Crónica y fotos del concierto de Roger Waters - Palau Sant Jordi (Barcelona), 21 de marzo de 2022

Te echaremos de menos, Roger Waters

Datos del Concierto

Bandas:
Roger Waters
 
Fecha: 21 de marzo de 2022
Lugar: Palau Sant Jordi (Barcelona)
Promotora: Live Nation
Asistencia aproximada: 17.200 personas

Fotos

Fotos por Beto Lagarda

La gira de retiro de Roger Waters tenía una triple cita en España; dos fechas en Madrid y una en Barcelona. 18.000 almas pudieron despedir a uno de los iconos más grandes del rock progresivo. Unos pocos afortunados, a decir verdad, pues despedir a Roger y todo lo que representa tendría que estar en la agenda de cualquier rockero que se preste.

Largas colas para acceder en coche al complejo Olímpic de Montjuïc, infinidad de camisetas de Pink Floyd. Una media de edad bastante elevada entre el público. Caras que distaban entre la ilusión y los nervios. El habitual caos para aparcar y entrar en el recinto, obligó a que el inicio del concierto se retrasara unos 10 minutos, a las 21:10 arrancaría su último show en Barcelona. ¡Y qué show!

Su gira, no exenta de cierta polémica agitada por los tuits de David Gilmour y señora, quienes acusaron de multitud de infamias al ex líder de Pink Floyd. Se notó quizás demasiado este odio irreparable entre los dos astros, las consecuencias fueron que cuando se entonó la canción que dio entrada al espectáculo, una de las obras maestras del rock, “Comfortably Numb”, Roger omitió los dos geniales solos de Gilmour y en su vacío añadió unos coros femeninos y un teclado orgánico. Una guerra que nos afectó, no pudiendo disfrutar por última vez de esa guitarra que eriza la piel y provoca con facilidad el llanto.

Estaba claro que no sería un show al uso, primero porqué Roger acumula ya ocho décadas en su magullada espalda. Su voz ya no luce, sus brazos responden poco. Incluso se podía entrever cierto temblor en sus dilatadas y arrugadas manos. Sus ideas, a veces compartidas a veces no, son reflejadas en sus vídeos, en sus discursos que por cierto no son pocos ni cortos. Ya avisó antes de saltar al escenario:

“Si os gusta Pink Floyd pero no os gustan las ideas de Roger, por favor, ir al bar y dejad al resto disfrutar del concierto.”

Un escenario de 360º con pantallas gigantes con calidad de imagen HD, un escenario repleto de artistas de una calidad incontestable. Con los míticos animales hinchables impulsados por un sistema de drones. Luces láser proyectando tiras de luz mágicas que colapsaron formando el mítico triángulo de la portada de The Dark Side of Moon (1973). Todo calculado al milímetro para que esta gira sea recordada como la más y mejor de todos los tiempos.

Los audiovisuales llenaron todo el espacio: crítica social, crítica política. Roger siempre ha sido un defensor de unos ideales que harían del mundo un lugar mejor. Despacharse a gusto es uno de sus hobbies, no acostumbra a dejar títere con cabeza. De Reagan a Biden, no dejó un presidente Yankee sin acusar de criminal de guerra. Pero a la vez que ataca, tiene un precioso recuerdo por esas víctimas a las que pone cara, nombre y etnia, víctimas del sistema y de sus errores, de la violencia policial, de los ataques con drones.

En cuanto al concierto, más allá del despecho habitual que emplea Waters, un setlist mejorable pero adaptado a un artista que cumplirá 80 años en septiembre. Su físico no puede aguantar el ritmo de un concierto de rock continuo durante las dos horas y 15 minutos que duró el espectáculo. Tras arrancar con esta nueva versión revisada durante el confinamiento de “Comfortably Numb”, cayeron clásicos obligados como “Another Brick in the Wall” y “Run Like Hell”.

Pero los momentos quizás más emotivos y bellos fueron cuando encadenó las dos joyas del clásico de 1975 Wish You Were Here, “Wish You Were Here” y “Shine on You Crazy Diamond”. Algo parecido ocurrió cuando recupero The Dark Side of the Moon e interpretó sin pausa toda su recta final iniciando con “Money” y cerrando con “Eclipse”, unos minutos realmente mágicos. Varios videos con recuerdos de Pink Floyd llenaron las pantallas, muchos recuerdos a Syd Barrett y, curiosamente, ni una sola instantánea en la que pudiéramos ver a David Gilmour.

También le dio tiempo de abrazar su carrera en solitario con las afiladas letras de “Déjà Vu” y la voraz crítica al capitalismo que nutre las líricas de “Is This the Life We Really Want?”. La muerte de su hermano hace poco tiempo, impulsó a Roger a componer la que es (por ahora) su última creación. “The Bar”, una pieza delicada y emotiva y excesivamente larga que dividió en dos partes y con la que concluyó, con todos los músicos brindando con chupitos de licor mexicano, alrededor del piano de Roger.

Tras dos largas horas, llegó el momento que nadie deseaba ver. Las últimas sonrisas de Roger sobre nuestros escenarios. La despedida más afilada y emotiva de uno de los más grandes compositores de la historia del rock. Polémico como pocos, que sabe que su voz aún es escuchada y mientras otros artistas prefieren no decir nada ni actuar, Roger usa su voz como altavoz de una sociedad cansada pero demasiado ocupada como para actuar. Somos unas ovejas gobernadas por monstruos, y lo representó el bueno del bajista muy bien cuando rescató “Sheep” del disco Animals, y por los cielos del Sant Jordi se paseó una oveja gigante perdida en su propio abismo, patán y retorcido.

Te echaremos de menos, Roger. Te vas con todo nuestro cariño.

Setlist:

Comfortably Numb
The Happiest Days of Our Lives
Another Brick in the Wall, Part 2
Another Brick in the Wall, Part 3
The Powers That Be
The Bravery of Being Out of Range
The Bar
Have a Cigar
Wish You Were Here
Shine On You Crazy Diamond (Parts VI-VII, V)
Sheep
—-
In the Flesh
Run Like Hell
Déjà Vu
Déjà Vu (Reprise)
Is This the Life We Really Want?
Money
Us and Them
Any Colour You Like
Brain Damage
Eclipse
Two Suns in the Sunset
The Bar (Reprise)
Outside the Wall

Beto Lagarda
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