Soen – Imperial

Nuestra Nota


9.5 / 10

Ficha técnica

Publicado el 29 de enero de 2021
Discográfica: Silver Lining Music
 
Componentes:
Joel Ekelöf - Voz
Cody Ford - Guitarra
Lars Enok Åhlund - Teclados, guitarra
Oleksii “Zlatoyar” Kobel - Bajo
Martin Lopez - Batería

Temas

1. Lumerian (5:31)
2. Deceiver (4:33)
3. Monarch (4:52)
4. Illusion (5:11)
5. Antagonist (6:02)
6. Modesty (4:34)
7. Dissident (5:38)
8. Fortune (5:43)

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La inmaculada carrera de Soen llega al punto del colofón creativo óptimo. Sin duda, una de las bandas más fieles en estilo y calidad de la actualidad. Un nuevo disco de Soen es sinónimo de un disco del top anual. Y esta vez competirán con galones suficientes para ser el mejor disco de rock de 2021.

En cuanto a mi primera afirmación, colofón no como punto final de una carrera, sino como el máximo exponente de su propia suerte. La máxima expresión de Soen se traduce en Imperial. Y, valga la redundancia, el quinto disco de los suecos es imperial.

La clara ascendencia en cuanto a calidad de una banda que nunca ha hecho un disco de menor nota que un 8,5 nos ofrece su trabajo magnánimo. Con Cognitive (2012) y Tellurian (2014) descubrimos una talentosa banda progresiva que basaba su potencial en un puñado de canciones de increíble potencial mezcladas con otras algo inferiores. Entonces llegó Lykaia(2017) un disco ya sobresaliente, más sensual e incluso más sentimental. En el tercer disco el equilibrio entre canciones rozaba la perfección pero era evidente que la banda aún podía dar algo más de si. Y con Lotus (2019) nos encontramos un disco más introspectivo que te abrazaba cálidamente pero personalmente eché en falta el punch.

Y bien, tras cuatro discos más o menos ascendentes, dinámicos y algo diferenciales llega Imperial (2021), el disco que lo abraza todo. En el quinto disco encontramos una colección de canciones tan preciosas como emotivas. También unas canciones técnicas de puro rock progresivo con el potencial de futuros himnos. La belleza es una constante y radica en cada instante hasta el punto de convertirse en el atributo principal de Soen.

No me escondo en comentar que es uno de los discos más preciosos que he escuchado en muchos años. Las melodías y la impoluta e impecable voz de Joel Ekelöf logran cautivar al oyente hasta el punto de provocar ese nudo en la garganta, esa sensación de querer soltar unas lágrimas de felicidad. Y cuando ese sentimiento aflora en el oyente, es que simplemente estamos frente a una obra tan trascendental que nunca más podrás omitir de tu lista de reproducción. Siempre es necesario acudir a esos discos que desprenden ese olor, esa sensación de paz espiritual y de belleza. Ese carisma que solo unos elegidos logran plasmar en su producto, su música.

Y cuando llegas a este punto, la nota que le pueda poner al disco es totalmente intrascendente. Al igual que el poder leer una reseña ajena diferente a la propia, todo esto carece de sentido, pues el disco ya forma parte de tu vida. E Imperial ha pasado a formar parte de mi vida. Éste es EL DISCO que todos los fans soñábamos para Soen, el disco perfecto.

Puestos a acabar de comentar el disco en si, comentar que Joel Ekelöf logra erizarte la piel cada vez que canta. Afirmo rotundamente que éste es el mejor vocalista de rock de la última década. Martin Lopez logra aplicarse con rotundidad cuando se le necesita, su capacidad de amoldar su técnica a los diferentes contrastes progresivos de las canciones es sorprendente. Las guitarras de Cody y Lars han fabricado aquí unos de los mejores riffs de la carrera de la banda. Y por último y no menos importante nos topamos con el debutante al bajo Zlatoyar, quien parece encajar a la perfección en Soen. Su trabajo menos brillante, menos visible, sostiene el ritmo de las canciones como si llevara tiempo en la banda.

