Permitidme empezar esta crónica haciendo algo que ya es deporte nacional: cagarse en las malditas Rodalies de Catalunya. Un tren fantasma que no apareció sumado a un maquinista que no llegó a tiempo para su relevo, nos hicieron estar un buen rato parados en la estación de Granollers Centre. Suficiente como para no poder llegar a ver al primer grupo de la noche, los locales Pycaya. Por suerte, varios colaboradores de la revista asistimos al evento, así que tuvimos a más de un par de ojos viéndolos y podemos contaros qué tal fue su actuación. ¡Gracias a Abel Marín por sus líneas!
La noche, encabezada por los grandes Soziedad Alkoholika, venía con el aliciente extra de acoger la gira de Brujeria, que estos días ha estado rodando por un buen puñado de salas de nuestro país. Así que el cartel quedó bastante atractivo y logró atraer a una gran cantidad de público a la mayor de las Razzmatazz, aún sin llegar al sold out.
Pycaya
Antes de nada, introduzco un momento Sr. Lobo agradeciendo la confianza en un servidor, ya que, voluntariamente, yo andaba fuera de servicio desde hace un par de años. Pero lamentablemente mi compi Aleix, encargado de realizar la crónica de la noche, no le fue posible llegar a tiempo. Así que gracias por la confianza.
Se preveía una gran noche y (alerta spoiler) lo fue. Después de 30 años he podido ver juntas a dos de las bandas que más caña le di durante el instituto. Curiosamente, esta efeméride tiene más gracia aún cuando lo vives acompañado de tu hijo, que justamente tiene la misma edad que cuando los descubrí en su día. Es más, él fue quien tuvo la genial idea de asistir, así que no íbamos a desaprovechar tal ocasión.
Otro de los alicientes de la noche era la presencia de Pycaya, hacía tiempo que había empezado a seguirles la pista y desgraciadamente no había podido verlos hasta la noche que nos ocupa.
Ya una vez puestos en antecedentes, vamos a lo que realmente importa, no las experiencias del abuelo Cebolleta (esto sí que ha quedado viejuno…)
Llegamos a los alrededores de Razzmatazz con bastante tiempo, ya que lo que preveía una complicada tarde de tráfico, por un afortunado motivo que desconozco, se vio favorecido a nuestro favor incluso a la hora de aparcar. He de decir que el inicio de los conciertos a las 19:00 en una ciudad como Barcelona, siempre es realmente complicado si tienes que desplazarte en coche.
El acceso fue puntual y sin problemas, así que después de comprar algo de merchan fuimos a tomar posiciones en una sala que aún presentaba una fría asistencia que, afortunadamente, a la hora del inicio del bolo ya congregó una cuarta parte de la sala, la cual fue animándose durante el concierto de los catalanes, congregando a una respetable asistencia al final del mismo.
El inicio, al igual que el acceso a la sala, cumplió con el horario marcado, dato que se confirmó en toda la noche, pues los horarios se cumplieron a rajatabla. Pycaya saltó al escenario sobre las 19:30 dando muestra de sus diez años de experiencia pateando culos sobre los escenarios envueltos en un muy buen sonido, algo que nos preocupaba, ya que en la Razz no siempre se ha conseguido.
La banda descargó su groove metal sin piedad y conectando constantemente con el público desde el primer segundo. Luís, cantante de la banda, no paró de bromear con cada uno de los miembros de la banda. Estaban disfrutando sobre las tablas y eso se transmitía.
En anteriores crónicas se hacía referencia a la legión de seguidores que aglutina, esta vez no fue diferente, dando fe que en esta ocasión sumaron más seguidores a la causa.
Desde la inicial «Qué vas a hacer» ya hubo movimientos en las cervicales que su cantante amenazó con destrozar, dando por hecho que canciones como «Soy como soy», la coreadísima «Jodido» o «Tres almas» dedicada a quienes sufren una grave enfermedad y, en boca de su cantante, als Xuclis, son fijas en el repertorio.
Derroche de buen humor, rabia y energía en cada segundo de una actuación que se vivió intensa pero corta, pues el estricto cumplimiento de los horarios no dio la oportunidad de extenderse más de la cuenta. Excelente inicio para quitarse una de las tres espinitas clavadas de la noche. Estaremos atentos a nuevas oportunidades de calentar las cervicales con su groove.
Setlist Pycaya:
Qué vas a hacer
Canibalismo
Soy como soy
Perro
Cuervo de fe
Jodido
Tres almas
Sucio socio
Brujeria
Con una bandera mejicana y la cabeza decapitada que aparece en la portada de su disco debut clavada encima, los narcos hacían su aparición sobre el escenario de Razz. Empezaban repasando cuatro cortes del que seguramente es su mejor disco, Raza Odiada (1997). Empezando por la canción que lo titula, precedida por el discurso del político republicano Pete Wilson, una brutal «Colas de Rata», y siguiendo con «La Migra» y «Hechando chingasos», la gente no tardó en responder, montando unos buenos pogos en la parte delantera de la pista.
