Antes, en los tiempos olvidados, la portada de un disco era casi la única forma de llamar la atención en la estantería de una tienda. Muchas veces te veías atraído por una en particular, te arriesgabas, pasabas por caja y al llegar a casa podía ser que fuese una maravilla de disco o una auténtica pesadilla (y mira que intentabas que te gustase). Los más jóvenes seguro que no lo habéis sufrido tanto como los que ya peinamos canas. La verdad que esto me sigue ocurriendo y seguro que me pierdo muchos discos buenos por el hecho de no tener una buena portada. Y todo esto viene por el caso que nos ocupa hoy ya que al ver la que ilustra este The Great Demise me impactó bastante. Ver a un pastor con sus ovejas que se adentran en una especie de portal al inframundo es algo bastante sugerente si te gusta el metal extremo, así que cuando me llegó esta promo la dejé guardada en un lugar especial con ganas de pegarle una escucha.
Se trata de un grupo formado en 2015 en Estocolmo que practican un black/death metal muy elaborado que gustará a los fans de grupos como Dissection, Keep of Kallesin, Diabolical, Unanimated, Dawn, etc. Un grupo que sabe equilibrar a la perfección el metal extremo con la melodía sin abusar como hacen otros. Sacaron un EP en 2017 que les sirvió como carta de presentación para así hacernos una idea de su propuesta, un trabajo que ya destacaba por sus composiciones, su producción y su buen gusto a la hora de crear buenas y sólidas canciones.
Tras tres años de trabajo y varios cambios en la formación nos traen tres cuartos de hora magníficos de los cuales no hay ni un solo segundo de relleno y que seguro hará las delicias de los seguidores del género. Se trata de esos grupos que irrumpen de golpe y que a las pocas escuchas te das cuenta de la calidad que tienen, y hoy en día esto no es nada fácil, intentar destacar por encima de tanta oferta es arduo y complicado.
Sin intros raras se nos echan al cuello directamente arrancando con «Reapers Key» y lo primero que destaca es el potente y cuidado sonido. Y bien, cuando entra la voz, no podemos hacer otra cosa que fruncir el ceño ya que suena descaradamente a Dissection, pero, ¿es esto malo? Pues no, la verdad que no. Tenemos también el ejemplo de Thulcandra que son un autentico rip off de los suecos y yo no veo problema, ya que grupos como Dissection no abundan, pero si cabe destacar este detalle.
Nos ofrecen unos buenos solos de corte melódico y unos cambios bien conseguidos acompañados de una brutal batería que nos despeinará con su velocidad y buen hacer con una interpretación solida y poderosa. La voz de Sopovic es oscura y profunda y añaden unos arreglos más rasgados que dan bastante juego.
En una onda más black metalera y con aire de melodeath se nos presenta «Into the Cold» con aires épicos y buena variedad de riffs y ritmos, algunos destellos técnicos alternados con otros más sencillos en los que puedes notar las frías brisas del norte golpeando tus mejillas mientras cabalgas a lomos de su fiel corcel. Perdón, se me va un poco la olla, pero este encierro me hace ver imágenes de pura libertad, esta libertad de la que estamos negados por las hordas del mal.
En la siguiente «Sacrifice» se vuelven un poco más «comerciales» sonando a una buena versión de Amon Amarth, de cuando no llenaban pabellones. Pero hay que apuntar que el toque black metal, que sus compatriotas no tienen, ellos le sacan punta y es con lo que se diferencian un poco, pero que el estribillo tira hacia sonidos vikingos, es innegable.
Por suerte inmediatamente con «The Messenger» se nos quita la tontería ya que se convierten en una especie de Obscura con guitarras rápidas y técnicas salvando las distancias, claro está. Una canción muy bien estructurada que desprende mala uva y oscuridad por todos sus poros encontrando bastante groove en algunos puntos. Suenan a un batiburrillo de muchos otros grupos pero consiguen un sonido bastante personal.
Misteriosa y solemne empieza «In the Void» pero no tardan mucho en acelerar el pulso. La voz, algo más protagonista y con un gutural más cerrado destaca un poco, además nos muestran unos buenos arreglos de guitarra y un genial desarrollo. Siguen un poco por el mismo terreno con «The Great Demise», la canción más extensa de todo el disco. Majestuosos, fríos y épicos aunque también luminosos y melódicos nos regalan unos buenos solos.
De nuevo con la introducción acústica de «Until They Burn» nos vienen a la cabeza Obscura y es que no lo puede ocultar, tienen un amor hacia los alemanes que queda patente en bastantes pasajes, pero vamos, es una observación nada más.
En «Arise» la cosa se pone seria y nos muestran su faceta más extrema y más black aunque también se vuelven elegantes, técnicos pero sin ser pomposos y de nuevo bastante melódicos. Termina con «The Abyss», una delicada outro instrumental con un ambiente tétrico.
Resumiendo un poco aquí nos encontramos con un excelente trabajo pero que se puede adolecer por las marcadas influencias pero que si las dejas un poco de lado es muy disfrutable. A ver si en su siguiente disco nos pueden ofrecer algo más novedoso y personal.