoy me sigue fascinando su diseño gráfico tanto del libreto como de la caja del digipack. Las máscaras, los trajes, esa suciedad y el rollo industrial reflejaba muy bien el lugar del que provienen. Iowa no es lugar idílico, todo lo contrario, es un lugar decadente, industrializado, muerto, sin alma. Ese fue el detonante para que estos nueve locos se encerraran en su local y se machacasen hasta sangrar para conseguir este resultado y todo lo que ha venido después. Tras varios cambios en la formación grabaron una demo en el año 1996 con la que captaron algo la atención pero no fue hasta que Roadrunner Records se fijó en ellos que la cosa empezó a caminar de verdad. Además contaron con el famoso productor Ross Robinson (Korn, Deftones, Sepultura, Soufly) para dar forma a esta locura que depende de la versión tiene más o menos canciones.
Al introducir el CD en el reproductor por primera vez pensé que no estaba bien, que estaba rayado ya que sonaba raro, como mal grabado pero no, era así como sonaba. Una introducción llamada «742617000027» que se trata del número del código de barras de su álbum/demo Mate.Feed.Kill.Repeat (1996) como homenaje a este en la que se pueden escuchar unos extraños sonidos acompañados de unas voces que se repiten. Una introducción corta pero excelente para lo que se nos viene encima.
Y es que la triada siguiente es una maravilla y forman parte ya de la historia de la música. «(sic)» es totalmente arrolladora con un inicio demoledor, crudo y muy directo. El sonido tan seco de la batería es absolutamente maravilloso y está puesto así para dar una sensación orgánica a todo el conjunto. Corey escupe las letras con una rabia y una fuerza que quitan el hipo. Detalles con el scratch dotan a la canción de un carisma brutal. Todo suena bestial y podemos escuchar por primera vez los golpes a los barriles de cerveza. Y si, aquí vemos influencias de los grupos antes nombrados pero esta gente eran mucho más agresivos (aunque hoy día no lo sean tanto).
«Eyeless» diría que es una de sus canciones más famosa ya que la icónica frase «You can’t see California without Marlon Brando´s eyes» es todo un clásico y bueno, la verdad que descoloca bastante. Otra canción muy agresiva donde todos los elementos de estos nueve zumbados son acribillados hasta la extenuación. Su final es apoteósico.
La siguiente «Wait and Bleed» podría tener exactamente la misma descripción que la anterior y es que ya he dicho que el trío de canciones que abre este disco es de obra maestra. Inclusión de voces melódicas que pueden chocar un poco al principio pero luego vemos que están muy bien puestas y sobre todo ejecutadas jugando muy bien con diversas armonizaciones.
En «Surfacing» la experimentación y la mezcla de sonidos en una especie de híbrido entre electrónica y metal les quedó francamente bien. Y vuelvo a destacar ese sonido crudo, seco, sin apenas reverb de la batería, una seña de identidad de este primer disco. «Fuck it all! Fuck this world!» No hace falta decir mucho más. Bueno sí, que las guitarras suenan tremendas con una distorsión muy sucia y macarra.
Parece que el nivel no baja y que no hay mucho relleno de momento (17 pistas asustan un poco al principio) así que siguen con la brutalerrima y bailable «Spit It Out», vamos, como diría nuestro amado líder ANTÉMICA, jajaja. Es que no puedes evitar mover la cabeza como un loco y gritar a los cuatro vientos su título.
Un poco de calma no viene mal aunque no dure mucho. «Tattered & Torn» empieza suave pero se transforma pronto en una pesadilla circense, una agonía en la que casi nada tiene mucho sentido, sonidos que van y vienen y todos como hundidos en el caos más absoluto.
En «Liberate» nos damos cuenta que el batería es un gran músico y es que Joey Jordison es todo un crack. Canción muy nu metalera que en las partes vocales nos remite irremediablemente al cantante de Korn y no solo eso, también el desarrollo de guitarras, bajo y batería es muy parecido. ¿Es eso malo? Pues bueno, las comparaciones son siempre una mierda. Canción mucho más suave que el resto con un desarrollo más melódico.
Con «Prosthetics» se ponen serios en una vena death metal con toques modernos jugando muy bien con la turn table, experimentos vocales y pura desesperación que es lo que desprende esta canción. La siguiente «No Life» sigue un esquema parecido jugando de nuevo con extraños sonidos que se van desarrollando de manera progresiva. Bastante repetitiva y un poco insulsa, no todo puede ser maravilloso.
Un rap acelerado y mucha suciedad es lo que nos brinda los primeros segundos de «Diluted». Se notan las influencias de esta gente pero las supieron adaptar a su extraña formación aportando cada uno de ellos su granito de arena para dar forma a esta bestia.
Y ya vamos llegando al final con la correosa y sucia «Only One» siendo un intento de mezcla entre el nu metal con el metal industrial de los años 90. Es agresiva y potente con una atmósfera enfermiza como su misma imagen nos evoca. Cierto es que esos mismos años y esos grupos que salieron hicieron un poco de daño pero los de Iowa lo han sabido llevar bien y perdurar muchos años cosa que otras formaciones no pueden alardear.
«Scissors» oficialmente sería la última del disco pero según la versión que cada uno tenga puede cambiar. Tras un inicio algo lisérgico nos encontramos una canción extraña en la que Corey rapea que da gusto. Buenos riffs junto a unos machacones ritmos con los que no puedes evitar mover las cervicales nos van guiando a través de su locura.
A partir de este momento abordamos las canciones bonus que trae la versión que tengo y con «Me Inside» nos encontramos con los Slipknot más experimentales jugando con la percusión y otros elementos. Se trata de una pieza bastante rara y bastante larga superando los ocho minutos en los que mezclan un poco de todo e incluso te da la sensación de estar con el Roots de Sepultura con esos ritmos tribales y un bajo muy marcado. Vaya zumbados (demasiado Korn). Creo que esta es la segunda vez que la escucho entera.
Otra bonus track con «Get This» que es un trallote en toda su extensión. Empieza con la petición de un grito y dicho y hecho. A todo trapo en una especie de hardcore/thrash/grind sin pausa y a todo trapo. Esta si que mola. Dos minutos de puro desenfreno.
Y después de las bonus tracks llegan las demos. La primera, con un sonido bastante brutal pero menos procesado y más directo, nos encontramos con «Interloper» que sigue un poco la línea de todo el disco pero con un toque industrial más acrecentado. A pesar de tener unos buenos riffs ya te suenan de antes y no sorprende mucho.
Y para cerrar la demo de «Despise» siendo más clásica y con arreglos de voces limpias. Y como no, pista oculta ya que esta dura más de 14 minutos pero el sonido termina antes de los cuatro así que no vuelve el sonido hasta pasados cinco minutos en los que podemos escuchar conversaciones (supongo que en el local o en el estudio), algo habitual antes y que (por suerte) hoy en día apenas se hace. Eso sí, vuelve a la tralla para sorpresa de todos.
Un disco esencial para conocer la evolución del metal y hace 20 años que vio la luz. ¿Qué opinión tenéis vosotros sobre este disco y este grupo? Esperamos vuestras respuestas…