Los reyes absolutos del deathcore de por aquí, los barceloneses Stained Blood, nos han obsequiado con una versión brutal del clásico de Napalm Death, «When All Is Said And Done» (Smear Campaign, 2006).
Según podemos leer en la cuenta oficial de Facebook de la banda…
«En 2013 grabamos esta versión de los maestros del grindcore Napalm Death. El disco tributo en el que se iba a incluir nunca será editado, por lo que decidimos presentarla nosotros mismos.»
El tema en cuestión tendría que haber aparecido en un recopilatorio llamado Iberian Tribute To Napalm Death, junto a otras versiones de bandas como 24 Ideas, Besta, Criminal, Foscor o Moksha. El proyecto, por diversas razones, finalmente cayó en el olvido.
Esta versión, aún sin estar remasterizada, nos da una idea del potencial y técnica de estos cabronazos. Fue grabada a finales del año 2013, tras la finalización de la gira de presentación de su primer larga duración One Last Warning (2013), que les sirvió de carta de presentación para telonear, por ejemplo, a los colosales The Black Dahlia Murder.
Actualmente, la banda está inmersa en la preparación del que será su tercer álbum, tras el éxito cosechado con Hadal (2015), que les llevó a girar por toda Europa a inicios de este año. Aún así, han sacado algo de tiempo para dejarse caer por Gran Canaria y este próximo sábado, 9 de septiembre (a partir de las 22:30 h / 7.00 €) demolerán la Sala La Choza (Av. de Francia, s/n – Playa del Inglés, 35100 Maspalomas) junto a las bandas locales The Hole, que estarán presentando su EP The Wrath, Searching For A Hidden Place y una cuarta banda sorpresa. Más información, aquí.
A continuación, os mostramos ambos temas… por aquello de comparar y tal. IN GRIND WE TRUST!
STAINED BLOOD:
NAPALM DEATH:
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J’hayber.
