Formados en Nueva York por miembros de países de todo el globo como Francia, Israel o Chile, Speakeasy streets sacan su primer trabajo, un disco sorprendentemente original en el que sonidos clásicos del siglo pasado se dan la mano con otros más recientes, dando lugar a una fusión con una frescura rara de encontrar.
El disco arranca con “Speakeasy Song”, con una melodía de violín que nos traslada a los locales de jazz y swing de la primera mitad del siglo XX, compaginada con algunas estrofas más raperas e incluso toques ska, dejando claro desde el primer momento que la banda quiere mezclar géneros aparentemente distanciados sin mantenerse quietos en una etiqueta.
Para el segundo corte, “Don’t Wither”, cuentan con la colaboración de Etai Benson, actor de Broadway galardonado con un premio Grammy, en el que de nuevo se encuentran armonías que nos llevan a una época pasada hace muchos años con otros momentos de un sabor mucho más recientes y urbano. A continuación entra “Circus”, tema en el que los instrumentos crean una atmósfera acorde con su nombre, mientras la voz se encarga de adornarlo con unas estrofas hip hop creando otro extraño pero perfectamente sólido matrimonio.
En “Sweet Deceit” nos topamos con un tema puramente swing, en el que parece que la banda se ha dejado poseer por el espíritu de Ray Charles para hacer bailar a todos los presentes.
Para “Our Time” cuentan con un nuevo colaborador, Pedro Erazo, vocalista de la banda de gypsy punk Gogol Bordello. Volviendo a tomar protagonismo el violín, de nuevo en esta canción encontramos toques del rap más urbano, con pasajes cantados en español.
Le sigue “I Don’t Mind”, empapada otra vez de un espíritu clásico, fiestero y sin olvidarse de su toque personal presente en cada una de las composiciones del grupo. La misma tónica lleva “Niptickin”, aunque con un toque algo más melancólico quizás.
A continuación entra “All dat Jazz”, donde los principales protagonistas son los vientos y de nuevo se hace evidente la influencia del hip hop en la banda, presente también en la canción que cierra el álbum, “IV”, donde nuevamente hace acto de presencia Etai Benson, y en el que podemos disfrutar de una segunda mitad de tema maravillosa a ritmo de gypsy folk.
Sin duda, este primer álbum es todo un alarde de originalidad y buen hacer, que deja un inmejorable sabor de boca. Y estoy seguro de que no soy el único que tiene muchas ganas de poder disfrutar de Speakeasy Streets en directo, porque todo apunta a que tiene que ser una experiencia.