Siempre me ha parecido muy curioso el caso de Social Distortion. Banda elemental en el porvenir del punk rock. Definida como influencia auténtica de la mayoría de bandas que copan hoy en día el catálogo de las más potentes del estilo. Y, por lo que sea, desconocida por una gran parte del mundo de los fans. Más allá de dos o tres temazos, la carrera de Social Distortion ha pasado bastante desapercibida.
Vamos a tirar un poco de hemeroteca para contextualizar el aniversario de White Light, White Heat, White Trash (1996). Social Distortion son una banda californiana fundada en el lejano 1979 (sí, un año antes que Bad Religion por ejemplo). Ness, Rikk, Frank Agnew y Casey Royer fueron la primera formación de una banda que sufrió por los excesos de su líder y la inestabilidad de los componentes. Tras 40 años, Mike Ness es el único que se ha mantenido en la banda.
Su música estaba inspirada por una mezcla entre las bandas punk previas como los Sex Pistols y el rock clásico de bandas como The Rolling Stones y Johnny Cash. La novedosa propuesta de la nueva escena del sur de California conocida como el hardcore punk o hardcore melódico golpeó los cimientos de todas las bandas ya medio establecidas del condado y Social Distortion no serían ajenos a ello.
Tras un debut notable titulado Mommy’s Little Monster (1983), los problemas con las drogas de su líder Mike Ness obligaron a la banda a parar. Los hábitos de Ness con las drogas no hacían más que aumentar y al igual que sus problemas con la justicia, Social Distortion sufrió su primera ruptura en 1985. Durante ese tiempo, Ness salió y entró continuamente de los centros de rehabilitación y pasó algunas breves temporadas en la cárcel.
En 1986 reactivó el proyecto y la banda, con nueva formación en la que ya constó Dennis Danell, el compañero ideal para Ness . El duo formado por Ness y Danell estabilizó a la banda que editó varios trabajos siendo su tercer disco titulado Social Distortion (1990) su pelotazo definitivo con canciones capitales del género como “Story of My Life” o la versión de Johnny Cash “Ring of Fire”.
En junio de 1994, Social Distortion comenzó a trabajar en unas maquetas para su quinto álbum y en 1995 regresaron a los estudios para la grabación de White Light, White Heat, White Trash. El disco que hoy celebra su 25º Aniversario, fue lanzado el 17 de septiembre de 1996. Sus sencillos fueron «I Was Wrong», «When the Angels Sing» y «Don’t Drag Me Down».
En el disco también fue incluido una nueva versión de «Under My Thumb», versión de sus queridos The Rolling Stones. El antiguo batería de Danzig, Chuck Biscuits, entra en la banda entre la grabación y el lanzamiento del disco, apareciendo en los créditos del álbum pese a que en ese momento el batería de sesión era Deen Castronovo. Fue el último trabajo grabado junto a Dennis Danell antes de su muerte, quien murió el 29 de febrero de 2000 en su casa de Newport Beach tras sufrir, aparentemente, una aneurisma cerebral.
En cuanto al disco, White Light, White Heat, White Trash fue el disco de la banda que alcanzó el puesto más alto en la lista de ventas, entrando en el Billboard 200 en el número 27. Durante la primera semana a la venta vendió 30.000 copias. El título es una referencia al álbum White Light/White Heat (1968) de Velvet Underground. Éste es el último lanzamiento de la banda en Epic Records.
El disco arranca con “Dear Lover”, una canción muy lograda en la que las voces de Ness predominan por su emotiva entonación por encima de las líneas musicales. A continuación tenemos la canción más conocida del plástico, “Don’t Drag Me Down”. Una pieza marca de la casa, veloz, con un grandioso estribillo y una pegada asombrosa. Un himno vamos. Las gruesas guitarras toman la delantera en este disco, como prueba de ello podemos escuchar “I Was Wrong”, la otra canción más famosa del trabajo. Algo menos pegadiza que la anterior pero con un gran potencial.
Y poco a poco el disco va avanzando al ritmo de grandes canciones que vienen inspiradas por los traspiés del propio Ness en una especie de disco autobiográfico. Y para acabar de adornar un disco de estas características, el cierre inmejorable con una genial versión de “Under My Tumb” de los Stones.
White Light, White Heat, White Trash no es un disco prefecto ni falta que hace. En el punk es complicado encontrar la perfección, pero el resultado de este trabajo es más que notable y satisfactorio. Un disco con varias canciones impecables y otras tantas de puro relleno punk, sabroso y victorioso.