El SonicBlast es un festival que tiene lugar en la costa norte de Portugal en el que durante tres días puedes disfrutar de playa, sol y música. El cámping está cerca y la playa a unos cientos de metros del emplazamiento del festival. Esa es una razón por la cual el 40% de los asistentes provienen de España, especialmente de Galicia y de Asturias.
Durante el primer día tiene lugar la recepción de la acampada, amenizada con conciertos gratis en los bares en la playa. El primero de la tarde con los portugueses Heavy Cross of Flowers y los españoles Sombra. Más tarde, ya entrada la noche, la banda local Pledge abrió para los asturianos Acid Mess en lo que fue un concierto caótico, con mucho crowd surfing y con invasiones del escenario. Todo ello tuvo lugar en un pequeño espacio al que asistieron más de mil personas que disfrutaron del hardcore de los portugueses justo antes de entrar en el el psych rock de Acid Mess.
El segundo día, el primero oficial, comienza en una piscina. Sí, el festival tiene dos etapas, una funciona durante la tarde en una piscina, la otra comienza al atardecer en un campo. Los portugueses Solar Corona fueron los primeros, seguidos por Desert Smoke, también de Portugal y los andaluces Atavismo.
Mientras las bandas tocaban, la gente tomaba baños de sol y se zambullía en la piscina. Astrodome es otra banda portuguesa de space rock, una de las muchas bandas instrumentales que podemos ver en este festival. Electric Octopus vinieron de Belfast, interpretando su psych rock con influencias de Hendrix y cerraron este escenario, por lo que muchas personas se mudaron a la principal durante el transcurso de su actuación.
Conan están acostumbrados a tocar bajo sus sudaderas con capucha en la oscuridad, pero hoy era tan temprano que tuvieron que sufrir la luz del sol. Una versión de Fudge Tunnel fue uno de los aspectos más destacados del excelente espectáculo que dio la banda liderada por Jon Davies, aunque esto de “excelente” demostró ser un término común para lo que iba a venir. Los italianos Uffomammut fueron hipnóticos y un gran complemento para el sonido de Conan, como si de dos lados del mismo disco se tratara, complementarios pero al mismo tiempo diferentes. Nebula ha regresado y promete un álbum para fin de año. El trío estadounidense estuvo impresionante.
Causa Sui por su parte, es una banda danesa instrumental de rock psicodélico / stoner rock compuesta por Jakob Skøtt, Jonas Munk, Rasmus Rasmussen y Jess Kahr. Bien, eso es lo que dice Wikipedia, pero para los miles de fanáticos allí, significan mucho más. Su espectáculo transportó al público a un estado celestial, tuvo la mejor luz del festival e hizo que todos flotaran después de su show. La experiencia de Samsara Blues era más blues a veces, más psicodélica en otras. Estuvieron bien, pero mi impresión fue que habia dos bandas sobre el escenario, ya que el espectáculo tenía dos lados diferentes.
Después del concierto de ambas bandas todos nos sentíamos relajados y en paz, pero ahí apareció Mantar. ¡Un golpe furioso en las entrañas de todos! Hanno Klänhard anunció: «Sé que este es un festival hippie, pero es viernes por la noche y es hora de comenzar una pelea«. El dúo alemán perpetró un ataque sónico que fue como un unicornio blanco descansado destripado en la arena de la playa. ¡Abrumador!
El segundo día empezó nuevamente en el escenario de la piscina. Los encargados de abrir la jornada fueron esta vez los espectaculares The Wizards, de Bilbao. Su heavy metal / stoner rock fue ideal para poner a la gente en movimiento después de una segunda noche de insomnio. Les siguieron dos grupos portugueses, ambos dúos y tocando estilo jam, Talea Jacta fueron más jazzies y Greengo más fangosos. Ambos demostraron ser grandes recién llegados. De Sudáfrica a la piscina de Moledo vinieron Ruff Majik con su psych rock. Y esto se convirtió en una afirmación literal en el momento en que su bajista, en medio del set, se lanzó al agua.
Los alemanes Natraxas abrieron el escenario principal con una buena actuación que, aún así, fue de lo menos interesante de la noche. Les siguieron Atomic Bitchwax, que subieron al escenario al sonido de “The Wall”, de Pink Floyd y presentaron un show lleno de influencias hard rock que incluyeron incluso una versión del «Maybe I’m a Leo» de Deep Purple. Fueron seguidos por los griegos 1000mods, una brillante banda stoner.
Caída la noche llegaron Kadavar, y el trío alemán dio una de las mejores actuaciones del festival. Con canciones como «Forgotten Past» demostraron que también son capaces de intercalar temas más creativos con otros más directos como «Die Baby Die». Lo suyo fue asombroso, pero Earthless estuvo incluso mejor. Los estadounidenses tomaron cada canción de su repertorio y convirtieron su concierto en una verdadera celebración de la música ante un público que se extendía sin fin. Kadavar y Earthless supusieron un dúo inolvidable que muchos recordarán en el futuro.
El final del festival fue a cargo de The Black Wizards, tal vez la mejor banda portuguesa de rock psicodélico / stoner del momento, cosa que demostraron los miles de fans que permanecieron para verlos.