Confieso que disco a disco voy cayendo en las redes de Spirit Adrift. Gran grupo que empezó con Nate Garret en terrenos mucho más doom metal y en tesituras diferentes, pero que, en su evolución, y especialmente en su anterior 20 Centuries Gone, nos hemos ido a una especie de retro rock con guiños a la NWOBHM, aunque con detalles muy melódicos y tirando de guitarras dobladas. Siempre hacen discos cortos, no buscan sumar minutos ni rellenos, lo cual todo periodista y crítico agradece especialmente.
Crudos, auténticos y reales desarrollan mística y canciones variadas en ocho canciones que van desde lo épico a lo agresivo. A nivel de letras la pandemia deja rastro y también la pérdida de amigos, familiares y animales domésticos. El multi-instrumentista Nate Garret sigue inspirado y el disco está a la altura de su anterior 20 Centuries Gone, lo cual no era nada fácil.
De entrada, destacaría mis canciones favoritas, y la primera es “I Shall Return”, tema que un poco desarrolla todo el potencial del grupo y proyecta en lo que se han convertido actualmente. Grandísimo estribillo siendo concisos y directos, muy evocador y sin necesitar de grandes individualidades para que suene directo y certero. De lo más evocador del disco. La gran sorpresa de esta obra es “Siren of the South”, pues es un tema que acerca al grupo a Megadeth, pero los Megadeth de discos como el Countdown to Extinction. Incluso los juegos de cadencias son puramente Mustaine.
“Give Her to the River” abre fuego con Buena vibra, guitarras dobladas y el doble bombo del propio Garret. Es un tema muy correcto que sube más allá de los siete minutos y del que destaca el gran sonido y esos arreones metálicos tan bien conseguidos. Encapsulan en un tema mucho más corto como es “Barn Burner” todas sus características actuales, sonando puramente eléctricos y a banda de retro rock sueca, cosa que se agradece. Aquí se tira de riffs y de potencia.
Si esperáis rememorar los inicios posiblemente el “Hanged Man’s Revenge” sea lo más próximo a su primera etapa, con esas cadencias doom, muchos detalles en el bajo del propio Nate y salpicando el tema de detalles de guitarra. Una de las grandes gracias del grupo es la combinación de estructuras y los cambios algo inesperados. Hay también ese inicio de balada en “These Two Hands”, otro tema de minutaje generoso y que pasa de la delicadeza de las acústicas y los aullidos de lobo a la garra del mismo. Gran canción, muy completa y trabajada. Completa el disco “Death Won’t Stop Me” con riffeado intercalado en un medio tiempo muy definitorio de lo que son capaces a día de hoy.
Spirit Adrift siguen a su deriva espiritual, con un Nate Garret a lo one man army, o a lo Juan Palomo. Impresiona que el hombre sea capaz de tanto él solito y hay muchas ganas de ver este proyecto en directo, que se cayó del Rock Imperium. Su evolución es perfecta y por mucho que haya quienes echen de menos su sonido inicial, difícilmente te vas a poder quejar del material que siempre nos brinda. Personalmente creo que el tema “I Shall Return” está muy por encima del resto de material y que quizá no supere su anterior obra, pero el “grupo” me sigue pareciendo que está a la cabeza del metal internacional.