El cenit creativo de The Smashing Pumpkins llegó muy temprano. Demasiado temprano. Pues que en tu segundo disco bordes una obra maestra atemporal deja todo lo que viene detrás bajo la alargada sombra de tu éxito. Si bien es cierto que la banda de Billy Corgan aún tenía bajo la chistera algún que otro conejo, véase Mellon Collie and the Infinite Sadness (1995) o Adore (1998), ninguno de los dos sería un disco tan perfecto como lo fue el que hoy celebra 30 años, el inigualable Siamese Dream (1993).
Jugando en esa delgada franja de estilos delimitada por el rock alternativo, el shoegaze y el grunge, Siamese Dream no solamente fue uno de los mejores discos de su curso, pocos dudarán de que estamos frente a uno de los discos que definió mejor el rock de los 90 e incluso lo podríamos colocar entre los 50 mejores discos de rock de todos los tiempos. ¿Estamos todos de acuerdo?
Pero para alcanzar este cenit creativo, los Smashing lidiaron con todo tipo de problemas ligados al temprano éxito alcanzado un tiempo antes con Gish (1991), su debut. La necesidad de sobresalir por encima del resto de Billy y sus fricciones con James Iha, el guitarrista de la banda. Las adicciones a las drogas de Jimmy Chamberlin. O la poca implicación de D’arcy Wretzky, aún bajista por aquel entonces. También tenemos que reconocer que Billy nunca ha sido una persona muy cuerda y la primera muestra de que su carácter es tan complejo como su mente es este Siamese Dream, un disco oscuro y melancólico creado por una mente que justo superaba la edad de la post adolescencia. Un cóctel explosivo que salió fenomenal pero que también podría haberse traducido en un desastre monumental.
La icónica imagen de portada en la que vemos dos niñas muy juntas que, ligadas al nombre del disco, hicieron pensar al espectador de que realmente eran siamesas. Pero no, hermanas pero no siamesas.
“Cherub Rock”
Damos comienzo con “Cherub Rock”, primer trallazo monumental, himno, canción perfecta, lo que os plazca, pues cumple todos los requisitos en cualquier sección que se preste. “Cherub Rock” fue una de las últimas canciones que se escribieron para el álbum. Trata acerca de la percepción de Corgan acerca de la comunidad de indie rock y los grandes medios. Según varias entrevistas con el vocalista Billy Corgan, la letra de esta canción es un ataque irónico a la credibilidad “indie” de la escena musical de Chicago que le tenía frustrado. La vieja queja de que los grupos se van a las grandes discográficas y se convierten en unos vendidos. En Rolling Stone, Corgan dijo:
«Ya no voy a jugar al juego de otro. Este álbum ha sido una fuerte afirmación para mí mismo: ‘Que os den, me da igual. Voy a hacer esto’. Lo gracioso es que está funcionando. Lo que me dice que debería haber confiado en mí mismo desde el principio.»
La canción es interpretada en afinación estándar con una octava de G sostenido en el 11.° traste, el mismo que es usado por la banda en canciones como «Drown», «Tristessa» y «Starla». El prominente solo de guitarra fue logrado grabando la guitarra en dos pistas distintas, las cuales se hicieron correr simultáneamente, con la velocidad de una ligeramente alterada. Su grabación se caracteriza por contener la técnica del overdubbing, influenciado por los géneros del shoegazing y el arena rock de los años 70.
“Today”
Situada en tercera posición encontramos otra de las canciones más grandes de las calabazas: “Today”. Escrita por Billy un día en el cual tuvo pensamientos suicidas, lo cual es ejemplificada en el coro. El contraste entre la sombría temática de la canción y la suave instrumentación durante los versos, mezclado con algo de ironía en las letras, hace que al momento de escucharla no parezca una canción de depresión y desesperación. La canción alterna versos tranquilos y coros altamente distorsionados.
“La escribí en un periodo muy difícil de mi vida. Habíamos sacado nuestro primer álbum, Gish, en 1991. Hicimos la gira durante unos 14 meses, lo máximo que habíamos estado de gira antes de eso eran unos 20 días. Después de la gira, entré en el peor bajón de escritura que había tenido nunca. Estar en público me hizo aflorar muchos sentimientos que había reprimido desde la infancia… Me enfrenté a todos esos demonios que creía tener encerrados.
