Hackett, el ex guitarrista de Genesis es un hombre de mundo, un tipo afable, positivista, hablador y sumamente culto y brillante. No para a nivel de estudio llegando a unos niveles extenuantes y los discos se suceden uno tras otro. Ahora que no podemos viajar Steve nos da la oportunidad de acercarnos a las sonoridades del Mar Mediterráneo en forma de viaje. Música descriptiva basada en cada una de sus regiones bañadas por nuestro Mar y en los viajes del maestro, con su compañera sentimental Jo. Hackett siempre que puede viaja y se mete en las tradiciones y las culturas hasta el tuétano. Huye de lo turístico de las rutas más típicas. Es un viajante más que un turista.
Su colaborador habitual Roger King está presente a lo largo del disco y Jo Hackett también se suma en cuanto a composición. Hay instrumentos típicos de las latitudes del Mare Nostrum, mucha sensibilidad y épica. Es un disco para relajarte, para disfrutar de su composición y su sonoridad suave y evocadora. En crear imágenes con música el ex de Genesis es un maestro. También es un disco calmo y totalmente instrumental. No hacía un disco así Steve desde hace más de una década, concretamente desde el Tribute en 2008.
En “Mdina (The Wallet City)” hay una gran combinación de flamenco con una importante dosis de orquestación cinematográfica que se acerca al gran Herrman, compositor de maravillas como las bandas sonoras de Psicosis y de La dimensión desconocida. Tema largo, extenso, muy trabajado y con música altamente descriptiva. Hackett ha llegado a poder tocar en directo incluso en Mdina (Malta). Tuvo que ser algo espectacular. La delicadeza de “Adriatic Blue” y el cómo acaricia las cuerdas puede llegarte a recordar al gran Paco de Lucía o Isaac Albéniz. Ya no solo es la habilidad y técnica, sino que también es el sentimiento que le imprime.
Delicadeza a flor de piel en un “Sirocco” que vuelve a acercarse al genio de Camprodon (Albéniz), si bien con una importante orquestación de apoyo. La sabia mano de King hace el resto acompañando al maestro. Preciosismo técnico en “The Memory of Myth” llegando a los rincones helenos e intentando imprimir en cada tema la personalidad de la latitud deseada, violín incluido. “Scarlatti Sonata” es un acercamiento itálico, teatral y solemne con aires neoclásicos y con un punto Blackmore de lo que viene haciendo desde 1996.
Renacentismo y reverencia en “Casa del fauno” con la flauta de John Hackett, quedando todo en casa. El oriente despega con todo su esplendor en “The Devirish and the Djin”. Hackett gusta de buscar lo tradicional y las músicas del mundo, hecho por el cual aquí lo étnico toma cuerpo con momentos de art rock étnico. En “Lorato” puedes percibir el enorme nivel de este gran guitarrista que parece que toque sin despeinarse… “Andalusian Heart” no engaña para nada y muestra el vergel latifúndico en todo su esplendor, cargado de orquestaciones. El epílogo lo pone “The Call of the Sea” resumiendo un poco la obra y la idea primeriza.
No es heavy metal, tampoco es rock progresivo ni Genesis, pero es Steve Hackett. A estas alturas este enorme guitarrista puede hacer lo que le venga en gana, y siempre lo hace con clase y sensibilidad. Homenaje al mar que quedó entre las dos columnas de Hércules y que es nuestra vida. Posiblemente solo Lluís Llach con su Pont de Mar Blava haya hecho algo tan bello como esto dedicado al “Mar Med”, pero… lejos queda de lo que nos gusta de este señor. Si le habéis visto reproduciendo la música de Genesis sobre un escenario sabréis que pocas cosas hay más grandes que lo que hace él. Solo me quejaré de que es muy activo, pero discos como este son de paladar fino. Solo para fans de Steve Howe o Steve Hackett. De todas formas, dejemos para el recuerdo el primer tema: “Mdina”, que es una obra maestra sin paliativos.