Slipknot – The End, So Far

Nuestra Nota


7.5 / 10

Ficha técnica

Publicado el 30 de septiembre de 2022
Discográfica: Roadrunner Records
 
Componentes:
(#8) Corey Taylor – Voz
(#7) Mick Thomson – Guitarra
(#4) Jim Root – Guitarra
(#6) Shawn "Clown" Crahan – Percusión, coros
Michael Pfaff – Percusión, voces
(#0) Sid Wilson – Teclados
(#5) Craig "133" Jones – Telcados
Alessandro Venturella – Bajo, piano
Jay Weinberg – Batería

Temas

1. Adderall (5:40)
2. The Dying Song (Time to Sing) (3:24)
3. The Chapeltown Rag (4:49)
4. Yen (4:44)
5. Hivemind (5:16)
6. Warranty (3:51)
7. Medicine for the Dead (6:16)
8. Acidic (4:51)
9. Heirloom (3:31)
10. H377 (4:23)
11. De Sade (5:40)
12. Finale (5:07)

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Un nuevo disco de Slipknot siempre te obliga a parar rotativas. Pocas bandas actuales tienen tanto impacto en el mundo del metal como lo tienen los de Des Moines. Sí, seguro que la mitad de lectores sois fans, la otra mitad haters. Porqué es lo que tiene cuando hablas sobre bandas tan grandes como estos enmascarados.

No tiraremos de hemeroteca, no expondremos otra vez qué y cómo. Simplemente estamos hablando de Slipknot. Todos conocemos su evolución y su impacto. Así que, manos a la obra. Vamos a desgranar el esperado nuevo disco de Corey Taylor y los suyos. Disco que llega tres años después del excelente We Are Not Your Kind (2019).

The End, So Far, título más que representativo de la etapa que se vive. Tras una pandemia, crisis mundial, guerra en Ucrania, bla bla bla. Todo parece indicar que avanzamos con la sexta hacía la extinción. Pero mientras quede tiempo, se tiene que aprovechar. Y así lo enfoca Slipknot con este nuevo disco, sin duda su disco más ecléctico hasta la fecha. La fusión de influencias de Corey (Slipknot + Stone Sour) cada vez es más evidente. La modernización de Slipknot viaja a velocidad de crucero, nos guste o no. A mi personalmente me gusta mucho.

 

“Adderall”

Esperando la típica intro al uso, “Adderall” es de todo menos de lo que puedes esperar. Durante varios instantes he tenido que revisar que era Slipknot y no Steven Wilson. Una canción estilo prog, pausada y melódica, que rompe con todo lo que hemos escuchado de Slipknot hasta la fecha. Aún sin ser lo que esperas, la canción es muy buena e interesante, más como experimento que como idea de futuro.

“The Dying Song (Time to Sing)”

Estaba cantado que tras esa ingenua canción que abre el disco, los azotes de los enmascarados tenían que aparecer. Time to sing, tal cual, una canción marca de la casa con un estribillo fácil que acabas cantando hasta sin querer. La percusión más endiablada es el hilo conductor de una canción directa que, entiendo, será fija en los repertorios.

“The Chapeltown Rag”

Menos directa que su predecesora pero mucho más convincente. “The Chapeltown Rag” nos ofrece lo mejor de la banda sintetizado en algo menos de cinco minutos. Violentos riffs, sacudidas de bombos y percusiones, letras escupidas sin piedad por Taylor y un estribillo muy logrado. Personalmente una de las mejores canciones del disco.

“Yen”

La calma y las voces limpias toman el control en el arranque de “Yen”. Un cescendo de intensidad va aumentando las revoluciones sin que desborden. Una canción más Stone Sour que Slipknot pero, aún así, una canción dinámica y que entra muy bien tras los dos azotes previos.

“Hivemind”

La locura sirve como entrada en esta pieza. Riffs musculosos dan el paso a una de las mejores canciones de batería de Slipknot tras la marcha de Joey Jordison. Con unos coros de corte hardcore vertidos sobre una gran intensidad melódica y un estribillo muy cómodo, “Hivermind” es una de las canciones más diversas del disco.

“Warranty”

Con un buen trabajo de guitarras arranca la sexta pieza del disco. Otra que basa su potencial en la violencia sonora. Esta vez encontramos coros oscuros que dotan de cierta maldad la canción. Batería con mucho punch y un simple pero efectivo solo de guitarra en el tramo central de la canción. No es de las mejores canciones de Slipknot pero cumple perfectamente con su función de añadir músculo al redondo. Ojo a los coros operísticos de la segunda mitad, imprescindibles para entender la evolución de la banda.

“Medicine for the Dead”

Con un lento despegue adornado por ritmos más propios de Tool que de Slipknot, “Medicine for the Dead” es un corte de impacto parecido al que ya vivimos con “The Devil and I” hace unos años. Estribillo entonado por las voces secundarias, Corey arrojando su virtud sobre capas disonantes de guitarra. Una buena canción pero con mayores aspiraciones de las que realmente ha logrado crear.

“Acidic”

Se trata de una canción dura que no termina de arrancar. Pese a contar con un gran trabajo de guitarras, la sensación de que falta algo es constante durante toda la canción. Una de las típicas piezas de relleno.

“Heirloom”

Con un ritmo explosivo y batería simple pero efectiva que por momentos recuerda a la de “People = Shit”, “Heirloom” muere en la rivera. Podría haber sido una de las canciones más memorables del disco pero acaba en un pequeño bluf de auto plagio.

“H377”

Canción rápida pero que abandona bastante el modelo típico de Slipknot y se apoya quizás demasiado en el estándar del heavy metal. Coros con múltiples ayudas sobre un mar de riffs menos relucientes que el resto.

“De Sade”

Recuperamos la calma con “De Sade”, una canción con estribillos y estrofas limpias y una buena dosis de machaque de batería. Olvidamos la violencia sonora para abrazar la luz. Gran trabajo de guitarras en la segunda mitad con un solo de estilo Dave Mustaine muy logrado.

“Finale”

Si “Adderall” nos descolocaba como intro, “Finale” hace lo propio como cierre. Una canción preciosa, eso si, con coros operísticos maravillosos y una letra fácil, guitarreo divertido y percusiones casi inéditas. Un gran cierre totalmente diferente a lo que podíamos imaginar como cierre de The End, So Far.

 

Resumiendo y sintetizando, Slipknot nos muestran como se inicia un nuevo camino sin renunciar a su legado y su etiqueta. La violencia y la contundencia siempre por bandera, pero abiertos a nuevos modelos dinámicos. The End, So Fares un disco notable pero algo irregular. Quizás demasiado largo, sobran algunas de las piezas de la segunda mitad. Piezas que sirven para abrir la mente del oyente, pero que no acaban de despegar porqué al final las acabas comparando con las canciones de la primera mitad del disco.

Aún así, un disco notable, con canciones muy potentes que elevan la media del disco. No lo recordaremos entre los mejores de los de Des Moines pero entiendo que estamos frente a un pequeño cambio y que esto es lo mejor que la banda nos puede ofrecer en este preciso momento.

Beto Lagarda
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