Me las prometía muy felices, la última semana de septiembre, con el par de deseables actuaciones musicales que estaban, desde hacía bastante tiempo, subrayadas en mi agenda. A la postre, ambos recitales me dejaron a medias, a pesar de las favorables circunstancias (desplazamientos de ida sin complicaciones, llegadas a las puertas de los correspondientes locales con la suficiente antelación, adecuadas posiciones en las distintas plateas y amigables compañías o encuentros) que los envolvieron. No obstante, me centraré en la segunda convocatoria: una doble velada protagonizada por el reputado Steve Rothery y su habitual conjunto, programada por la promotora vallesana Neverland Concerts y reubicada en la sala grande de la barcelonesa Razzmatazz.
Aunque tenía previsto asistir a la primera noche y, si las diversas condiciones lo permitían, repetir al día siguiente, finalmente, por ineludibles motivos laborales, sólo pude acudir al bolo del sábado, a priori con un anunciado repertorio más de mi agrado. En realidad, este supuesto presentimiento no sería del todo cierto porque algunas de mis favoritas de siempre (“Cinderella Search”, “Just for the Record”, “Heart of Lothian”, “Going Under”, “Pseudo Silk Kimono” o “Forgotten Sons”) caerían durante la sesión del viernes.
Cualquiera que esté puesto en la materia afirmará con rotundidad que no me puedo quejar del setlist desplegado por el fundador y longevo miembro de Marillion: dos introductorias composiciones de cosecha propia (“Morpheus” y “Summer’s End”); el inmortal “Script for a Jester’s Tear”; la profunda y poderosa secuencia del reverso del imprescindible elepé Misplaced Childhood; tres conocidas piezas de la inicial etapa Hogarth (“The King of Sunset Town” del continuista Seasons End, seguida por “Cover My Eyes” y “Hooks in You” del cuestionado Holidays in Eden), la épica y conclusiva cara B del turbulento pero notable Clutching at Straws; y como bises, en representación del crucial álbum Fugazi, el teatral “Incubus” y el hímnico corte homónimo.
Entonces, ¿qué me falló? Sencillamente, a mi particular juicio, que el sexteto liderado por el inmenso y cumplidor Rothery e integrado por el bonachón y también corpulento vocalista Martin Jakubski (cantante de la escocesa banda tributo StillMarillion), el vivaz teclista Riccardo Romano, el desaprovechado guitarrista secundario Dave Foster (ex componente de los progresivos Big Big Train) y la aplicada base rítmica formada por el bajista Yatim Halimi y el batería Leon Parr, interpretó el prácticamente idílico temario de manera eficiente y respetuosa pero poco excitante.
Seguramente, viendo las entusiastas reacciones del resto de los espectadores o las superlativas críticas publicadas en otros medios, se podría decir mi valoración global es demasiado severa, pero un servidor, al tener las versiones originales de estas canciones totalmente interiorizadas, principalmente de la época en que fueron creadas y tocadas por la alineación titular, se lo paso bien sin más, lejos de la emoción pura y dura.
De hecho, de los numerosos conciertos de Marillion (incluidos los shows de Fish y H por su cuenta y riesgo) que he contemplado, mis preferidos son los que no estuve presencialmente: el del festival Reading Rock ’82; el del Hammersmith Odeon en 1983 (Recital of the Script); los de Montreal y Leicester en 1984 (Real to Reel); el de Alemania en el 1987 (Live from Loreley) y, si me apuráis, los exclusivos eventos celebrados hace siete años (The Gold – Best of Convention 2017).
¡No cabe duda de que he perdido aquella instructiva y gozosa inocencia!
Setlist:
Morpheus
Summer’s End
Script for a Jester’s Tear
Waterhole (Expresso Bongo)
Lords of the Backstage
Blind Curve
Childhood’s End?
White Feather
The King of Sunset Town
Cover My Eyes (Pain and Heaven)
Hooks in You
Incommunicado
Torch Song
Slàinte Mhath
Sugar Mice
The Last Straw
—–
Incubus
Fugazi