El debut discográfico de Sweeping Promises, que lleva por título Hunger for a Way Out, es realmente notable; post-punk crudo muy disfrutable. Sweeping Promises, originarios de Boston, abren el álbum con un temazo. “Hunger for a Way Out” con una línea de bajo a lo Joy Division y cargado de nostalgia ochetentera, te introduce en un álbum absorbente y de temas pegadizos. En “Cross Me Out” continua la fiesta con otra línea de bajo vertebradora, conformando una onda expansiva al estilo Pixies. La voz de Lira Mondal es hipnótica e inquietante en “Blue”. Tal como comenta el dúo de Boston en su Bandcamp, para la grabación han utilizado una “técnica de micrófono único”, lo que refleja un sonido sin pulir y un “Do It Yourself” en toda regla.
El corte “Out Again” nos muestra una recurrencia; bases rítmicas crudas y sencillas, sintetizadores minimalistas y guitarras simples con cierta distorsión, así como una voz totalmente protagonista. Hunger for a Way Out contiene 10 pistas enérgicas, excitantes y bailables de post-punk, que a diferencia de muchas otras bandas de estilo similar que suenan frías, heladas y sin transmisión alguna, Sweeping Promises suenan vitales. El corte “Atelier” presenta una trepidante introducción, con una línea de guitarra sencilla y singular, pero lo realmente a resaltar es algo tan simple como la entrada de la voz, lo cual capta tu atención convirtiéndose en el centro. Los 10 temas fluyen sin esfuerzo aparente, lo cual es una virtud, y entran muy bien.
En “An Appetite” el bajo te seduce, un bajo funky pero como chafado, apagado, sin matices, del resto ya se encarga la voz de Lira Mondal. El tema “Upright” se inicia con tambores, seguidos de una guitarra ralentizada surf y de un sintetizador embriagador, creando como un hechizo encantador. Es un disco confeccionado sin pretensiones, de sótano de hormigón, casero, pero con un dominio del tema y una fluidez, que convierte el producto en algo interesante.
El dúo central compuesto de Lira Mondal y Caufield Schnug se encargan de todo; escriben y tocan todos los instrumentos ( así como de la producción y masterización ), excepto en “Falling Forward” que cuentan en los parches y platillos con Spencer Gralla. Este corte es el que más relaciono con los mencionados Pixies ( sobretodo en su riff de guitarra y en ciertas cadencias vocales ). Sweeping Promises aplican muy bien el menos es más; partiendo de líneas de bajo premeditadas y acentuadas, rellenan espacios y grietas cual masilla, con minuciosos riffs de guitarra, baterías sencillas y sintetizadores puntuales. “Safe Now” es un ejemplo de ello. El disco se cierra con “Trust”, como curiosidad, me viene a la cabeza cierto aire en la línea de bajo introductoria a Parálisis Permanente. Y ahí se queda.
En definitiva, debut asombroso de este dúo de Boston. Un disco muy disfrutable para surfear el verano.