Uno de los encantos de Brujeria es el contraste entre la parte instrumental y sus vocalistas. Aunque ahora mismo no tengan en directo a Shane Embury o a Jeff Walker, el trío de batería, guitara y bajo suena muy sólido y profesional. En especial, destaca Nicholas Barker a los palos, con una gran destreza y contundencia, aunque el sonido de su caja desentonaba un poco del resto de su kit. A las voces, todo lo contrario: Gritos chapuceros, en muchas ocasiones fuera de tiempo y coros embarrullados. Lo que no se le puede reprochar al trío formado por Juan Brujo, Fantasma y Pinche Peach es la actitud y su capacidad para animar el cotarro y llenar el escenario. Rompiendo una lanza a favor de Fantasma, diré que clavaba sus guturales y las partes donde tomaba protagonismo, como en «Anti-Castro», molaban bastante.
Muchos cortes también del Brujerizmo (2000), como «El desmadre» o la sepulturera «Cuiden a los niños», amenizaron la actuación. Los mejores momentos venían con temas groovies y con estribillos coreables como «La ley de plomo», «Consejos Narcos», o la final y obligada «Matando güeros», machetes en mano. Como despedida, sonaba por megafonía su versión marihuanera de «Macarena», cantada por los vocalistas y la sala entera.
Setlist Brujeria:
Raza odiada (Pito Wilson)
Colas de rata
La migra (Cruza la frontera II)
Hechando chingasos (Greñudos locos II)
El desmadre
Vayan sin miedo
La ley de plomo
Anti-Castro
Cuiden a los niños
Marcha de odio
Revolución
No aceptan imitaciones
Ángel de la frontera
Brujerizmo
Consejos narcos
Matando güeros
Marijuana
Soziedad Alkoholika
Durante el cambio, se destapaban los muros de amplis con luces extra montadas encima. El enorme telón no cabía en la altura de la sala y dejaba cortadas las «S.A.» del logo de los vitorianos. Bien puntuales se apagaban las luces y ya teníamos a Soziedad Alkoholika golpeándonos con «Polvo en los ojos». Comenzaban con muchos temas rítmicos y más pausados, guardando su arsenal de crossover frenético y rabioso para más tarde.
En esta primera parte, solo hubo ritmos thrashers en «Política del miedo», y en la parte final loquísima de «Sueños rotos», que la liaron parda en la pista. Seguían pues, con la faceta más hardcore de «Alienado», la pesada y brutal «Tiempos oscuros», acompañada de los cañones de CO2 y las campanadas solemnes, o la imponente y lapidaria «Niebla de guerra». Cada una, acompañada de un juego de luces ad hoc que eleva el espectáculo con la combinación de flashes, colores, y una sincronización milimétrica con los golpes de la batería. Pocas bandas tienen tan currado el aspecto visual de sus shows.
Tras la clásica «Palomas y buitres», ponían el pie en el acelerador, desempolvando una ristra de temazos de sus primeras épocas, llenos de velocidad y tralla por un tubo. Se sucedían «Kontra la agresión kastrazión», «Estado enfermo» o un «Ratas» que desencadenaba un enorme mosh entre el público. Juan, que esa noche lucía una camiseta de GBH, sacaba la harmónica para hacernos cantar el «Hemos venido a emborracharnos…» antes de encarar otra joya como es «Cienzia Asesina».
Seguían esos clasicazos con «S.H.A.K.T.A.L.E.», que volvía a desatar el caos con un Alfred Berengena brillante tras los tambores. El catalán es uno de los mayores activos de S.A., y siempre derrocha una calidad y precisión a la batería dignas de admirar. La sala entera cantó el estribillo de «Piedra contra tijera», tema icónico contra la censura, y Razzmatazz casi se vino abajo con «Civilización degeneración», acabando el bloque principal del concierto por todo lo alto.
Tras una breve pausa, salían de nuevo para echar un poco más de leña al fuego. Sonaban «Cuando nada vale nada», «Pauso bat» y, cómo no, la soez y paródica «Feliz Falsedad», ahora que tenemos delante la Navidad. Dejaron para el final, como de costumbre, el demoledor y cargado de significado «Nos vimos en Berlín», con la gran respuesta del respetable que siempre la acompaña. Este último cañonazo ponía punto y final a otra trepidante actuación de S.A., que parece que nunca tienen un concierto flojo.
En 2023 hará ya seis años de su último Sistema antisocial (2017), y desde entonces han editado dos álbumes en directo. No es raro con lo impresionantes y visualmente currados que son sus conciertos. Seguro que durante los años de parón y con lo prolíficos que son no va a pasar mucho más tiempo hasta que publiquen más material original. ¡Ya hay ganas de escuchar algo nuevo!
Setlist Soziedad Alkoholika:
Polvo en los ojos
Alienado
Política del miedo
Tiempos oscuros
Niebla de guerra
Sueños rotos
Sistema antisocial
Palomas y buitres
Kontra la agresión kastrazión
Estado enfermo
Ratas
Cienzia asesina
La aventura del saber
S.H.A.K.T.A.L.E. (Vomitaré en tu cara)
Piedra contra tijera
Civilización degeneración
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Cuando nada vale nada
Pauso bat
Feliz falsedad
Nos vimos en Berlín
Hey, has llegado al final del artículo, ¡gracias!
Me metí en esto del metal a los 14 años, y de concierto en concierto he ido descubriendo las bandas nacionales e internacionales que forman parte de este mundillo. Ahora aporto mi grano de arena a Science of Noise contando lo que pasa en los eventos de la zona y algunas novedades discográficas.
También toco la guitarra y el bajo en algunos grupos de la escena local. Tengo los huevos pelaos de tocar en el Ceferino.