Han pasado casi treinta años des de que Surfin’ Bichos nos dejaran huérfanos de su música. Yo ni siquiera llegué a tiempo de disfrutarlos mientras aún estaban en activo. En 1994 publicaron el que para muchos es el mejor trabajo de su carrera, El amigo de las tormentas (1994). Y tras ello, la banda decidió romper filas. Siempre les seguí con esa nostalgia de una banda que sabes que no podrás disfrutar en activo.
Formados a finales de los 80 cuando el indie aún no era lo que hoy en día conocemos como tal. Originarios de Albacete, los Surfin’ nos regalaron un rock visceral y crudo de estilo independiente, con letras inteligentes para tratar temas mundanos, con muchas referencias bíblicas. Una banda única que, sin esperarlo, ha vuelto al ruedo este año con nuevo disco y varias fechas por el país.
Y lo mejor de todo, ¡regresan con la formación original! ¡Me cagoendios! Fernando Alfaro, Joaquín Pascual, José Manuel Mora y Carlos Cuevas. Bienvenidos de nuevo. Os estábamos esperando.
¿Y qué comentar de un tan esperado disco? Más allá (2023) era un disco necesario tanto para fans como para la banda. Y se nota, el disco es realmente cojonudo. Disculpad el taco. Pero regalar nuestros oídos con una intro como “Máquina que no para” es uno de los principales hitos de este 2023. Doce nuevas canciones, todas ellas enormes, para un total de 40 minutos de nueva música de los Surfin’ Bichos.
La inspiración no ha disminuido. Las letras siguen siendo inteligentes, afiladas, himnoticas (que no hipnóticas ojo). Tres décadas sin publicar ni escribir da para mucho material y muchas nuevas ideas. Incluso una pandemia por entre medio, casi nada. Musicalmente estamos frente a un disco menos indie, más rock. Pero también tenemos tiempo para recuperar lo más ecléctico de su sonido como ese maravilloso piano que teje todo el hilo argumental de “El caballo del mar”.
Momentos que transpiran felicidad como “El baile del más allá” u otros con una aroma folk realmente rompedora como en “Luz del Mediterráneo”. También hay tiempo para recuperar la temática religiosa en “Señales” pero sin incidir tanto en ello como antaño.
La verdad es que poco esperaba yo este regreso y lo he tomado con la máxima ilusión posible. Más allá es un regalo para nuestros tiempos, uno de los retornos más anhelados del rock nacional. Un regreso que les deja justo donde lo dejaron hace tres décadas, valga la redundancia. Pero regresan con más recorrido y experiencia, y eso se nota en los 40 minutos que dura el disco. Y por si hay alguien despistado, el 16 de noviembre los tendremos en Barcelona.