Hace poco estaba ojeando los nuevos discos que iban a salir, y me quedé con un nombre que hacía bastante tiempo que no recordaba, Spoil Engine. Los descubrí de casualidad hará unos ocho o nueve años, cuando un colega me dejó Antimatter (2009), y me gustó mucho, una mezcla entre thrash, groove, con toques crossover y todo ello tirando a corte moderno, hizo que incluso me enganchara durante unos buenos meses con este disco. Así que, me gustó ver ese nombre otra vez y ver que sacaban disco nuevo, así que me puso manos a la obra para ver que me había perdido en estos diez años…que dieron para bastante, la verdad.
Para empezar, desde este álbum que os acabó de comentar, hasta el de que hablamos hoy, Renaissance Noire (2019) como miembro original de esta banda fundada en Bélgica, solo queda el guitarrista y fundador del grupo, Steven Sanders. Los otros componentes son caras nuevas, con quizá, la más destacada, Iris Goessens, ahora haciendo ella de frontwoman de la banda, que junto con el nuevo sonido, han cambiado bastante el rumbo musical, ahora mucho más death metal melódico, y bastante metalcore, pero sin exceso de breakdowns ni nada parecido, a mi me gusta más llamarle “moderno”, como he comentado en alguna otra ocasión.
El álbum se me ha hecho raro al comienzo por el cambio musical y la voz, claro, han sido mucho años sin escucharlos y antes de este nuevo disco, no he querido absorber mucho material para que la sorpresa fuera superior. Pero sacándome de encima los poco prejuicios que me quedan, he abierto mucho la mente y no querer parecer el típico que se queja por que cambian el sonido. Yo siempre he sido defensor de los grupos que “arriesgan” y mutan hacía otro estilo, siempre que continúen con la garra que les caracteriza. Y con este Renaissance Noire, para mí, ha ido de menos a más, de pensar, uf vaya disco, como he disfrutado de todas y cada una de las canciones que componen este disco. Sencillamente una maestría lo que son capaces de hacer los actuales Spoil Engine. Melodía sin hacerse pesada, tralla y de la buena pero sin pasarse, pasajes de lo más afilados, oscuros y agresivos y otros más armónicos y ultra pegadizos.
El disco comienza con “R!OT”, con un ritmo ya escuchado pero de los que enganchan, con una Iris desatada y con un primer pre coro recordando su época crossover y los coros pegadizos muy estilo metalcore, con voces tirando a limpias, todo esto con un buen cambio en el segundo tercio de la canción. “Medicine” de sonido tranquilo, con voz totalmente clara, pero solo al comienzo. Canción que comparte dureza, con unos estribillos de esos que te hacen gritarlos y compartilos con el grupo. Y un final muy groove, o sea de mi agrado, ya sabéis. La tercera “The Hallow”(feat. Jeff Walker), como indica el propio nombre de la canción, con la colaboración de Jeff, del mítico grupo Carcass. Os encontraréis de todo, incluso alguna parte muy técnica, partes tranquilas y partes totalmente desenfrenadas.
“Venom” empieza como si estuviéramos escuchando un grupo de metal gótico. Pero no, rápidamente nos obsequian con un tema crudo, agresivo, sin olvidar sus estribillos, con gritos guerreros y otros de voz limpia pero desgarradores. Con una dosis de breakdowns, en medio tenemos una parte más “relajada” con riffs pesados y voces limpias y un poco melancólicas. Con “Golden Cage” Issis nos demuestra otro registro, con una voz más rota y pesarosa, en general con un ritmo instrumental muy sosegado y unos punteados exquisitos de la guitarra. En contrapunto, aquí los estribillos son rabiosos y duros, pero manteniendo la melodía en todo momento. En “Frostbite” nos presentan otro tema diferente, haciendo un thrash con una parte relajada, atmosférica, un teclado y voz embriagador.
Con “Warzone” experimentamos una subida de marchas y nos encontramos con unos Spoil Engine, totalmente agresivos y thrashers, guitarras afiladas y ritmos rompecuellos. La siguiente “No Flowers for a Pig” es un tema que en algunos momentos podría pasar por Nervosa, aunque con muchos más matices, groove de por medio. Y no he hablado de los solos, pero es que todos son fabulosos, pero en esta canción más afilado, imposible. “The Void” continua con la furia desatada y se presenta en un ritmo más crossover, aunque aquí si, unos coros metalcore. Y acabamos con “Storms of Tragedy”, una mezcla muy buena de death metal melódico, groove, energía pura, y pasajes más melancólicos.
En general me parece un magnífico disco, representando un poco lo que sería el metal actual hoy en día, mezclando estilos, sin dejarse llevar muy mucho por el metalcore y sin olvidar en ningún momento las raíces old school. Me ha sorprendido gratamente, como he querido re escuchar una y otra vez este Renaissance Noire. Hemos de reconocer que lo encuentro más oscuro que lo anterior editado, pero sin olvidar en ningún momento, el magnífico trabajo de las cuerdas, para hacerlo melódico y agresivo a la vez. Y esto ayuda mucho a que “entre” muy bien. Si sois de los míos, que os va el “bimetal”, osea que disfrutáis con lo más true y old school, y no hacéis ascos a lo moderno y melódico, lo nuevo de Spoil Engine, os va a gustar, y mucho.
Soy de esa generación que la “post-pubertad” lo pilló entre el metal primigenio (lo que llamamos ahora old school) y la nueva ola que fue el Nu metal, es decir, pasado mediados de los 90. Me encantan muchos estilos pero sobretodo el rock clásico y evidentemente el metal, este último es una forma de vida y encima me gusta desgranar y reconocer la riqueza de todos sus subgéneros. Uno ya tiene su edad (los mechones blancos en la barba no están por que sí) pero no me cierro para nada a grupos nuevos, eso sí, mientras haya fuerza y calidad, aunque hoy en día hay mucha. Como nacido justo entrados los ochenta también se incluye que soy un friki de cuidado (rol, videojuegos, Star Wars, pelis Gore, literatura fantástica y un largo etc.) vaya que toco de todo un poco. En resumen, espero contagiaros mi pasión metalhead a la vez que disfrutáis de mis aberrantes destripes.