Murió el enorme, el excepcional David Andersson… Motor y mente de Soilwork y The Night Flight Orchestra, por lo que he esperado a poder hacer esta crítica en condiciones ya que no era fácil. David me ha parecido uno de los más grandes compositores de esta década y considero que el hecho de que Soilwork fuera permeable a lo que era The Night Flight Orchestra estaba llevando al grupo a unos terrenos inexplorados en los que conseguían algo único y diferente a todo.
Su anterior Verkligheten era estelar y esta obra también lo es pues la base musical de David era absolutamente extensa y rica, yendo de Genesis a In Flames y pasando por el metal extremo. Entiendo que estos últimos trabajos no fueran tan apreciados por los fans de Soilwork más veteranos, pero yo soy de los que se queda con lo último que David y Björn compusieron. Por tercera vez consecutiva han contado con Thomas “Plec” Johansson en el estudio y lo grabaron en tres tramos en su Suecia natal, sin prisas, pues la pandemia les había dado algo de tiempo extra para ordenar ideas.
Tras la intro de rigor “Övergivenheten” pasamos a uno de los más grandes temas que nunca ha ofrecido Soilwork en toda su historia. Absoluto temazo dotado de uno de sus estribillos definitivos. Que estemos ante el tema que abre la obra no tiene que sorprender: es maravillosa. Hay en ella la confluencia de dos mundos musicales. Toca destacar la excelente “Is It Your Darkness” en la que volvemos al estilo primerizo con muchísima clase y con un balance entre agresividad y melodía apabullante. Esta pinta a clásico.
“Nous somme la guerre” es otra vuelta de tuerca en la que se busca la melodía del medio tiempo. Pero a la vez la contundencia, el doble bombo y la clase. Hay detallitos de enorme calidad como es esa delicada pieza instrumental y breve “Morgongåva / Stormfågel” en la que David se inspira totalmente en Angelo Badalamenti (el creador de la banda sonora de Twin Peaks).
“Electric Again” cabalga sobre blast beat, no hace prisioneros y es combinada con un estribillo más pausado y melódico. Indudablemente el grupo posee muchísima clase y buenas ideas, incluyendo ese pasaje con saxofón para luego volver a esa arrancada tremebunda. “Vultures” es de lo más netamente accesible en los versos y estribillo, si bien lleva el puente en gutural y van apareciendo tramos tan duros como logrados.
En “Golgata” encontrarás toda la brutalidad que buscas y echas de menos, aunque el estribillo vuelve a ser melódico y hay muchos detalles técnicos como son los juegos con la campanilla del ride por parte de su baterista Bastian Thusgaard. A ese riff central le terminan añadiendo ampulosidad de los teclados de Sven Karlsson. Sobrecoge nada más pensar en títulos como “Death, I Hear You Calling”. A pesar de su concepción oscura va dotada de un estribillo positivista y con esos solos “incómodos”, que tanto le gustaban a David. Él los buscaba totalmente imprevisibles.
“Harvest Spine” posee una caja que cae a plomo y toda la potencia y calidad de su deathcore más característico. Qué grande es Björn y cuántos registros domina con absoluta perfección. Uno de los temas puentes entre Soilwork y la TNFO es sin duda alguna “Valleys of Gloam”, un single potencial y uno de los mejores cortes del disco. Los juegos de contrastes residen en “This Godless Universe” que pasa de intro a balada a metal core con violines de aderezo. Innegablemente el grupo buscaba algo diferente a pesar de que para muchos fans se empezaban a repetir y no tenían la genialidad de antaño.
Mantienen las buenas maneras en “Dreams of Nowhere”, más en clave melódica, aunque sin renunciar a la potencia. La guinda final es algo que ya nos habían avanzado en su anterior EP y los temas extensos parecía que ban a ser más que habituales a partir de ahora. “On the Wings of a Goddess / Through Flaming Sheets of Rain” se eleva hasta los más de siete minutos y nos resumen el estado del grupo. Vuelven a jugar con narraciones en francés y teclados inquietantes para acercarse a lo progresivo, aunque siempre con sus variados y distintivos ingredientes. A mí me parece magistral…
Övergivenheten es un disco maduro, el duodécimo hasta la fecha y será el último sin David Andersson. Ahora tocará ver el cómo van a poder continuar y si es posible estar al nivel de composición y genialidad que aportaba David al grupo. Quizá os diría que me impactó más su anterior entrega, pero Övergivenheten sigue bien la estela y es otro gran disco.
La portada, títulos de canciones algo proféticos y el desconocer el final real de David hace que este disco me ponga los pelos de punta. Es un álbum al que recurro mucho pues me hace pensar en lo triste que es que alguien tan joven y estando en un momento tan impresionante se haya marchado de este mundo.