Sí, don Mike Portnoy es un culo inquieto y da miedo cruzarse con él, pues igual te invita al proyecto de la semana, pero entre todos los que ha intentado creo que Sons of Apollo está al nivel de Transatlantic, y no porque tengan tampoco mucho en común, sino por lo atractivo de la propuesta. A los enormes nombres de Jeff Scott Soto, Bumblefoot, Billy Sheehan, Derek Sherinian o el propio Portnoy hay que añadir un excepcional disco debut y un directo matador. Quienes les vimos en el añorado Be Prog sabemos de lo que hablamos. La combinación de maestros y estrellas propicia que el combo se dedique a hacer lo que les venga en gana, y eso incluye jams improvisadas de muchos quilates en los detalles técnicos. Que toquen en la arena de Plovdiv, uno de los cinco mejores sitios de la Tierra dónde poder tocar, es ya el remate final. Obviamente si tocas allí cae DVD, casos de Pink Floyd, Iced Earth… y ya que estamos, le ponemos orquesta en la segunda parte del set. Parece también que Portnoy tiene intenciones de armar una banda capaz de mirarle de tú a tú a sus excompañeros. Va por el buen camino.
Live with the Plovdiv Psychotic Symphony (2019) es un lujo en forma de tres CD’s y DVD, y como su nombre indica se hacen acompañar de una sinfónica en toda regla. Es su primer show en Bulgaria y un exultante Soto se atreve a afirmar que las tierras búlgaras son su segunda casa. Allí tenía también a media familia. Su mezcla de progresivo y hard rock es más que atractiva y funciona, en gran parte, por la espectacular voz del chico del pelo anillado. “God of the Sun” es pura inspiración Blackmore “Stargazer-Gates of Babylon” con la escala arábiga, pero es también de lo más inspirado del disco. Los detalles técnicos no tienen fin y el nivel de grabación es muy bueno a pesar de que, como suele pasar, la orquesta a veces queda muy en segundo plano. Voces de coristas y protagonismo de Sherinian en “Signs of the Time” donde la influencia de Dream Theater se hace más que patente. Asoma el teatro de los sueños varias veces, una con un “Just Let Me Breathe” portentosa y luego momentos para los solos de Sherinian, Sheehan y Bumblefoot en el tramo final.
Para muchos de sus fans “Lost in Oblivion” está entre lo mejor que han compuesto, lo cual queda demostrado perfectamente en el audio (no disponemos del vídeo). Soto también dispone de tiempo para su lucimiento tirando de sus adorados Queen. Divertimento vocal con el público y el “Prophet’s Song” (espectacular el juego de voces) con el “Save Me”. Como buen fan de Queen huye de los temas obvios. Luego, en el tramo final, despacha un mejorable “The Show Must Go On”. Las sorpresas fueron variadas y continuas, en forma de versiones, caso de el “Pink Panther” de Henry Mancini con extra de guitarra. Explayo general instrumental en una extensa y completa “Opus Maximus” en la que dejan que repose su vocalista y maestro de ceremonias, que anuncia que lo que sigue es un set especial de versiones y orquesta.
Un “Kashmir” orquestado siempre funciona, y más cuando Soto se defiende bien en las tesituras de Robert Plant. Más complicada le resulta “Gates of Babylon” (con ese final con violín) de Rainbow pero luego lo borda en “Comfortbly Numb” de Pink Floyd. Jeff dice que es la perfecta canción para el sitio donde están y que tiene su solo de guitarra favorito. Añade que si tienen algo para fumar… es el momento. Banda y orquesta funcionan más que bien en unos arriesgados shows en los que muchas veces la falta de ensayos juntos suele evidenciarse. La selección de las versiones es una auténtica gozada. También impresiona ese “Dream On” de Aerosmith, siempre tan melancólica y cautivadora.
Intercalan temas propios como “Labyrinth”, que hace honor a su nombre, intrincada y cercana al material de Dream Theater. Aquí sí que puedes percibir la magia que desprenden Portnoy y Sherinian mientras son el resto quienes ponen la base. Sorprende y se aplaude la inclusión de “Diary of a Madman” de Ozzy y más cuando tiran de unos ampulosos coros que hacen que la canción luzca el doble. Hay otro par de revisiones de Dream Theater en forma de “Hell’s Kitchen” y “Lines in the Sand” (todas las que se tocan aquí son del Falling into Infinity). El solo de Sherinian deriva en tesituras “pinkfloydianas” y siempre con sumo gusto. Billy Sheehan y Bumblefoot se explayan a gusto en la versión de Van Halen “And the Cradle Will Rock” para rematar la faena luego con uno de esos temas definitivos de su ópera prima: “Coming Home”, con la audiencia disfrutando y cantando. Gran fin de fiesta. Altísimo nivel técnico, canciones excepcionales y equilibrio de protagonismos. Aquí se lucen todos.
En un solo año de vida (en el momento de grabar este DVD) Sons of Apollo ha conseguido una repercusión espectacular y el colofón a todo ello es este directo en el anfiteatro de Plovdiv. Un recinto que suelen pisar bandas consagradas que buscan su directo definitivo o grupos que hacen algo especial y tocan un disco entero para la ocasión. Quienes forman los hijos de Apolo no son unos novatos precisamente por lo que tampoco es que deba sorprendernos que hayan tenido posibilidad de grabar allí. El hecho de que sólo posean un disco y necesiten tirar de versiones hace que todo quede espectacular. Pude verles en directo por lo que imagino que lo sucedido en Bulgaria fue mágico. No tenemos el DVD pero no creo que tarde a hacerme con él. Por cierto, el vídeo no recoge ni “Dream On” ni “Comfortably Numb”. Está claro que Portnoy quiere una banda capaz de destronar a Dream Theater… ¿Lo conseguirá?