No hay muchas bandas como Social Distortion ni muchos tipos como el aguerrido Mike Ness. Nadie había mezclado con tanta clase el punk californiano con el country y el blues. Más allá de lo genial, la única vez que he podido ver a Social Distortion fue en el Razz barcelonés en una noche accidentada. Nunca había visto tanta gente lanzar al escenario vasos de cubata llenos. Ness es un provocador y por momentos parecía como si el show no fuera con él, desatando reacciones realmente agresivas.
Este disco es anterior a la explosión del punk californiano y el hardcore melódico y ellos tenían toda la actitud, canciones y eran del sitio perfecto: Orange County. Pero nunca llegaron a dar el salto definitivo puesto que están lejos de Green Day y The Offspring. Las letras son brillantes pero su poso country no convenció, lo cual es curioso, puesto que todo su material ha envejecido de maravilla. Suena atemporal, no a moda y es todo espectacularmente sincero. Por primera vez en su historia repetían formación para un disco, algo que jugó mucho a su favor.
El disco
El inicio de la obra es sencillamente rutilante con la eléctrica “Cold Feelings”, sobrada de actitud y armada con un verso y estribillo de los que hacen afición. Destacan los coros de fondo para apoyar a un Ness que canta con ese estilo que casi recita. Posiblemente el tema más recordado es el “Bad Luck”, que posee esa alma country tan marcada y que suena tan evocadora mientras Reece marca los tempos tras la batería. Hay ese momento antes del solo de guitarra en el que dejan al bajo de John Maurer marcando con clase una tonada que es de las más representativas de su genial discografía.
Los Volbeat rescataron para su disco de 2008 Guitar Gangsters & Cadillac Blood el “Making Believe”, que para este disco versionó con todo el acierto posible Social Distortion (original de Jimmy Work). Es un himno de los que quedan, en sus manos le dieron un par de vueltas de tuerca para firmar una canción inolvidable, sonando totalmente punk. “Born to Lose” es una declaración de intenciones con una letra excelente y en la que brillan las segundas voces que acompañan a Ness. Aquí las raíces country son absolutas y completa un póker de inicio sencillamente estelar.
La velocidad y la fuerza reside en “Bye Bye Baby” y luego están las influencias palmarias de Hank Williams y Johnny Cash. Este último revive en esa genial “99 to Life”, aunque también hay marcadísimas influencias del Neil Young de los 70. Siguiendo en esos parámetros y añadiendo un toque sureño nos desplazamos hasta el ejercicio totalmente country de “This Time Darling”. Suena más de raíces y americana que punk, pero es absolutamente preciosa. Excelente John Maurer en las segundas voces.
El estilo desganado y el machaque repetitivo de guitarra protagoniza otro gran momento como es el “King of Fools”, versión de W.E. Bruce. Una de esas covers que poseen todo el sentido del mundo al revitalizar el viejo clásico y llevarlo a su terreno. El solo de guitarra es vital y felizón como pocos.
“Sometimes I Do” me parece un himno enorme, uno de los grandes logros de Social Distortion y uno de los grandes placeres cuando suena en directo. Es un himno en medio tiempo que aúna casi todos sus grandes ingredientes maestros y que les hacen totalmente diferentes a todos. Aquí el punk se da la mano con el country para crear algo majestuoso. Sería lo más cercano a una balada que puedes encontrarte en este álbum.
Los juegos con los fraseos de guitarra adornan una directa y festiva “When She Begins” en la que Mike se va hasta los agudos en la salida del estribillo. Suena totalmente punk, pero con unos aires de country absolutos que ponen las guitarras. Pasa el pestillo un tema extra que es “Ghost Town Blues”. Un poco resume ideas y conceptos del disco, pero tampoco baja el listón del álbum.
Veredicto
Desgraciadamente para Ness el disco no colmó las expectativas de la discográfica por mucho que el salto de popularidad fue enorme, especialmente con “Bad Luck”, llegando hasta el número 76 en las listas de ventas en Estados Unidos. Es un disco espectacular y el ideal para ir entrando en la cosmogonía de Social Distortion, una de las bandas más especiales y diferentes que ha dado el rock.
Mike Ness es también uno de los personajes definitivos y que aparezca en portada con su look de rockero de los años 50 saltando armado con su guitarra es absolutamente icónico. El disco es una auténtica gozada y es una banda a reivindicar una y otra vez, más que nada, porque me siguen pareciendo únicos. Les esperamos en el próximo Azkena a ver si es posible, y creo que solo metiéndolo un poco de ganas Mike Ness, puede reinar en Álava sin problemas.