Entré en una etapa realmente horrible de mi vida. En un momento, terminé durmiendo en el piso de D’arcy. Viví en un estacionamiento por un tiempo. Estaba completamente obsesionado con suicidarme, se convirtió en mi principal preocupación. De las profundidades de esta desesperación, toqué fondo y literalmente se redujo a una simple decisión: O suicidarte o acostumbrarte, trabajar, vivir y ser feliz. Así que escribí esta canción…. como puedes ver elegí otro tipo de muerte que es el rock and roll…. en este punto de mi vida es una canción positiva en el sentido de que trata sobre la supervivencia.”
“Today” está escrita en la tonalidad de Mi bemol mayor (E♭) y las partes de guitarra se tocan en afinación estándar. Aunque Corgan se planteó brevemente afinar la guitarra medio paso por debajo y tocar la canción en la tonalidad de Mi mayor. “Today” es una de las canciones de Siamese Dream en las que Corgan se hizo cargo de las tareas de Iha y Wretzky en la guitarra y el bajo para garantizar la calidad; Wretzky declaró más tarde que Corgan «puede hacer algo en tres tomas cuando a mí me llevaría 20».
“Disarm”
La última de las tres gemas más maravillosas del disco y posiblemente la más mágica de las tres. Épica, nostálgica, bella, con unos arreglos que erizan el bello. “Disarm” es seguramente un Top 5 de la carrera de las calabazas y, sin duda alguna, una de las mejores canciones de la década de los noventa.
La BBC prohibió la canción dado uno de los versos: «cut that little child» (corta a ese pequeño niño), y recibió poco cariño en las radios del Reino Unido. Otros versos han sido polémicos a lo largo de los años, «what I choose is my choice» y «the killer in me is the killer in you», «lo que elijo es mi elección» y «el asesino en mí es el asesino en ti» algunos la leen como una referencia al aborto. Sin embargo, Corgan aclaró que la canción refleja la relación inestable que tuvo con sus padres durante su infancia.
Resto del disco
Sin querer desmerecer el resto de cortes que forman Siamese Dream, pues todo en conjunto es un disco de un calibre superior a la mayoría de discos de cualquier otra banda, voy a pasar más rápido por encima de ellos.
En segunda fila podría poner “Mayonaise”, “Geek U.S.A.” y “Rocket”. Estas tres canciones forman una defensa de esas italianas, infranqueables. Tres canciones enormes que, si bien no alcanzan las tres remarcadas con anterioridad, serían canciones top en cualquier otro disco y para cualquier otra banda. La distorsión guitarrea de “Rocket” marca la pauta de toda la canción. Una brillante guitarra sobre la que Corgan desahoga sus pesares de forma magistral. “Geek U.S.A.” tiene un riff muy pesado de corte más grunge, veloz y directo. También destacable el trabajo de la batería que sustenta el ritmo toda la canción. “Mayonaise” arranca con un precioso punteo de guitarra, delicado y precioso, que mantiene el filo y la intensidad durante toda la canción. Pese a ser de las más tranquilas, es de las más bonitas de todo el disco.
Cifras y curiosidades
Siamese Dream alcanzó el cuádruple disco de platino en Estados Unidos por la venta de más de 4 millones de discos. También cuádruple de platino en Canadá así como disco de oro en Gran Bretaña, Países Bajos y Suecia. En cuando a listas, entró en el Top 10 de la prestigiosa Billboard 200 acabando el 1993 en la posición número 15 global del año. En el Reino Unido llegó a la cuarta posición mientras que, por ejemplo en Alemania solamente llegó al número 64 del Top 100.
Des de su lanzamiento, no pocos medios sitúan el disco entre los más influyentes de los noventa y del rock alternativo y el grunge. En 2019, la revista Rolling Stone lo situó en 12 posición de los mejores discos de grunge de todos los tiempos y está incluida en las listas de los Álbumes a escuchar antes de morir.