Primero de todo quiero pedir disculpas por haber tardado en hacer esta crónica pero la verdad que esta última quincena de 2019 no fue muy buena que digamos. Entre que cada año odio más estas fiestas impuestas por el capitalismo más rancio y por la televisión más casposa y alguna que otra decepción personal pues no tenía yo ánimos para escribir y creo que es mejor hacerlo con ganas que sin ellas.
También quiero agradecer a Patrizia con Zeta que nos haya cedido amablemente algunas fotos de la velada para así poder ilustrar lo acontecido ya que ese día me llevé la cámara pero sin tarjeta, o sea, me llevé un objeto totalmente inútil. Por suerte pude ver que había una gran concentración de fotógrafos, detalle que decía mucho de la importancia del evento al que fuimos. Y es que había muchas ganas de volver a ver a Stained Blood con su renovada formación y su evolución musical hacia unos derroteros diferentes pero muy atractivos.
Una noche extrema, con un ambiente realmente impresionante y aunque las actuaciones no estuvieron exentas de los malditos fallos técnicos del directo (ya detallaré más abajo) todo fue como la seda, y lo más importante, todos los pasamos en grande.
Cremosity
Habían montado un par de baterías y el espacio que les quedó a Cremosity fue bastante reducido, pero bueno, el único perjudicado fue su cantante Lopi que es el que más se mueve, es todo un nervio y se tuvo que contener un poco. Los he podido ver en varias ocasiones tanto en escenarios grandes como pequeños y creo que esta ha sido uno de sus mejores actuaciones aunque el sonido no les acompañó del todo.
Tras tres años y unos cuantos meses desde la salida de su disco debut le siguen sacando todo el jugo que pueden y una vez más lo interpretaron en su totalidad con el añadido de un par de canciones nuevas. Arrancaron con la nueva «The Distinguished Butcher» que formará parte de su segundo disco que esperemos vea la luz más pronto que tarde. Se trata de una canción que sigue la formula mostrada por los cremosos pero con ciertos aires de querer complicar más la cosa. Su death metal técnico en la vena de grupos como Suffocation, Dying Fetus, Pyrexia o Deeds of Flesh por nombrar algunas de sus influencias, es arrollador, limpio y adictivo.
Romper el hielo no es fácil y aunque entre canción y canción la cosa estaba más fría que una cadena de columpio, en el momento que arrancaban con su música la cosa se ponía ardiente. Así que a partir de ese momento fueron cayendo en orden las canciones de Witness of Human Brutality con un Victor a la batería esplendido, repartiendo tralla sin concesión. Eso sí, hubo un momento que un ruido empezó a molestar sobre el escenario que embarró un poco la canción que estaban interpretando. Todo fue por un cable del trigger de la batería. Solucionado el tema siguieron desgranando su repertorio hasta llegar a «Call to Violation», otra canción nueva llena de brutales detalles.
Terminaron como siempre han hecho con «Human Fat Ointment» de la cual realizaron un vídeo (del que no parecen muy contentos, jajaja) y que puso la guinda a una excelente actuación. Cada vez que los veo han mejorado en algún aspecto y eso es bueno. Esperemos no estar un año más sin nuevo material.
Setlist Cremosity:
The Distinguished Butcher
Machines Against Flesh
Oppressor
Alpha Mental State
Tune Tortured
Guillotine
Concilium Cadaversum
Call to Violation
The Seventh King
Human Fat Ointment
Cathexia
Desde tierras asturianas y como invitados de honor tuvimos el placer de ser testigos de la descarga de Cathexia. Se trata de un grupo de death metal formado por gente de Thirteen Bled Promises y Legacy of Brutality que en 2018 sacaron su segundo disco llamado Complete Obliteration del cual interpretaron un buen puñado de canciones. Su estilo es directo, sin artificios de ningún tipo, extremo y sencillo, pero muy efectivo.
Empezaron con «Fall of the Unholy Race» a modo de introducción para así irnos familiarizando con su potente sonido y su propuesta que bebe tanto de la vieja escuela como de la nueva. Con «Entrails of the Earth» apareció su cantante Abel para empezar a escupir como un demonio desbocado su líneas vocales demostrando una gran técnica.
La extrema y contundente «Blessing/Extermination» nos golpeó en la cara sin contemplaciones y nos arrolló literalmente aunque a partir de ese momento empecé a ver como sufría su batería Javi con uno de sus platos. El soporte no quiso quedarse quieto ni un momento y aunque subieron los baterías de los otros grupos a ayudar no sirvió de mucho. Por suerte pudieron cambiar la pieza y todo pudo continuar a las mil maravillas. Malditos infortunios del directo.
