Los ovetenses Teksuo siguen aportando argumentos sonoros de que estamos ante una de las agrupaciones más interesantes de la Península Ibérica mejorando incluso el alto nivel de su anterior EP Nure-Onna de 2018. Hay un salto de calidad propiciado también por un giro estilístico más melódico. Todo termina siendo un metalcore accesible e imaginativo huyendo un poco de los grandes clichés del género y explotando la versátil garganta de su vocalista. Temas que no llegan a los cuatro minutos y en los que cambios de ritmo y sorpresas técnicas van apareciendo en escena. Su experiencia y trayectoria empieza a lucir con este gran paso adelante. Suman dos caras nuevas a la agrupación con Luís y David en batería y guitarra respectivamente. Posiblemente no sean las mejores fechas para presentar un disco tan potente, pero este 2020 está maldito, así que toca luchar desde la independencia contra viento y marea.
Las muy buenas ideas y las inmensas posibilidades de su vocalista Diego salen a relucir ya en “Beyond Those Eyes” con unos exquisitos coros muy melódicos. Gran trabajo de producción llegándose a tocar guitarras acústicas y subrayando las melodías en un “Colourless” en el que no se escatima en contundencia, mientras mezclan guturalidades profundas con voz limpia. Las guitarras de David y Rafa trabaja bien los solos para luego tirar de guitarrazos marcando ritmo en un corte hímnico como es “Forever Endless”. Juegos de disonancias y contundencia en la que pone la base la batería de un más que notable Luís junto al preciso bajo de Contsan. A pesar del marcado estilo del combo hay bastante variedad y su paleta de colores es más que amplia y rica.
Netamente accesible se presenta el inicio de “Finally Free” con uno de los mejores riffs del trabajo. Los temas tienen profundidad y muchos detalles técnicos jugando con parones, atmósferas y la dualidad gutural-limpia. Los teclados mandan en “Can You Tell” con aires más góticos a lo Lacuna Coil que les sientan perfectamente. Otra vuelta de tuerca en “Scars”, con samplers de fondo, y uno de los momentos más agresivo-intensos de la obra. Hay aquí también otro de los grandes estribillos con una línea vocal en los versos sumamente trabajada y original. Calma y tormenta conviven con enormes resultados a lo largo de todo el LP. Los momentos pausados y delicados les sientan realmente bien a pesar de que la caña no tarda en aparecer como en “Phantoms”. Si volvemos a hablar de riffs cabe destacar el de “Let It Rain”, delicado, pero al que se le dota de toda la carga agresiva esperable. Una de las mejores composiciones de la obra con ese rico juego de contrastes tan característico del estilo core y de Teksuo.
El corte más agresivo con unas guturales propias del death metal es “What We Live for”. Aquí las influencias de bandas como Bring Me the Horizon o Heaven Shall Burn son obvias. Ese mismo patrón sigue “Against the Wall” pero con el ritmo más marcado y unos samplers que conexionan con el metal gótico de Crematory. A pesar de ello hay toda la personalidad del grupo metiendo tierra de por medio. En “Lie to Me” hay otra buena muestra de lo que son capaces por mucho que la repetición de esquemas sea evidente. La voz de Diego vuelve a ser impresionante en los constantes cambios de registro. “Too Little Too Late” cierra la obra volviendo a su juego de contrastes, aunque resaltando las partes más líricas. Grandísima producción y sonido para un disco que rezuma horas de trabajo técnico y de composición.
Gran álbum y otra constatación de que el metalcore astur va para arriba. Posiblemente estemos ante uno de los discos del año patrios, especialmente en su estilo. El paso adelante es rotundo respecto a su anterior EP que ya daba un poco muestras de lo que se avecinaba, así que no termino de entender el por qué ninguna discográfica hispana les ha cazado ya. Es de esas bandas que tiene más tirada en el extranjero que aquí. Incluso si aborreces el estilo creo que vale la pena darle una escucha pues la mezcla de estilos y los cambios constantes de texturas te tocan desde los In Flames del Reroute to Remain a Heaven Shall Burn pasando por destellos de los más melódicos toques punk o elementos electrónicos que derivan hacia el gótico de los 90 . Pero la gracia de todo es que hay mucho de cosecha propia.