Tako – A las puertas del deseo (Edición 30º Aniversario)

El éxito de Héroes del Silencio silenció, y nunca mejor dicho, el auge de otras de las bandas de rock urbano más aclamadas y respetadas en su tiempo. Originarios de Ejea de los Caballeros Tako dieron el salto a una división mayor con el disco A las puertas del deseo. Han pasado exactamente 30 años y la gente de Maldito Records se han trabajado una excelente re-edición del disco de marras. En poco más de media hora los maños demuestran que estaban en un momento dulce consiguiendo esa perfecta combinación de punk rock con rock urbano en la que destacaban esos teclados protagonistas. Se suele pensar que el teclado es un instrumento poco punky pero todo empezó con The Damned en Londres y ellos siempre han tenido teclas blancas y negras. A las puertas del deseo fue el giro comercial del grupo con la entrada del teclista Nacho Jiménez y un mayor cuidado y detalle en las letras del combo maño.

El repertorio de himnos inmortales es amplio y variado pero un servidor siempre se inclinó por “El juego”, con ese puente-estribillo de cine que va de la mano con un teclado tan efectivo como funcional. “No puedo respirar” abría la Caja de Pandora tirando de punk rock festivo con teclado enlazando del estribillo al verso. Una batería algo sobre-producida, con mucho reverb, deliciosamente ochentera. “El enterrador” es otra de las definitivas y en los directos la gente se deja la voz. Participaba en un verso El Drogas de Barricada para añadir un poco más de color a uno de los clásicos definitivos del rock urbano. Hay que destacar también la belleza del tema que da título al disco siendo la composición más delicada y cercana a la balada. La composición no estaba tan lejos de grupos como La Frontera, con esa aura de western y ese aroma evocador.

Temas como “Canciones protesta” han quedado algo desfasadas por el tiempo, pero mantienen su encanto. Estribillo hímnico y fiesta sin grandes alardes técnicos y con una funcionalidad enorme. El punk de corte The Clash toma las riendas en “Ciudadano militar” para meter luego el mejor solo de guitarra del disco en “Ya estamos todos”. Destaca también ese medio tiempo que es “Dime dónde puedo estar” con una de las mejores letras del disco y con esos coros que suavizan el resultado final. “Buscando” cerraba el disco con ese riff positivista y feliz. Una despedida dulce y melódica pero cargada también de toda la personalidad que gastaba el grupo ya en el crepúsculo de los 80. El broche de oro lo pone un bonus track de la talla de “Los gigantes del tiempo”, excelente composición que recuerda bastante a los Héroes del Silencio de la época. Quizá se alejaba un poco de la línea general del disco, pero la calidad y el aire oscuro general del corte es impresionante.

Los 30 años le han sentado de maravilla a A las puertas del deseo de Tako. Viéndolo todo con la perspectiva del tiempo se entiende perfectamente el salto de calidad que experimentó el grupo con este disco, que encaró la década de los 90 ya en una posición privilegiada. Siempre han sido enormes en Aragón, pero se les resistió el resto de la península. Han tocado delante de decenas de miles de personas y han cruzado el charco para tocar en Sudamérica. Son y serán uno de los más perfectos ejemplos de rock urbano que un poco se quedó con la parcela del heavy metal cuando este decayó en los años 90. Si no descubriste a Tako en su día esta obra es la ideal para introducirse en ellos, aunque también toca recomendar su material más actual. Una de las agrupaciones más infravaloradas de España.

Jordi Tàrrega

Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.