Nacidos en octubre de 2017 y fuertemente influenciados por bandas de metal sinfónico del norte de Europa como Nightwish, Epica, o Sonata Arctica, los tinerfeños Symphia debutaron en septiembre del recién acabado año con Anteludium, un trabajo de seis temas que desde el minuto uno enganchará a todos los amantes del género.
Abre el álbum “Living Like a Wolf”, un tema que deja claro lo que nos vamos a encontrar: un contundente metal sinfónico, respaldado por trabajadas melodías, que, junto a una hipnotizadora voz femenina crean una atmósfera totalmente envolvente. Queda patente también la importancia que tendrán los teclados, tanto como complemento de fondo como con pequeños solos, y los arreglos de violín, conseguidos gracias a la colaboración de Virginia Iniesta, confirmando que estamos ante una banda que sabe muy bien el sonido que busca.
Hechas ya la presentaciones, nos encontramos con “Eternal flame”, un corte que tanto por la composición como por la forma de cantar de Amy, me recuerda inevitablemente a los mexicanos Anabantha. Una canción con constantes altibajos en el ritmo y un estribillo totalmente cautivador, que da paso a “Kingdom of Souls”, en el que contrastan unas guitarras algo más contundentes con unas estrofas muy suaves y un solo en el que volvemos a encontrarnos con un teclado sintetizado y un violín haciendo una pareja perfectamente avenida.
El cuarto tema, “The Light Shines in the Darkness”, continúa a la perfección la línea de todo el disco, con una segunda mitad que demuestra hasta qué punto Symphia son capaces de crear atmósferas absolutamente épicas.
Para “Firebird” cuentan con otra colaboración, la del vocalista Marc Quee, quien en los ochenta formó la banda Attentat Rock, y hace más de una década se encargó de tomar el relevo como cantante de la banda de heavy metal Esclavitud. Este sueco de orígenes argentinos muestra aquí todo lo que puede dar, con un registro que, junto al de Amy Gutiérrez, parece hecho a medida para la banda.
Para cerrar este debut, “Night Is Coming”, un remate impecable, en el que se funden la dureza y la suavidad del grupo en una conjunción que hace de éste un cierre de disco que te lleva a volver a darle al play para disfrutar de una segunda vuelta.
En resumen, Symphia no podrían haber elegido mejor su tarjeta de presentación, tanto en la composición como en la producción, que nada tiene que envidiar a grandes bandas con años de carrera a sus espaldas. No en vano, los seguidores del Facebook de Mi rollo es el rock les votaron como el tercer mejor disco de las Islas Canarias de 2020, y el sitio web The Metal Club colocó a Anteludium en el octavo puesto en su lista de mejores lanzamientos de metal sinfónico del mundo.
Todo apunta a que está gente nos va a dar más de una alegría en el futuro.