Y en cuanto a las canciones, en Imperial tenemos ocho canciones que siguen el patrón establecido por la banda ya des de un principio de su carrera. Canciones técnicas con melodías siempre agradables destinadas en parte a la adicción de las voces de Joel. La banda sabe aprovechar la suerte de tener un vocalista tan bien armado como Ekelöf. La temática vuelve a girar en torno a temas introspectivos como la psicología del ser humano y los enigmas de nuestro tiempo.

El disco abre con “Lumerian” y una atronadora batería a cargo de Martin Lopez. Un arranque duro diluido en paz cuando entran las voces. Entonces toda potencia queda secundada tras la belleza. Incluso habiéndola, la belleza supera con creces todo lo demás. El estribillo es realmente precioso. Primer recordatorio de que Joel es un cantante increíble. Las guitarras quedan algo deslucidas frente al papelón del cantante pero son colosales sobre todo en su recta final.

“Deceiver” es una canción reconfortante y cálida con un estribillo precioso. Los riffs, sin ser extremadamente complejos, aportan una claridad al concepto de la canción. Incluso encontramos momentos de más rudeza instrumental apoyada en la sección rítmica de batería y bajo.

En el tercer tema de Imperial nos encontramos “Monarch”, uno de los primeros adelantos que pudimos escuchar del disco. Se trata de una canción que arranca con sonidos de sirenas de aviso de bombardeos que dan una pista de la dureza de la pieza. Pues el arranque de Martin Lopez con su batería es sublime. Las voces de Joel también recuperan su estilo más crudo en todo el tramo de abertura del corte. Y entonces entra el bello riff de guitarra oculto tras una sensual interpretación vocalista previa al estribillo. El solo de guitarra es simplemente estratosférico. Esta es una canción de contrastes muy definidos y muy logrados. Una canción enorme.

“Illusion” me transporta a The Wall con unos solos de guitarra muy parecidos a los de David Gilmour en «Comfortably Numb». Y esque la escencia de Pink Floyd sobrevuela no solo en esta canción. Aquí la sección instrumental adelanta con honores a las voces como el desencadenante final de la épica y la pasión. Sin duda, esta es una de las canciones con más sentimiento de todo Imperial.

“Antagonist” es una de las mejores canciones de Imperial. En ella encontramos un papelón para emmarcar de Martin en la batería. La canción tiene un potencial increíble y a su vez tiene una soltura y una dinámica muy lograda. El riff pesado no hace más que potenciar una canción con mucho mensaje lírico.

“Modesty” trabaja muy bien con el aporte sentimental y pasional de Joel en las voces. Las melodías tienen un punto de tristeza intrínseca. Los estribillos son quizás los momentos más tristes de Soen en años.

Llegamos a la recta final del disco con la sensación de que los deberes ya están hechos. “Dissident” posee una batería sincopada preciosa. Brutal el trabajo de Martin Lopez en este plástico. No es una canción nada directa pero cuando logras conectar con ella es realmente una pasada. Las guitarras suenan maravillosas, Joel incomparable…

Y cerrando Imperial tenemos “Fortune”, una canción que recuerda a las más épicas de la banda. Ampliación de horizontes interpretativos en las voces de un Joel que cierra aquí su mejor trabajo como artista. Melodías de guitarra preciosas secundan las voces más cálidas que puedas imaginarte. El solo vuelve a ser impecable y me vuelve a recordar en las formas a David Gilmour (¿casualidad?). “Fortune” cierra de forma brutal un disco colosal.

Sin incidir ni repetirme resumo en formato breve. Imperial es el mejor trabajo de Soen y uno de los mejores trabajos progresivos del siglo XXI. Y me quedo tan ancho.

Beto Lagarda
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