Viajamos hasta el año 2011 con «Before the Disaster» de su Ep Misanthropy en una auténtica locura de pura velocidad que nos animó de verdad. Su sonido fue muy orgánico y nos mantuvieron moviendo las cervicales prácticamente todo el rato. Con «Inert» y «Virus» también tuvimos nuestra dosis de metal extremo donde los poderosos riffs de guitarra se mimetizaron con una asombrosa y rápida batería alternado tremendos blast beats con dobles bombos de infarto.
Llegamos al final de su actuación con otro viaje al pasado sonando «Envoys of Destiny» y cerraron con «No Rest Beyond Death» una muy buena actuación con un grupo entregado y una propuesta más que atractiva. Les seguiremos la pista.
Setlist Cathexia:
Fall of the Unholy Race
Entrails of the Earth
Blessing/Extermination
Before the Disaster
Inert
Virus
Envoys of Destiny
No Rest Beyond Death
Stained Blood
Si las dos actuaciones anteriores fueron de un alto nivel lo de Stained Blood fue de otra galaxia. Detrás de todo esto se podía detectar el arduo trabajo realizado por todos ellos, el mimo puesto en su nuevo disco y sus nuevas composiciones cuidando el más mínimo detalle al máximo. Su concierto se basó en interpretar íntegramente y de cabo a rabo su disco Nyctosphere (2019) olvidando por completo su anterior etapa. Contaron además con técnico de luces que hizo mucho más espectacular su actuación (mirad lo que pueden hacer unas lucecitas de colores bien puestas, ¿eh?).
«Avfall», con su intrigante introducción nos dio la bienvenida a su particular mundo de black metal, post-metal y un sinfín de influencias más, todas ellas dentro de la vertiente más oscura del género y que hizo las delicias de todos los reunidos en una también sorprendente sala Boveda que se portó muy bien en cuestión de sonido. Fuimos abducidos por sus rápidos pasajes pero también nos sentimos atrapados por esas partes más atmosféricas. Un brillante Raul a las cuatro cuerdas fue comandando a sus compañeros mientras Salva (siempre con sus gafas de sol) volaba sobre su kit sonando poderoso y contundente el cual metía unas hostias capaces de reventar un muro de cemento.
Más oscuridad con «Century to Suffer» y ese inicio de guitarra delicado pero a la vez potente y contundente. Narcís demostró haber evolucionado de una forma espectacular en su manera de cantar y es que lo pude ver en acción con sus anteriores proyectos cuando era tan solo un crío y ha madurado mucho convirtiéndose en un gran cantante. Melodías oscuras recorrieron toda la sala como un manto de niebla abrazándonos a todos en una negra comunión.
«The Lightless Walk» sonó triste, melancólica y fascinante. Su primer adelanto en forma de vídeo fue una de las más celebradas con esos toques de black metal tan de moda en estos días aunque aquí si lo supieron mezclar en momentos puntuales con ese death metal melódico de su anterior etapa. Una canción sublime en la que brilló de manera especial el juego de luces creando una atmósfera muy acorde con la música.
Tras un intenso corte como el anterior llegó el momento de «Shrines of Loss». De nuevo nos volvió a atrapar con su oscura velocidad y esos fríos guitarrazos de David y Miquel remarcados por las geniales líneas vocales que desprendió toda la canción, un grito de desesperación y auxilio ante un mundo atroz e inhumano. Los detalles técnicos a las seis cuerdas en esta canción encumbraron una gran ovación por parte del público que expectante no dudó en agradecer el esfuerzo de estos cinco máquinas.
Un fallo en la consola de Salva (una mala noche para los baterías) hizo que durante unos minutos el silencio se apoderara de nosotros pero no nos deshinchó para nada y encaramos la recta final del concierto con una gran sonrisa y alguna que otra birra más en el cuerpo.
Un piano de película de terror nos invitó a adentrarnos en «Winterflesh» en una orgía de black metal aunando todos los ritmos posibles del estilo. De nuevo en esta pudimos constatar la herencia de sus primeros años con esos toques de death metal técnico y acelerado aunque sigue ganando la vertiente más oscura. Para el final nos ofrecieron la extensa «Drowned», más de 10 minutos de delicatessen con un montón de pasajes diversos que resultaron ser magníficos mezclando las partes lentas y rápidas de forma exquisita.
Nos dejaron con ganas de más pero el viaje había llegado a su fin. Todo eran caras de satisfacción entre el público y entre los músicos que habían hecho posible la velada y eso ya demuestra muchas cosas. Pude charlar con algunos de los integrantes de Stained y corroborar el gran concierto que hicieron. Esperemos que no vuelvan a tardar dos años en actuar en la ciudad que los vio nacer y si tenéis la oportunidad de verles en acción ni lo dudéis.
Setlist Stained Blood:
Avfall
Century to Suffer
The Lightless Walk
Shrines of Loss
Winterflesh
Drowned