Supongo que no soy el único que tiene opiniones encontradas con Sonata Arctica y su evolución posterior a triunfar como grupo de power metal. Nunca más van a volver a grabar un Ecliptica (1999) y siguen instalados en su particular visión y mezcla de hard rock de aires personales con predominio de los medios tiempos y las baladas. Tampoco es que sus directos sean particularmente buenos, pero… siguen siendo Sonata Arctica. Allí están Tony Kakko y Tommy Portimo y su música siempre tiene algo que llega a tocarte en lo más hondo. Sólo puedes llegar a entenderlo si en su día fuiste fan y has hecho el tremendo esfuerzo de llegar a entender hacia dónde quieren ir. Os diré que Talviyö (2019) es posiblemente su disco más completo en años y que han vuelto a grabar algún tema que merece permanecer en los setlists como en su día lo fue “I Have a Right”.
La noche es el elemento vertebrador del disco y los buenos momentos van asomando como rayos de luz al romper el alba. “Who Failed the Most” es el perfecto ejemplo de que aquí hay cosas que pueden llegar a emocionarte. Medio tiempo con mucho piano y de estribillo completo a la vez que el grupo se siente cómodo a la hora de hacer que sus composiciones fluyan y se compliquen. Bellas referencias al The Lord of the Rings en la letra. Sorprenden en la instrumental “Ismo’s Got God Reactors” que parece inspirada en “Vodka” y que pide paso para ser el preludio de la misma en directo. Excelente combinación de folk de Judea con curiosos solos neoclásicos por parte de Elias Viljanen. Un divertimento que entretiene y convence. El inicio del disco, por su parte, es un esperanzador tema destinado a que vuelvas a tener fe en el grupo lapón: “Message from the Sun”. Inicial comienzo con doble bombo, aunque a velocidades templadas y armado con un estribillo que gustará a sus fans más clásicos, y que… parece que podría llegar a cantar Kakko en directo.
El grupo siempre peca de bromitas internas que crecen y terminan, por ejemplo, siendo el título de este disco. Hay temas largos que se elevan más allá de los seis minutos con disparidad de resultados. Entre lo más notable está “Whirlwind” con su perfecta y característica combinación de guitarras y teclados marca de la casa. Efectos de viento, una acústica, un muy bien trabajo en composición y elementos folkies hacen de ella un tema muy completo, pero como siempre, sin buscar ya altas velocidades. “Storm the Armada” por ejemplo, muestra esta cara más aburrida y monótona que gastan últimamente. Elementos progresivos, afinaciones bajas y mucho protagonismo de los teclados para dar colorido a una composición bastante plana. Algo que se repite contumazmente en “The Last of the Lambs”.
Pero hablábamos antes de que hay en esta obra puntos fuertes y los brotes verdes están en composiciones como “A Little Less Undrestanding”. Un poco se explota la misma fórmula de “I Have a Right”, pero cuando suenan directos y sin necesidad de probaturas ni cambios progresivos es cuando mejor les sale la cosa. Las guitarras más pesadas están en “Demon’s Cage”, pero seguimos instalados en el medio tiempo melódico, jugando con cumbres y valles. El final del disco se vuelve más templado aún con dos cortes extensos y sinfónicos como es el caso de “The Raven Still Flies with You”. De lo más complejo y progresivo que hayan grabado nunca, y, a decir verdad, el propio Kakko nunca las tuvo todas de que el tema pudiera estar en el disco. Fue el resto del grupo que insistió en meterla en el álbum. Quizá estemos ante el futuro musical de Sonata Arctica, y dudo que guste a sus fans más antiguos. “The Garden” funciona como, coda pero lejos queda de lo que uno puede esperar de los fineses. Desnudez acústica, teclados de apoyo y puro sentimiento.
Sonata Arctica siempre serán especiales y diferentes y otra muestra de ello es Talviyö. Continua la mutación sónica hacia una especie de hard rock pausado con influencias progresivas que pueden llegar a desesperar a sus fans más antiguos. Hay temas que quedarían mejor en un disco en solitario de Kakko pero también hay momentos en los que reconoces a la banda más inspirada de los últimos 15 años. Tienen un público muy particular y sus conciertos se llenan de gente que apenas tiene contacto con el heavy metal. Creo que prima el hecho de que su vocalista pueda defender los temas sobre un escenario y el hecho de crecer como músico, y eso implica dar rienda suelta al caudal de ideas actuales. No tiene sentido ya volver a hacer lo que hicieron en sus primeros pasos, pero se echa de menos la velocidad. Hay una muy buena gestión de melodías y algunos temas redondos que te volverán a emocionar. Pero me parece a mi que lo que más nos gusta a sus fans es lo que menos motiva a su líder…