Siempre es bueno saber que unos supervivientes como son el trío Supersuckers vuelven a tu ciudad y que la gente responde con una buena entrada en la sala Wolf barcelonesa en un gris jueves de finales de marzo. El gran Eddie Spaghetti superó un cáncer y eso ha ido mermando un poco las cuerdas vocales de uno de nuestros outlaws favoritos. De todas formas, siguen poseyendo un gran directo, todo su encanto y la gente salió contenta de la hora y 10 minutos sin descanso ni pausa al que nos someten.
Acherontia cumplen con su cometido con nota
Antes de la descarga decibélica de rock ‘n’ roll estuvieron cumpliendo perfectamente su cometido de teloneros los barceloneses Acherontia, todos vestidos de negro corporativo. Este cuarteto de look hípster y de pobladas barbas practica un metal de profundos riffs, referencias stoner muy logradas y un material capaz de convencer de su valía. A destacar alguna intro tribal o esa balada con guitarras dobladas, que avanza luego hacia terrenos más duros y contundentes. Hubo merecidos aplausos, pero tampoco sería la banda ideal para compartir cartel con los Supermamones.
Supersuckers no dan tregua a una agradecida Wolf
Sin descanso y a un ritmo totalmente propio de los Ramones acometieron “Metal” Marty Chandler, “Chango” y Eddie con una intro guitarrera que dio paso a la ya clásica “Ain’t Gonna Stop”, bajo unos focos amarillos y liláceos. Primeras filas enfervorizadas y un Spaghetti que era pura actitud tras esas gafas de sol. Se le nota que ha perdido voz, pero poco importa, pues uno disfruta con “All of the Time” y “Rock-n-Roll Records (Ain’t Selling this Year)”.
Dio tiempo a la clásica “The Evil Powers of Rock n Roll” y ya Eddie se dirigió al público y dijo eso de que son la mejor banda de rock ‘n’ roll del mundo y que “su español era muy shit”. Presentó “Raodwarn and Weary” diciendo que el tema versaba sobre ellos mismos. Entrega y sudor con un directo muy próximo, sucio y acompasado. Marty Chandler lo daba todo en “Get the Hell” luciendo ese look tejano mientras que “Chango” iba con sus características gafas.
Siguieron con la aplaudida “Dead Inside” y “Decipte Expectation” a la vez que me fijaba en su cartel trasero que pone: “Diabólicos desde 1988”. Mantienen la energía y saben hacer que el público disfrute, pero más allá de que el trío meta coros, don Eddie ya no está como en los buenos tiempos… Nos dijo que llevaban demasiado tiempo sin venir y que “Mudhead” parecía escrita por un chaval estúpido. La cerveza y las risas tomaron la sala al ritmo de “Goin’ Back to Tucson” y de “Die Alone” (muy Motörhead). Realmente el sonido estuvo de su parte, y mejoran mucho en su propio show.
Grandes en “Luck” tirando de coros funcionales y luego recuperando el “Rock Your Ass” para anunciar su líder que ese día era el cumple de su guitarrista. Cantamos la cansina “Happy Birthday to You” y Marty tomó la voz principal para atacar la primera versión de la noche: “Dead, Jail or Rock ’n’ Roll” de Michael Monroe. De verdad que la bordan y parece un corte propio del combo originario de Arizona. Este tramo de directo es el mejor y tiene un sitio de honor la ya clásica “Play That Rock ‘n’ Roll”.
Se explayaron en lo instrumental en la versión de ZZ Top “Beer Drinkers and Hellraisers” con Chandler tocando con la guitarra detrás de la cabeza. Uno de sus grandes momentos es la versión de Thin Lizzy “Cowboy Song” par regalarnos luego mi canción favorita de todo su catálogo: “Pretty Fucked Up”. Hay en ella ese poso de country con el que tan bien juegan.
Y cuando creíamos que era la despedida se marcaron un “Born with a Tail” que culminó una noche directa y tremendamente divertida. Como bien dijo Eddie: “Somos la mejor banda del ‘munda’”. Dejaron sonando el “Livin’ After Midnight” de los Judas, respiro entre bastidores y luego salieron a firmar y a hacerse fotos. Precios razonables de merchandising y gran feeling para terminar esa noche de jueves.
Puede que The Supersuckers no estén en su mejor momento de directo, pero sigue siendo una de esas bandas que te hacen sonreír y de las que sabes que no te fallan. Muchos de los presentes necesitábamos esa dosis de rock ‘n’ roll directo y sucio pues la añorábamos. Seguimos y seguiremos estando allí los y las que la música en directo es nuestra razón de ser. Con Supersuckers las noches que hagan falta.